Desde hace un tiempo, la zona de residencia se convirtió en requisito para la solicitud de personal en negocios de Ciudad Guayana. Esto por la escasez de combustible y la falta de transporte público y dinero en efectivo. Comerciantes, empresarios y productores agrícolas también deben comprar efectivo para paliar la falta de escasez de sencillo. Estas son algunas de las estrategias que han desarrollado para poder mantener sus empresas a flote.
Ciudad Guayana. “Se solicita chica con habilidades para decoración en tortas. Indispensable vivir en: Castillito, sector El Trébol, Villa Central, Villa Brasil, Campos de Ferrominera”. Como este, suelen verse otros anuncios de solicitud de personal por parte de comerciantes en diferentes negocios de Ciudad Guayana.
No es nuevo este requisito. Desde hace al menos dos o tres años se viene implementando. Es una de las estrategias que aplican las empresas para mantenerse a flote y no cerrar por la falta de personal. En el último año tomó fuerza con el cada vez más crítico desabastecimiento de combustible en el estado Bolívar.
El despacho de gasolina se limita a planes especiales para un solo terminal de placa vehicular en apenas tres estaciones de servicio en toda la entidad. Aproximadamente, cada dos semanas o una vez al mes, la Zodi autoriza el despacho en todas las estaciones para dos terminales de placas.
Ello lo acompaña el déficit de unidades de transporte público, así como la particular escasez de dinero en efectivo en la región.
En el caso del transporte público, de acuerdo con la presidenta de la línea Orincar, Fabiola González, en Ciudad Guayana hay al menos 450 unidades paralizadas por falta de gasolina, mantenimiento y repuestos.
Esto dificulta la movilización de empleados, tanto para llegar a sus puestos de trabajo como para retornar a sus hogares. Las restrictivas medidas de despacho de combustible hacen imposible cubrirles el transporte. Comprar gasolina en el mercado negro puede llegar a costar hasta 2,5 dólares el litro.
Como empresarios tenemos que dejar que nuestros trabajadores se vayan a la 1:00 p. m. para que puedan tomar el transporte público. Ya a las 3:00 p. m. o 4:00 p. m. esto parece una ciudad fantasma y se hace imposible conseguir un autobús en las calles”, señaló Catherine Wilson, presidenta de la Cámara de Comercio en Caroní (Camcaroní).
Cada pasaje de transporte público cuesta entre 1,5 y 2 bolívares, de acuerdo con la ruta. Para llegar a ciertas zonas se necesita tomar por lo menos dos autobuses. Esto representa un gasto de entre 3 y 8 bolívares diarios. Semanalmente, la persona requiere entre 21 y 56 bolívares, y al mes de 90 y 240 bolívares.
Vivienda por transporte
Conseguir mensualmente esa cantidad de dinero en efectivo se hace cuesta arriba. La compra de dinero en efectivo está por encima de 50 % de su valor real. Esta práctica también es de vieja data y no solo tienen que recurrir a ella los comerciantes sino también productores agrícolas.
Los comerciantes y empresarios optaron entonces por una opción más factible que comprar dinero en efectivo o combustible: alquilar una casa o apartamento, los cuales varían de 100 a 200 dólares mensuales, para hospedar a sus empleados.
Por ejemplo, hay comerciantes del Centro Comercial Costa América (Puerto Ordaz) que han alquilado una casa en Villa Brasil con tres habitaciones, y los trabajadores viven allí de lunes a viernes y fin de semana se van a sus casas. Se pueden ir caminando y se evita que el trabajador llegue tarde”, agregó Wilson.
Un comerciante de Puerto Ordaz, que prefirió no dar su nombre, es una de estas personas que optó por el alquiler de un apartamento.
“Conseguí un apartamento en 100 dólares mensuales. Queda en Unare, donde tengo mi negocio. Allí viven cinco empleados. Eso es un gasto adicional porque yo me encargo de cubrir gastos de servicios. Igual me es más rentable que comprar gasolina y garantizarles el transporte como hacía antes. Nada más 10 litros de gasolina me salía en 40 dólares”, detalló.
Francisco Maneiro trabaja en un restaurante de Puerto Ordaz, tanto en horario diurno como nocturno. “En nuestro caso, el jefe tiene dos negocios. Uno de ellos es una posada. Cuando nos toca quedarnos hasta tarde en el restaurante, lo que hace es habilitarnos unas habitaciones en esa casa que es tipo posada. Es solo para los que nos toca quedarnos hasta tarde. Allí dormimos y después cada quien a su casa”, explicó Maneiro.
Limitaciones
Sin embargo, no todos los empresarios y comerciantes emplean esta opción y se limitan a exigir que el trabajador viva en una zona cercana.
“A mí se me ha complicado conseguir trabajo por el tema transporte y donde vivo. Trabajé en una cafetería que pedía que viviéramos en zonas de la parroquia Cachamay, y yo vivo en la parroquia Unare, en Sierra Parima, bastante distante”, comentó Luis Eduardo Muñoz, barista.
Dayana Meléndez, por su parte, optó por pernoctar algunas semanas en casa de una tía, cuyo domicilio es cercano a su lugar de trabajo.
Yo vivo en Los Olivos y mi trabajo queda en Unare. Las semanas de flexibilización suelo quedarme en casa de mi tía, que vive en esa zona. Cuando es cuarentena radical, como trabajamos solo hasta mediodía, sí me voy a mi casa. Así me ahorro dinero y el rollo de conseguir efectivo”, explicó.
Camcaroní, la Cámara de Turismo y Fedecámaras Bolívar han solicitado al Gobierno en varias oportunidades el cese de la marginación a esta entidad, tanto con el suministro de combustible como con la reactivación del aeropuerto de Ciudad Guayana y Ciudad Bolívar.
Si bien el gremio no tiene un estudio sobre el impacto del desempleo, afirman que sí creció la tasa de desocupación, no solo por tema transporte y combustible sino por el sistema de flexibilización y cuarentena radical que aplicó el Gobierno en medio de la pandemia de COVID-19.
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