La miniserie de Netflix es protagonizada por Sacha Baron Cohen, quien interpreta al famoso espía Eli Cohen, que logró ganarse la confianza de la alta sociedad de Siria

Caracas. Hay una serie que ha pasado inadvertida. He escuchado a pocos hablar sobre The Spy, que se basa en un hecho histórico para Israel: la labor de espionaje en Siria de Eli Cohen, quien durante años fue agente encubierto en las altas esferas del país árabe.

Son tiempos de tensiones, como de costumbre, entre ambas naciones. Años antes de la Guerra de los Seis Días en los s60, el Mosad necesita infiltrar los altos mandos del enemigo. Están desesperados por la posibilidad de ataques en territorio hebreo.

Eli Cohen es de origen egipcio, un pasado propicio además para lograr los objetivos, pues da más elementos para elaborar el andamiaje de Kamel Amin Tsa’abet, nombre con el que será conocido en Siria, lugar al que llega como un próspero comerciante. Desde su arribo a Damasco, llama la atención por toda la parafernalia alrededor. Tiene dinero y lo demuestra.

The Spy
Sacha Baron Cohen hace un trabajo lejano a sus acostumbradas sátiras

De inmediato, se codea con la alta sociedad siria, sobre todo con aquellos que adversan a quienes en ese momento están en el poder, y que eventualmente llegarán a tomar las riendas para intensificar su animadversión hacia Israel.

The Spy es protagonizada por Sacha Baron Cohen, a quien vemos lejos de sus acostumbradas interpretaciones de humor satírico y polémico. Esta vez, se desenvuelve en una historia de drama y suspenso, repleta de intrigas políticas y militares, además de tensiones familiares a partir de un personaje que abandona a su familia para involucrarse en una misión considerada fundamental para su país.

Eli Cohen tiene una doble vida. En Israel es un padre de familia modesto, buen esposo, preocupado y atento por el bienestar de los suyos. Pero del hogar poco disfruta. La seguridad de la nación judía es primordial, y el Mosad deposita toda la confianza en él para llevar a cabo tan arriesgada operación en medio de zonas hostiles.

En Damasco, como Kamel Amin Tsa’abet, vive en la abundancia. Tiene dinero para derrochar, importa mercancía, organiza fiestas de ensueño. Come bien y sabe invitar a las personas correctas. De esa forma, su nombre se da a conocer entre quienes quieren llegar a lo más alto. Su aporte se vuelve fundamental a la causa de quienes en la oscuridad derrocarán al poder vigente.

Esta miniserie de Netflix, estrenada en 2019, se basa en el libro El espía que vino de Israel, de Uri Dan y Yeshayahu Ben Porat. Es dirigida por Gideon Raff, creador de la serie israelí Prisoners of War, en la que se basa Homeland.

En The Spy, Gideon Raff ubica atinadamente al espectador en las emociones que exige cada lugar. En Israel hay un extraño sosiego en la vida del protagonista que trasmuta a un contexto pernicioso por la duda, la culpa y la ausencia. Nunca hay calma en la casa de quien parte a un destino que es tan solo un acto de fe.

Mientras, en Damasco, Eli Cohen se pierde, deja de existir, y el empresario Kamel Amin Tsa’abet cada vez se posesiona más de una existencia que tan solo se había preparado para una misión, y que paulatinamente, se vuelve forma de vida, con rendijas que llegan a lo más profundo del agente. Llega un momento en el que uno prevalece, y el otro parece una pieza antropológica de una vida dejada atrás.

Como hizo Steven Spielberg en Munich, Gideon Raff no solo muestra la incertidumbre de la vida en momentos límite del espionaje, sino también el efecto psicológico de este tipo de misiones que son tan determinantes y en las que se corre peligro, no solo físico, sino emocional.

Si bien esta miniserie de 6 episodios es una perspectiva israelí de este hecho de la vida real, el autor muestra matices al momento de presentar en el tablero a los involucrados en el conflicto. Eli Cohen consigue información fundamental para las futuras victorias israelíes, pero también se adentra en la intimidad de personas que lo hacen su amigo, con salvedades en momentos lejanos a cualquier predisposición de blancos y negros en el dilema geopolítico.

En Israel el famoso espía es considerado un héroe

Como ocurrió con Jim Carrey en 2004 con Eternal Sunshine of the Spotless Mind, en The Spy Sacha Baron Cohen toma un derrotero que transcurre con éxito, entre la tensión, el drama y la intriga, asume un personaje cambiante en emociones, interpretadas acertadamente por un actor que aceptó probarse a sí mismo en un papel protagonista distinto.

Una historia sobre un personaje considerado un mártir por unos mientras otros afirman haber hecho justicia con alguien que traicionó la confianza de tantos. The Spy, una corta pero suficiente trama seriada con todas las emociones intensificadas que exige este tipo de género.

  • The Half of It es un filme sobre los dilemas de los adolescentes
  • Extraction, una película de acción con guiño complaciente
  • Películas venezolanas para ver en Internet. Parte I
  • Películas venezolanas para ver en Internet. Parte II
  • Películas venezolanas para ver en Internet. Parte III
  • Películas venezolanas para ver en Internet. Parte IV
  • Películas venezolanas para ver en Internet. Parte V
  • Películas venezolanas para ver en Internet. Parte VI

Participa en la conversación