El hábitat y la fuente económica de más de 6000 habitantes de este pueblo pesquero del estado Falcón está contaminada, desde septiembre de 2020, por los derrames de hidrocarburos que provocó la estatal Pdvsa. La degradación del Golfete de Coro atenta contra la vida de los residentes que reprueban la gestión gubernamental.
Falcón. Los pescadores de Río Seco, en el estado Falcón, no perdonan la contaminación de su principal fuente de sustento y han debido presionar para que el Estado venezolano responda a una indemnización que por derecho les corresponde, ante la negligencia de 38 derrames petroleros de Pdvsa ocurridos en el Golfete de Coro, desde el 5 de septiembre de 2020.
Los habitantes de este pueblo, hoy por hoy, están en una situación de minusvalía con agua que recogen en cacimbas o pozos someros, postes eléctricos sostenidos con mecates, un golfete contaminado y calles inexistentes o intransitables.
La última inversión gubernamental que recibió Río Seco, con la dirigente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) Stella Lugo de Montilla (2012 – 2016), consistió en asfaltar entre 9 y 10 kilómetros de carretera desde Cabecera, en la nacional Falcón-Zulia, hasta la entrada del pueblo. De resto no se ha visto inversión, asegura Jesús Colina habitante del sector Colombia.
El agua llega un mes y durante cuatro o cinco meses desaparece. En temporada de lluvia se acentúa la carencia. Los camiones cisternas no pasan por la zona.
Los lugareños para obtener agua van a las cacimbas –pozos que conectan con los ramales del río del cual la población recibe su nombre porque se seca tras las crecidas– para sacarla. Cada residente cuenta con una balanza improvisada hecha con un palo y dos mecates en los cuales amarran los bidones. Ellos mismos hacen estas perforaciones.
El agua se saca con unos tobitos y con un embudo artesanal para llenar los recipientes y así surtir de agua los hogares.
Voto castigo
El abandono de esta comunidad es tal que los testimonios de pobladores anticipan un voto castigo en las presidenciales de 2024. “Mi pueblo seguro pasará factura”, expresó Nelson Arias*, un importante cuadro oficialista en la zona.
“Esto tiene que cambiar, aquí no han hecho nada, al menos en este pueblo no han hecho nada”, afirma Ferguin Reyes, uno de los pescadores que lucha por recibir la indemnización para mantener a sus tres hijos menores de cuatro años.
Daniel Ortiz, habitante y pescador, afirma tajante: “Si este Gobierno vuelve a ganar habrá que irse de aquí. Si en estos años no nos han atendido, ahora con los derrames nuestro sustento se acabó. ¡No tenemos nada que dejar a nuestros hijos!”.
La población comenzó a castigar con votos el daño ambiental en 2018, pero fue más evidente en 2021, cuando el chavismo perdió en los comicios regionales y municipales por primera vez en 21 años. Aunque se impusieron finalmente en la gobernación del estado, el opositor Eliezer Sirit fue la opción escogida en la parroquia pesquera. El dirigente de Acción Democrática se impuso con 533 votos frente al chavista Víctor Clark.
El oficialismo también obtuvo la alcaldía del municipio Miranda, pero en Río Seco fue electo para este cargo el opositor de Primero Justicia José Vicente Graterol, quien fue favorecido con 536 votos ante el chavista Henry Hernández.
Previo a esto, el apoyo popular al oficialismo venía en declive como se evidencia haciendo una comparativa de las elecciones presidenciales de la última década. En 2012, Hugo Chávez recibió el respaldo de 1244 electores (74,75 % de apoyo), con una participación de 82,21% en la parroquia.
En 2013, Nicolás Maduro obtuvo 1114 votos (69,06 % de apoyo), en unos comicios que alcanzaron una participación de 78,25 %.
Maduro perdió finalmente en las presidenciales de 2018 frente al candidato opositor Javier Bertucci. En esa elección apenas sacó 650 votos en un evento que movilizó al 71,03 % del electorado.
La participación en las elecciones primarias de la oposición, el domingo 22 de octubre de 2023, es el más reciente indicador de la creciente impopularidad. Las parroquias foráneas: Sabaneta, Mitare y Río Seco donde el chavismo ganaba “por paliza”, como afirma el habitante Amado Quintero, respondieron a la consulta de la Plataforma Unitaria que dio la victoria a María Corina Machado como la candidata presidencial para 2024.
