Comunidad yaracuyana teme perder tradiciones de la Feria del Buñuelo tras cobro de impuesto de la Alcaldía

Feria del Buñuelo

La asociación civil Llama Ancestral, que fundó y organiza el evento desde hace 26 años, indica que la Alcaldía del Municipio Cocorote impuso un cobro inicialmente de 40 dólares para que los vecinos puedan participar en la feria. Las comunidades manifiestan que no se les ha escuchado y que la autoridad impuso condiciones que se alejan de la filosofía de la feria y ponen en riesgo la tradición.

Caracas. Si existe algo que llena de orgullo a la población cocoroteña del estado Yaracuy es la Feria del Buñuelo, que creó hace 26 años Francisca González. La tradición ha pasado entre las familias hasta llenar un corredor entero en la avenida principal de Cocorote. Cientos de familias sacan sus toldos para recibir a los visitantes en Semana Santa y ofrecerles lo que mejor saben hacer: buñuelos. 

El lunes 14 de marzo la Asociación Civil Llama Ancestral, que organiza la feria desde que se fundó, publicó un comunicado en el que participaba que se separaba de la organización del evento. Expusieron que la decisión se debía a que la Alcaldía del Municipio Cocorote no cumplía con las “condiciones tradicionales, principios y filosofía” que mantienen los fundadores. 

Leslie Rivas presidenta de la A. C. Llama Ancestral dijo en entrevista con Crónica.Uno que la Alcaldía ha impuesto condiciones a la comunidad para poder participar, como el pago de un “impuesto” de 40 dólares por participante, que luego de conversaciones lograron bajar a $20. Sin embargo, los organizadores manifiestan que históricamente no se exige pago alguno, debido a que es una tradición cultural y religiosa en la que participa la comunidad. 

“Esta es una actividad de base comunitaria, tradición de nuestros abuelos y de las familias cocoroteñas. Fundada por mi tía Francisca González, ella tenía esta inquietud y sentía que la tradición se estaba perdiendo, a veces los más jóvenes no sabían qué era el buñuelo, así poco a poco fue sumando voluntades y familias, y comienza esta una actividad sacra hace 26 años”, explica Rivas, quien participa en la feria desde que tenía 13 años de edad.

Llama Ancestral señala que la Alcaldía, además de imponer un cobro, hace cambios que ponen en riesgo las tradiciones.

“La Alcaldía está haciendo adecuaciones a los kioscos; tradicionalmente han sido de palma y ellos querían hacerlos de madera. Nosotros explicamos que la palma representa la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén y eso marca el inicio a la Semana Santa, también representa la tradición de corte de palma que hacen los palmeros de Cocorote, el encuadre del kiosco representa el nacimiento de Jesús por el pesebre que creó san Francisco de Asís. Todo eso se está viendo afectado”.

Los organizadores y la comunidad expresan que se sienten pisoteados por la autoridad y con pocas posibilidades de tener voz en la toma de decisiones. Entre las facultades que perdieron está organizar a las familias, su ubicación, pero sobre todo, advierten que esta situación provocó que no se dé el intercambio comunitario.

Comunicado Asociación Civil Llama Ancestral

Yusmira Torres, quien tiene cinco años participando con la organización de la comunidad de El Calvario, manifiesta que no va a participar este año pues no tiene los 20 dólares que exige la Alcaldía.

“No estoy de acuerdo con lo que el alcalde está haciendo de exigir un pago que muchos me han dicho que no lo pueden cubrir. El alcalde se refiere a nosotros de una manera muy déspota, va a hacer la feria así las personas estén o no de acuerdo, él mismo lo ha dicho en sus redes, sin importarle nada. Quiere ser el protagonista. Dios mediante que todo le salga bien, pero creo que no debería ser grosero, ni déspota, debería ser más humilde y estar con el pueblo”, dice Yusmira. 

El alcalde del Municipio Cocorote, Pedro Bolaño (PSUV), el 15 de marzo invitó a participar a la población de Cocorote en un censo para insumos y uniformes en el teatro Rafael Zárraga el 17 de este mes a las 4:00 de la tarde. “Desde la Alcaldía de Cocorote estamos empeñados y resteados en trabajar por el pueblo y nuestras tradiciones, así que junto al gobernador Julio León y al presidente Nicolás Maduro vamos a demostrar que esta será la mejor Feria del Buñuelo que se ha visto hasta ahora”, escribió en Instagram.

