La película del cineasta estadounidense ubica al espectador en Vietnam, país al que cuatro amigos regresan para cumplir una promesa que hicieron durante la guerra.

Spike Lee nos lleva a la selva de Vietnam para presentarnos una visión poco común de la guerra. El director estadounidense se arriesga en Da 5 Bloods con una historia contada en distintos tiempos, con un mensaje político directo, una trama sobre los efectos de la guerra, la amistad, la lealtad y la ambición, así como una parodia del conflicto armado.

Son varios objetivos los del polémico realizador en esta obra, que forma parte del catálogo reciente de Netflix. Un filme protagonizado por cuatro ancianos negros que combatieron en la guerra y regresan al país asiático para cumplir una promesa.

Da 5 Bloods
Spike Lee presenta una visión distinta del conflicto de Vietnam.

Paul (Delroy Lindo), Otis (Clarke Peters), Eddie (Norm Lewis) y Melvin (Isiah Whitlock, Jr.) cargan todavía la herida de aquel enfrentamiento. Uno de los discursos que más se subraya es que las guerras no terminan para quienes participaron en ellas. Sus vestigios son perennes y socavan cualquier paz.

Llegan a un país diferente. La cultura occidental ha permeado. Uno de ellos bromea al decir que todo hubiese sido más fácil de haber enviado a McDonald’s y Pizza Hut. Las calles encandilan con luces que recuerdan que hay procesos económicos imparables cuando se abren algunas puertas. Spike Lee logra unas tomas relucientes, lejos de aquella opacidad que suele asociarse a las películas sobre Vietnam. El contraste y la ironía son su objetivo, que logra muy bien.

Los cinco amigos regresan para buscar un tesoro: una caja de lingotes de oro que encontraron en la selva. La escondieron para buscarla después como desagravio por haber sido enviados a una guerra en la que sentían que eran usados como carne de cañón. Además, se proponen encontrar los restos de Norman (Chadwick Boseman), el líder del grupo, para ellos una referencia moral, ética y espiritual que murió en combate.

Esos momentos son intercalados con flashbacks de la guerra. Son esos momentos en los que se comprende la importancia de Norman, quien les hablaba sobre Martin Luther King y la lucha por los derechos civiles, así como de un conflicto al que no le encontraban sentido, especialmente cuando en Estados Unidos eran considerados ciudadano de segunda.

Spike Lee dirige una historia bastante atractiva. El realizador maneja muy bien los cambios en la camaradería de estos ancianos, que en principio buscan cumplir la promesa. El reencuentro en Vietnam es festivo, entrañables personas que celebran lo vivido y la hazaña por comenzar. Además, con mucha elegancia trabaja la tensión que todavía puede haber en la sociedad vietnamita hacia el estadounidense.

Da 5 Bloods funciona muy bien cuando se enfoca en la relación de estos amigos, y cómo, a medida que se acercan al tesoro, los vínculos empiezan a mellarse. Surge la desconfianza, la deslealtad los acecha en medio de una selva peligrosa.

Spike Lee además propone una estética para diferenciar los tiempos. El formato panorámico para los momentos en los que buscan los lingotes, mientras que trabaja el formato 4:3 durante los recuerdos de la guerra. En los flashbacks, el único que se ve joven es Norman, que obviamente nunca envejeció, pero los demás se muestran en combate con la apariencia actual. Una forma de resaltar aún más su mensaje, y que, una vez asimilado, forma parte de los logros de esta obra.

Da 5 Bloods
La película pudo lograr el objetivo planteado por el director sin subestimar al espectador.

Ahora bien, la película tiene problemas cuando Spike Lee insiste en convencer al espectador de su mensaje político. Aprovecha el planteamiento de la trama para recalcar su posición, bastante conocida por los temas que ha tocado en su filmografía, que cuestiona lo que considera injusticias actuales contra la población negra en Estados Unidos. De hecho, en el filme se ven claras referencias al movimiento Black Lives Matter, así como en varias ocasiones intercala escenas con datos históricos relacionados con asesinatos e injusticias contra activistas.

Y ese es el problema de Da 5 Bloods. Spike Lee tiene una buena historia para contar. Pudo haber sido sublime en su trama, en su propuesta, que se ve afectada por esas redundantes notas a pie de página que incluso subestiman al espectador, que claramente pudo captar las intenciones del autor sin tanta alharaca reiterativa, referencias que sobran, obviedades y frases predecibles que parecieran producto del desespero por dejar manifiestas sus posiciones en medio del debate sobre lo que ocurre actualmente en su país, además de su oposición a Donald Trump.


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