Desde la Universidad Central de Venezuela, la Universidad Simón Bolívar y las comunidades populares de Petare, los jóvenes valoran el impacto del acuerdo social firmado en México. Consideran que la situación de las universidades y la inscripción en el registro electoral de 2,5 millones de nuevos votantes deben incluirse en la negociación.
Caracas. Dirigentes juveniles vinculados al activismo universitario y al servicio social en comunidades vulnerables del estado Miranda ven con moderado optimismo el acuerdo social firmado en México, por la Plataforma Unitaria y el gobierno de Nicolás Maduro, el 26 de noviembre.
Sebastián Horesok dirigente de la Universidad Central de Venezuela; Miguelangel Borsegui, líder estudiantil en la Universidad Simón Bolívar; y Naiviv Blanco, activista comunitaria compartieron con Crónica.Uno su visión sobre los primeros resultados de la negociación.
Los tres dirigentes juveniles resaltan los aspectos positivos del primer acuerdo dirigido a atender a los grupos más vulnerables en sus necesidades más vitales.
Representatividad de la delegación opositora
La representatividad de la delegación de la Plataforma Unitaria, conformada únicamente por integrantes de partidos políticos de esa coalición, es un tema que determinados analistas señalan como uno de los puntos débiles de la oposición. Al respecto, los dirigentes juveniles consultados tienen visiones diversas.
Sebastián Horesok, quien es secretario general de la Federación de Centros Universitarios de la UCV afirma: “En la delegación opositora hay personas destacables, como la profesora Claudia Nikken, una eminencia en el tema de la negociación, pero creo que una carencia que tiene la mesa es que no haya un representante específico de la juventud venezolana”.
En su opinión, esa ausencia de vocería en el proceso ha generado incertidumbre y sobre todo desinterés de la juventud venezolana respecto a la negociación.
“Si tú le preguntas a un joven en la calle, que no pertenezca al mundillo de la dirigencia estudiantil, las ONG o los partidos políticos, si conoce el estatus de la negociación, la respuesta más común es que no sabe ni siquiera que hay una negociación y mucho menos conoce los temas de los que se habla”.
Miguelangel Borsegui, presidente del Directorio Estudiantil de la Federación de Centros Universitarios de la Universidad Simón Bolívar, en cambio, considera que siendo la universidad venezolana un reflejo de la sociedad de la que es parte, no amerita una representación diferenciada de otros sectores.
“La universidad y el país van de la mano y no tienen que ser tratados de manera diferente. Creo que el joven venezolano tiene una representación en la delegación de la Plataforma porque los grandes intereses que se discuten en la negociación, como el tema humanitario, también afectan a la universidad y a los jóvenes”, sostiene.
Por su parte Naiviv Blanco, voluntaria y dirigente comunitaria en las zonas populares de Petare, en el municipio Sucre del estado Miranda, cree que el diálogo como estrategia de la Plataforma, es la vía adecuada para solucionar la crisis humanitaria compleja que vive el país. Más que la representatividad de la delegación, valora la negociación como vía por encima de la violencia.
“La negociación es necesaria, más aún cuando vimos que protestas no funcionaron. Hoy la mayoría entendemos que necesitamos salir de esto de una manera pacífica. Yo siento que ese diálogo nos va a llevar a algo, que es la ruta a seguir. El no haber empezado de esta manera, nos dice que hay que agotar todos los canales de diálogo que existen”, afirma la joven de 22 años de edad.
Dirigentes juveniles satisfechos con el primer acuerdo
Consultados sobre la valoración que hacen del primer acuerdo alcanzado, el acuerdo social, con su fondo para asistencia humanitaria y recuperación de infraestructura, los dirigentes juveniles coinciden en que fue lo correcto el haber presentado un primer resultado social, aún por encima de lo político.
“Las negociaciones no se pueden concebir como que siempre va a ganar una parte y la otra va a perder, sino que se busca un punto medio. Quizá ellos, el gobierno, de manera comunicacional lo quieren vender como una victoria para ellos, pero si analizamos el acuerdo, no es así. Además, nos da un poquito de confianza el saber que ese dinero sí va a ser destinado a lo que dice el acuerdo”, asegura Blanco.
La dirigente comunitaria reconoce que luego de 22 años de un modelo de gobierno como el pesuvista, centrado en la preservación del poder, la tendencia natural de la gente es querer que el proceso se cierre rápido: “Pero no es tan rápido. Esto es un proceso que lleva años y la verdad es que este acuerdo es un avance. Esperamos que ambas partes cumplan, sobre todo la parte que es menos propensa a cumplir”.
Miguelangel Borsegui agrega que no se puede medir este proceso únicamente por los fracasos de los intentos de diálogo previos “porque el contexto hoy ha cambiado y mucho”.
Sostiene que, tal como lo reflejó la Encuesta Nacional de Juventudes 2021, “para los jóvenes venezolanos es muy importante que se pueda resolver la crisis humanitaria” y en ese sentido el acuerdo alcanzado atiende ese anhelo.
“El 55 % de los jóvenes creemos que la política puede transformarse y cambiar porque no queremos irnos del país, y por eso cada esfuerzo que se haga para lograr ese cambio desde la sociedad civil o desde los partidos, debe ser bien valorado. Creo que esto puede tener muy buenos resultados a largo plazo, siempre que la dirigencia opositora esté a la altura de los acuerdos”, dijo.