Imagen: captura de pantalla

Para las comunidades estas palabras lucen ajenas y a pesar de que sostuvieron dos reuniones con Bolaño indican que sus inquietudes y propuestas no fueron escuchadas. 

La feria es del pueblo, él se toma atribuciones sin preguntarle nada a la comunidad, por eso muchos no van a participar, porque no tienen el dinero y van a esperar el año que viene, manifiestan.

Llama Ancestral –en una de las reuniones con el alcalde– propuso que el pago de $20 se hiciera en el transcurso del evento, para que los participantes pudieran recoger algo de dinero con las ventas y no antes de empezar, como pide la Alcaldía; sin embargo, indican que fue rechazada. La petición de mantener los kioscos de palma indican que sí fue aceptada. 

“El fin de la Feria del Buñuelo es que esos cocineros patrimoniales salgan a vender, por eso hay puestos pequeños, grandes. La gente nos está diciendo que no va a participar porque no pueden pagar eso, entre ayer y hoy 100 personas dicen que no van a participar”, indica Leslie Rivas, presidenta de la asociación sin fines de lucro. 

Rivas recuerda que esta es una de las ferias gastronómicas más antiguas del país y que es considerada patrimonio cultural. “No puedes discriminar a las personas que hagan su patrimonio, con este impuesto están dejando por fuera a las personas de más bajos recursos, no se les está permitiendo la participación. Antes no se cobraba nada”, dice.

La fundadora de la Feria del Buñuelo, Francisca González, quien hoy tiene 78 años, manifestó su posición a familiares. “Francisca dijo que estas son tradiciones y costumbres, que no generan ningún cobro, porque es el legado de nuestros ancestros. ¿A usted su mamá le cobró por enseñarle a hacer arepas? Ni sus abuelos, ni sus padres les cobraron para enseñarle a hacer buñuelos y así debe mantenerse, es un legado familiar que identifica al municipio como el más dulce”.

Mary Tovar, vecina de Cocorote, dice que no participará este año al estar en desacuerdo con lo que propone hacer el alcalde. “Más que un negocio para mí esto es la satisfacción de compartir, de recibir cantidades de personas y atenderlas. Yo trabajo allí con mi hijo desde el año 2015 y no tengo ese dinero, era un sacrificio buscarlo. Nosotros no nos esperábamos eso”.

La mujer explica que trabaja por unidades y no con grandes cantidades, cuando mucho Mary dice que usa unos tres o cuatro kilos de yuca para preparar el dulce típico de Semana Santa y que, por lo tanto, en su bolsillo no hay esa cantidad de dinero que reglamenta la Alcaldía. 

Estamos todos como derrotados porque sentimos que la feria se nos está yendo de las manos, algo que es de nosotros, que es la alegría del pueblo, no sabemos explicarlo, expresarlo.

Greicy Gómez, vecina de la comunidad de Cocorote y miembro de la feria, se pregunta: ¿cuáles son los parámetros por los que se rige la Alcaldía para imponer una alícuota? “Con base a qué se está cobrando tal cantidad, porque él (alcalde) está cobrando un impuesto; un impuesto se debe cobrar con un tabulador o como cuando tienes un local, pero nosotros somos un negocio itinerante que funciona solo por 10 días”. 

A Greicy la situación la tomó por sorpresa y hasta este miércoles 16 de marzo no tenía claro si participaría o no en la Feria del Buñuelo. Por un lado dice que es una buena oportunidad para su familia para vender churros de yuca, pero por otro manifiesta que se solidariza con las fundadoras y considera que son ellas quienes deben organizar el evento. La familia de Gómez lleva 22 años de participación. 

“No me parece justo, no me gustan las injusticias. No tengo ánimo de trabajar porque no es justo que nos vengan a quitar una planificación y además institucionalizar y politizar un patrimonio de un municipio, que viene de casa en casa, de familia en familia”.

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