El PSUV es quien lleva la cuenta de las cisternas que entran y salen del llenadero de Macarao

llenadero de macarao

Son integrantes del partido de gobierno en esta parroquia los que deciden a qué comunidad va el camión y, según dijo Carmen Marín, de la mesa técnica de agua de la zona, los uniformados van con la unidad para evitar que por el camino “se desvíe o la vendan al mejor postor”.

Caracas. Mientras los caraqueños inician una cruzada por el agua, las cisternas se convirtieron en el “negocio redondo”.

El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), la Alcaldía de Caracas, Hidrocapital y las Zonas de Defensa Integral (Zodi) son los órganos que controlan la entrada y salida de las cisternas del llenadero de Macarao.

Son integrantes del partido de gobierno en esta parroquia los que deciden a qué comunidad va el camión y, según dijo Carmen Marín, de la mesa técnica de agua de la zona, los uniformados van con la unidad para evitar que por el camino se desvíe o la vendan al mejor postor. Durante el apagón ocurrido el pasado 7 de marzo y el más reciente, el 25 de marzo, la ciudad quedó seca.

Se paralizó el bombeo de agua potable desde el Sistema Tuy. Y mientras la red eléctrica no se estabiliza, el gobierno de Nicolás Maduro se demora en activar el protocolo de bombeo.

En consecuencia, a tres días del apagón, en las casas comienza a notarse la sequía. Pipotes y tanques —las familias que tienen— empiezan su descenso. La gente no tiene almacenamiento para los baños, para cocinar o asearse. Y la municipalidad, en el caso de Caracas, no ha dado información del plan de contingencia.

Solo desde el Ministerio de Ecosocialismo se ha informado de los Puntos de Aprovechamiento de Agua dispuestos en la ciudad de Caracas, que son los provenientes del cerro El Ávila, el parque del Este, Los Chorros y el Zoológico de Caricuao, donde incluso este miércoles 27 se estaba agotando la reserva del tanque. Más allá de eso no se ha hablado desde las altas esferas del gobierno de un cronograma de abastecimiento vía cisterna.

¿A dónde van esas cisternas?

En Coche todos los días hay un desfile de camiones. Llenan y se van custodiados por la Guardia Nacional Bolivariana (GNB). En El Paraíso sucede lo mismo, mientras los vecinos que andan en medio de una desesperación cargando pimpinas, se preguntan “¿para dónde se llevan esa cisterna?”.

Foto: Mabel Sarmiento

Respuestas claras no hay. Sin embargo, lo que observó el equipo de Crónica.Uno en el llenadero de Macarao, es que los conductores que llegan —en su mayoría particulares— pasan por el punto del PSUV, los anotan y ahí les dicen la ruta.

La prioridad la tienen los hospitales del área. Y si van para alguna comunidad solo pueden llegar hasta Macarao, Antímano, La Vega y El Paraíso. Pero a decir de los mismos vecinos, a esos camiones no se les ve el rastro de los cauchos. El que menos carga puede llevar 8000 litros de agua, así que no es fácil ocultar una cisterna entrando, por ejemplo, al barrio El Carmen de Carapita.

Aquí no están llegando, uno tiene que pagar. Eso era antes que la Alcaldía o los bomberos ayudaban con el agua. En medio de esta crisis, nunca he viso un camión llegando al cerro, dijo Tito Díaz.

Y Lorena Báez, que está en Macarao, dijo que en esa zona no hay cisternas asignadas por Hidrocapital. También sostuvo que se las cobran. Algunos choferes manifiestan que lo hacen para el gasto de mantenimiento del carro.

Desde mayo de 2018 a través de un comunicado del despacho del Ministerio de Interior se informó que “se ha tomado militar y policialmente los siete puntos de llenado en la Gran Caracas: Coche, La Vega, Parque Miranda, La Yaguara, Fuerte Tiuna, El Paraíso y La Tahona”.

El ministro Néstor Reverol señaló que “se están estableciendo los controles de todos los camiones cisternas del Gobierno y de las empresas privadas”. Designó a los jefes de los cuerpos de policías municipales como responsables. “Realizaremos un Plan Especial para evitar las tomas ilegales y clandestinas. He dado la instrucción al Cicpc para que realice operaciones especiales en las estaciones de bombeo y estaciones eléctricas”.

Con eso se militarizó el servicio de las cisternas y, por ende, se le puso precio al agua, tal como se evidenció en las recientes crisis producto del apagón, donde a los vecinos que buscaban apoyo en los llenaderos les pedían pagos incluso en dólares. Por la media chiquita, una cisterna no baja de los 100.000 bolívares.

En el caso de Macarao, recargan de agua cisternas militares, de los bomberos y la mayoría de compañías privadas. También camiones volteo con tanques en su interior que son de organismos gubernamentales. Por su parte, a los privados —según expresó Carmen Marín— les piden servicio gratuito para una comunidad y otro para que ellos dispongan. Un pacto tácito.

Durante el día a ese punto pueden llegar 12 cisternas, las cuales tienen un promedio de cinco o seis viajes cada una, cuyo destino solo conoce la mesa técnica de agua de Macarao. Más de 15 efectivos militares custodian la zona, al menos, ese era el número que estuvo destacado allí este jueves 28 de marzo.


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