La celebración de este domingo puede llevarse más de un salario mínimo. Regalar una muñeca sencilla sale por lo menos en Bs. 1.199 y una pista de carros en Bs. 23.999.

Caracas. “Mi hija es una niña muy aplicada en sus clases, pasó con A, tengo que comprarle así sea un detallito porque se lo merece, pero todo está carísimo por la inflación,” contó Lisbeth Requena cajera de una entidad bancaria que vive en San Martín.

Los favoritos esta temporada para los niños son las figuras de acción de los Avengers, valen 29.999 bolívares, pero varían de acuerdo con su tamaño y modelo; las pistas de carros oscilan entre 23.999 y 49.990 bolívares, para un set de construcción o de bomberos hay que desembolsar al menos 3.999 y 15.999 bolívares por cada uno.

“Las personas entran por los juguetes y cuando ven los precios salen corriendo, no podemos hacer nada es producto de las inflación. Son pocos los que llevan algo”, comentó Maritza López encargada de juguetería en el centro de Caracas.

Las niñas piden las muñecas de Froozen que están alrededor de los 69.900 bolívares, así como los personajes de Intensamente que no bajan de 2.390 bolívares; las Hadas de peluche salen en 12.499 bolívares, la Doctora Juguete se puede llevar por 57.990 bolívares, las muñecas Monster High en no menos de 29.900 bolívares. Un peluche de Pepa se ubica en 4.799 bolívares, mientras que las tradicionales Barbies y los Bebés Queridos cuestan 14.900 y 9.999 bolívares respectivamente.

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“Los precios son muy costosos pero es mi primer día del niño como papá. Le compraré a mi hija algo sencillito, por lo menos un peluche de Pepa que le encanta”, dijo Aldo González, motorizado que trabaja por su cuenta y vive en La Pastora.

Para obsequios más sencillos con una muñequita o una pelota hay que desembolsillar al menos 1.200 bolívares. A los más grandes se les puede regalar algún juego de mesa que por la medida chiquita está en 3.999 bolívares.

“Compraré alguna muñequita para mi nieta que solo tiene un añito y medio. Los precios están demasiado altos, pero cómo se hace, es más mi ilusión por regalarle algo que el sacrificio que eso implique”, confesó Marisol Chawat, jubilada que vive en el 23 de Enero.

Sin embargo, son muchos los hogares que tendrán que priorizar entre la compra de un obsequio o de la comida. “No puedo comprar, tengo cuatro hijos, si le llevo a uno, le tengo que llevar a todos y la plata no me alcanza para eso. Quizá les prepare algunos dulcitos el domingo”, comentó Luisa Jiménez que trabaja de ascensorista en un ente público.

Foto: Mariana Mendoza


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