Congelación de precios apunta a profundizar la escasez

El Gobierno en marzo le pidió a los empresarios que trajeran sus propios dólares, les anunció un nuevo Dicom. Un mes después decide ampliar los controles.

Caracas. En medio de una recesión económica la administración de Nicolás Maduro recrudece los controles. Este 1° de mayo, el Jefe de Estado anunció una congelación de precios de bienes y servicios, medida que apuntará a profundizar la escasez.

El pasado lunes, el mandatario también convocó una Asamblea Nacional Constituyente —a su medida— y en ese marco dijo que habrá un nuevo sistema económico. Asimismo, mencionó que incluiría el tema de los precios.

“Congelar los precios, pero con la gente en la calle (…) Necesitamos constituir un poder superior para derrotar todos los vericuetos que le impone la burguesía al pueblo, sus esquemas de guerra económica y lograr que los bienes y servicios fundamentales para la familia lleguen al pueblo a través de los Clap a precios justos”, apuntó el mandatario en la concentración oficialista para el Día del Trabajador.

Luego en horas de la noche le ordenó al vicepresidente Tareck El Aissami y al vicepresidente de Economía, Ramón Lobo, que revisen con los sectores la congelación de precios y sentenció que “el pueblo está sometido a un ataque brutal. Yo les dije: bueno, la Constituyente”. Hasta los momentos no hay detalles del procedimiento y fuentes del oficialismo indican que por ahora no existen precisiones.

Pero para los empresarios la nueva acción sería otro golpe. El presidente de Fedecámaras, Francisco Martínez, aseveró que:

Es irresponsable congelar los precios después de que anuncias un aumento de salario. Esta situación agravará la escasez.

En sintonía con Martínez, el economista Omar Zambrano añadió que “habrá más desabastecimiento y en consecuencia, mercados negros de productos”.

Desde hace 14 años, el Ejecutivo le impone controles a las industrias. En 2003, arrancó con la fijación de precios a 17 de alimentos y varias medicinas, que luego se extendió a más de 200 artículos de cuidado personal y mantenimiento del hogar.

Las empresas son obligadas a vender un conjunto de bienes a precios muy por debajo de sus costos de producción, y en paralelo, reciben menos dólares oficiales para adquirir la materia prima que requieren para fabricar. Con las regulaciones, los bienes desaparecen de los anaqueles de supermercados y farmacias. Y a diciembre del pasado año, el desabastecimiento de rubros regulados en Caracas era de 68 %, según Datanálisis.

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Ante la crisis de abastecimiento, el Gobierno el pasado año instó a los empresarios a utilizar sus propios dólares y el para entonces vicepresidente de Economía, Miguel Pérez Abad, les pidió “romper el cochinito”. Incluso les prometió que si utilizaban sus divisas se podrían flexibilizar los precios, lo cual no se concretó.

En paralelo, el Estado autorizó un plan abastecimiento complementario con lo cual distribuidores autorizados por los entes oficiales trajeron productos de Brasil, Colombia, Panamá, entre otros países, cuyos precios tenían como referencia el tipo de cambio paralelo. Procedimiento que se amplió a las medicinas que se traen desde Portugal.

En marzo, el Presidente Maduro —en el marco de la Expo Potencia— le insistió a las empresas que trajeran sus propios dólares, les ofreció incentivos fiscales y hasta les prometió un nuevo sistema complementario de dólares (Dicom), que a la fecha no ha arrancado.

Tras permitir las flexibilizaciones y hacer las promesas, ahora anuncia un aumento del salario mínimo y el bono de alimentación —de 35 % promedio— y una congelación de precios, lo que analistas califican como una contradicción.

“El Gobierno flexibilizó en algo el control al permitir la oferta de artículos en los comercios a precios exorbitantes. Sin embargo, con la congelación, ese abastecimiento desaparecerá”, apuntó Omar Zambrano, quien reiteró que “no puedes controlar todo, habrá más escasez”.

En lo que va de 2017, las industrias han seguido contra las cuerdas. Solamente en el primer bimestre las adquisiciones de bienes en el exterior cayeron 27 %, respecto a igual lapso de 2016, según las estimaciones de Torino Capital. De manera que las plantas continúan sin suficientes insumos.

Francisco Martínez aseguró que “estas últimas medidas desestimulan la producción. Habrá más cierre de empresas”. Según la información de Conindustria, hoy día hay menos de 4000 industrias.

Al asfixiar a los privados, y por ende, haber menos productos, los ciudadanos serán más dependientes de las bolsas que distribuyen los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap). El economista dijo que para una parte de la población serán imprescindibles esos paquetes.

Para armar esas bolsas, el Estado importa productos y obliga a las industrias a destinar hasta 50 % de su producción a los Comités.

La espiral

Maduro durante su discurso del 1° de mayo manifestó en varias oportunidades que hay que atacar “la especulación”, no obstante, frente a una baja oferta de bienes, el propio Gobierno inyecta dinero a la economía que presiona los precios, pues parte de esos bolívares van al mercado paralelo que marcó el costo de diversos bienes.

El presidente de Fedecámaras añadió que “antes de congelar tienes que ordenar las cuentas fiscales”. Pero ese orden luce alejado, porque la actual administración enfrenta una merma de los ingresos petroleros y tributarios y limitaciones para acceder a otras fuentes de recursos, de manera que continuará recurriendo al Banco Central de Venezuela (BCV) para que fabrique bolívares sin respaldo.

“El financiamiento monetario será peor, lo que acelerará la inflación”, indicó el economista. En cuatro meses, ese financiamiento del BCV aumentó 38 % y llegó a los 7,6 billones de bolívares. Ya las estimaciones de inflación de diversas firmas económicas oscilan entre 700 y 800 %.

Foto referencial: Angeliana Escalona


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