Cuatro elementos positivos del primer acuerdo social
Sebastián Horesok, quien además cursa Estudios Políticos en la UCV, desglosa cuatro aspectos positivos que a su juicio arroja el acuerdo social en un principio:
- Primero, considera la oposición democrática está quedando mejor parada en México que tras su desempeño en el diálogo de República Dominicana: “Este acuerdo genera expectativas positivas y sitúa un poco mejor a la oposición venezolana”.
- Segundo, ve como un acierto la priorización de la agenda: “Sentimos que la población no miró con tanto rechazo el acuerdo. El haber tocado primero lo social y no lo político genera más confianza en la población”.
- Tercero, opina que la orientación 100 % social del acuerdo despoja al oficialismo de una de sus narrativas: “Se vence el discurso de que Venezuela se arregló, al contrario, el mismo régimen reconoce la Emergencia Humanitaria Compleja y la situación de total precariedad alimenticia, en salud, en infraestructura”.
- Y cuarto, cree que la intervención de la ONU gana la confianza de la población desencantada de los dos bloques políticos. “La ONU es un órgano imparcial y su intervención en el manejo del fondo social es un anhelo de muchos venezolanos que ya no se sentían representados por Maduro ni por el gobierno interino”.
Las partes han generado ruido
La próxima ronda de negociaciones aún está en veremos. El acuerdo del 26 de noviembre dice que las partes debían retomar las discusiones este mes. En ese nuevo encuentro se deberían abordar los temas políticos y electorales de la agenda.
No obstante, casi inmediatamente de haberse parado de la mesa en México, Maduro supeditó el restablecimiento de condiciones electorales al levantamiento de todas las sanciones internacionales.
Luego, se reunió con los partidos que en 2020 y 2021 conformaron la Mesa Nacional de Diálogo y uno de sus voceros, José Brito, dijo que para los primeros días de enero harían anuncios en materia electoral.
El fin de semana la Plataforma Unitaria emitió un comunicado en el que exige a la delegación oficialista retomar las conversaciones y fijar la fecha de las primeras reuniones para hablar de lo político.
¿Qué esperar de la negociación político-electoral?
En ese contexto, los dirigentes juveniles consultados no se dan por sorprendidos. A su vez consideran que las acciones del PSUV, de Maduro y de sus colaboradores cercanos forman parte de una estrategia aplicada en repetidas ocasiones en el pasado. Por eso llaman a los negociadores de la oposición a no perder el foco.
“No es para nada sorprendente” afirma Borsegui y agrega: “Es lamentable que el Gobierno haya regresado al país con esta narrativa porque la confrontación no nos llevará a ninguna parte. Pero es nuestra responsabilidad como ciudadanos exigir a las partes que vuelvan a sentarse y se pueda seguir avanzando en soluciones”.
Esas soluciones, en el marco de la discusión de un acuerdo político, deberían estar a su juicio centradas en el fin de las inhabilitaciones políticas y la liberación de los presos políticos.
“Hay condiciones electorales y políticas que deben acordarse para votar con garantías en las presidenciales. Pero primero deben existir condiciones como la libertad de los presos políticos”, puntualiza Miguelangel Borsegui.
Naiviv Blanco apunta que para la fase política de la negociación, la oposición se anticipe a las provocaciones de la delegación gubernamental. “Lo que yo esperaría es que la Plataforma comunique claramente sus exigencias y no caiga en esos juegos”.
Las primarias en la mira
Horesok también ve el patrón en el reciente accionar del Gobierno. Sostiene que esas declaraciones y reuniones intentan marcar la agenda de la oposición y sabotear la organizacion de la elección primaria.
“El objetivo de la reunión de Maduro en Miraflores con ese sector político (los partidos de la Mesa Nacional de Diálogo) no es solo dinamitar la negociación sino a la Comisión de Primarias y a las primarias en sí mismas”, afirma el dirigente.
Con todos esos antecedentes, Horesok prevé que la ronda de negociaciones política, no será sencilla ni rápida. “Todos los procesos de negociación tienen picos y bajas, pero creo que los próximos de contactos serán bastante duros. El tema electoral es lo más delicado para ellos. Creo que va a darse bastante confrontación y va a costar mucho más llegar a acuerdos”.
Horesok coincide con Borsegui en que las inhabilitaciones y las excarcelaciones de presos políticos deberían ser prioridad, pero admite que el tema también será complejo. Por eso llama a los venezolanos a “ver el proceso con mucha paciencia e inteligencia porque el régimen buscará de nuevo la suspensión de las conversaciones”.
Asuntos a tomar en cuenta por la Plataforma Unitaria
Los dirigentes juveniles Horesok y Borsegui expresaron algunos temas que en su opinión deberían agregarse a las conversaciones en México:
- La situación de las universidades autónomas, la falta de renovación de las autoridades y las malas condiciones laborales de los profesores universitarios y el personal en general.
- La crisis del sector de la educación media, sus docentes, estudiantes y el pensum educativo.
- La reapertura del Registro Electoral para facilitar la inscripción de 2,5 millones de nuevos votantes dentro del país.
- Las garantías del derecho al voto para más de cuatro millones de venezolanos en la diáspora.
Mientras Naiviv Blanco le sugiere a la delegación de la Plataforma que mejore su comunicación sobre el proceso, avances, resultados y propuestas presentadas. Ella sostiene que la desinformación sobre la negociación impide a los jóvenes sentirse identificados con el mecanismo.
“No todos los jóvenes con los que trabajo conocen el proceso y es preocupante porque nuestra vida y futuro se esta debatiendo en esa mesa. Por eso es importante que la Plataforma mejore su comunicación, porque cada decisión que se tome en esa mesa va a tener consecuencias en la vida de los jóvenes”, dice Blanco.
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