En total, sumaron 658 votos, que equivalen al 9,6% del Registro Electoral habilitado por la Comisión Nacional de Primaria en esas tres parroquias. Machado, que representa la antítesis del chavismo, recibió 610 votos, casi la totalidad de las manifestaciones de voluntad.
El poder comunal ha perdido protagonismo desde 2016 y en Río Seco vive una crisis. En la comunidad solo uno de los 17 consejos comunales registrados está actualizado. “Nadie se quiere postular”, dijo una de las vecinas de la zona, “ya no funcionan. No podemos darle respuesta a la gente”, aseguró.
La bolsa de alimentos subsidiados (Clap) y el gas llegan cada dos meses, lo que suma al desinterés que despiertan estas estructuras.
Los cuadros de las tres Unidades de Batalla Bolívar y Chávez (Ubch) tampoco se renuevan con facilidad. Los integrantes son, en su mayoría, funcionarios públicos o familiares de estos.
Entre los años 2012 y 2013 se entregaron los últimos créditos a pescadores artesanales con mediación de los consejos comunales para la compra de motores fuera de borda y se puso en funcionamiento la Casa del Pescador Socialista Argenis González. Según los habitantes, la inversión fue de 3.5 millones de bolívares que salieron de un fondo nacional de reserva.
Pero la casa del pescador funcionó por unos años. No más de tres. Solo la radio comunitaria y la ferretería abrieron sus puertas y prestaron servicios. Hoy la infraestructura luce vandalizada, sin techo, puertas ni ventanas. Solo queda el nombre en letras rojas.
El hambre alcanzó al pueblo
A pesar de la escasez y la crisis humanitaria compleja en Venezuela, en Río Seco el hambre se sentía poco, o no se sentía, porque la pesca era extraordinaria, llegaban a obtener hasta 200 y 300 kilos de pescados coro-coro, lebranche, pargo rojo y carite, sin contar las 70 toneladas de camarones o langostinos que recogían.
El golfete de Coro es un sistema hidrográfico situado entre el litoral occidental de la costa marina falconiana y el istmo de Los Médanos, entre Punta Cardón (Carirubana) y Maraguey (Miranda), otrora reservorio de langostinos, camarones, manglares y lugar de anidación del caimán de la costa y de las tortugas marinas hasta que fue contaminado.
Durante 2016 y 2018, en el momento de mayor crisis económica del país, los corianos se iban en cola hasta el puerto pesquero de Río Seco donde intercambiaban productos como yuca, masa pelada, verduras y cuando se podía una harina de maíz por un kilo de pescado, para sostener a la familia por una semana, comentó Betsy Lugo.
Del puerto pesquero de Río Seco se aportaba 70 % de producción en los mercados del centro del país: Aragua, Carabobo, Distrito Capital, Miranda con materia prima que provenía del Golfete de Coro, mencionó Orlando Colina, habitante y pescador.
Pero la contaminación sufrida por el Golfete puso fin a la prosperidad y le arrebató la fuente de alimentación a más de seis mil habitantes, a causa de los derrames de crudo provocados por el colapso de tuberías que datan de 1944.
Desde 2020, cuando ocurrió el daño, los pescadores luchan por la indemnización prometida, mientras las mujeres emigran a Coro en busca de sustento para sus familias.
“No me querían tomar en cuenta para la indemnización porque tengo un chinchorrito con el cual pesco a orillas de la playa”, denuncia Reyes. El instrumento de pesca fue regalado por su suegro y apenas le proporciona uno o dos alimentos diarios para su familia.
La estatal Pdvsa prometió hacer pagos a los afectados con la venta de la chatarra proveniente de las tuberías colapsadas. Pero aún faltan por cobrar más de 300 pescadores. Se conoció que los dueños de embarcaciones recibían 700 dólares que poco reparan la pérdida definitiva de su fuente de ingresos.
Alexis González, pescador y afectado por los derrames, asegura que el pueblo necesita un cambio porque las autoridades regionales y municipales los han abandonado: “Aquí no se han conseguido créditos desde el gobierno de (Hugo) Chávez. En este gobierno no creo que haya un solo pescador que haya recibido algún beneficio”.
“El pueblo necesita un cambio, espero que la comunidad de Río Seco tome consciencia”, expresa anhelante.
(*) Se modificaron los nombres de las fuentes por medidas de protección.
Este es un trabajo colaborativo de Efecto Cocuyo y Crónica Uno.
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