Empleados del Metro exigen que se cumplan los aumentos de su contratación colectiva

Explican que los aumentos que ha hecho el Ejecutivo no son por los que se tiene que regir el incremento del salario de los empleados del sistema de transporte. Aseguran que han sido despedidos muchos trabajadores “por razones políticas”.

Caracas. La mañana de este jueves, trabajadores activos y jubilados del Sistema Metro de Caracas acudieron a la sede de Recursos Humanos de esa organización, ubicada en la avenida Universidad —a la altura de La Hoyada— para entregar un documento en el que exigen se respeten las cláusulas del contrato colectivo. Este estipulaba un régimen de aumento que se distribuía en 40 % (1° de enero); 25 % (1° abril) y 25 % (1° julio). Sin embargo, los empleados denuncian que los incrementos no corresponden a estos porcentajes sino a los tres aumentos del salario mínimo aprobados por el presidente Nicolás Maduro.

Sí nos pagaron los aumentos, pero acordes al tabulador del salario mínimo que ha ajustado tres veces el Ejecutivo, y no como está estipulado en nuestra contratación colectiva, dijo un trabajador miembro de uno de los sindicatos de esa empresa, que prefirió no revelar su nombre por seguridad.

Una comisión de funcionarios del sistema subterráneo se reunió con representantes de la gerencia de Recursos Humanos, que los atendió y les insistió en que el patrón —Metro de Caracas— hizo bien el cálculo respecto al alza de salario de todos sus obreros.

La mayoría de los presentes eran jubilados de esa empresa.

Los trabajadores esperaron en la plaza, frente al edificio Josefa Camejo, a que les dieran una respuesta a su exigencia, pero luego de la conversación solo lograron que una de las abogadas les diera la razón y se comprometiera, junto con su equipo de trabajo, a revisar la Gaceta Oficial y darles una respuesta definitiva después del 15 de julio.

A pesar de que el Sistema Metro de Caracas tiene más de 8000 mil trabajadores desplegados en todas las estaciones, gerencias y oficinas administrativas, la mayoría de los que apoyaron la convocatoria eran jubilados de esa empresa. Buena parte del músculo de protesta también lo integraba un grupo de trabajadores que han sido despedidos “por razones políticas”.

A los que trabajan aquí les da miedo venir a este tipo de convocatorias porque los botan de su trabajo, pero igual uno entiende las necesidades de la gente, comentó el mismo empleado bajo anonimato.

Solanda Gámez fue notificada de su despido el pasado 19 de mayo mientras cumplía su rutina de venta en la taquilla en la que trabajaba. Ella es uno de los empleados a los que les piden el carnet que los identifica como operadores del Metro y les exigen salir de su lugar de trabajo.

“La carta que querían que firmara decía que me despedían por incumplir los artículos 78 y 79 de la Ley Orgánica del Trabajo, pero ni ellos sabían qué dicen esos artículos. Desde el día siguiente he estado yendo a la Inspectoría del Trabajo para que me den mi reenganche, pero voy a cumplir dos meses en eso y nada”, enfatizó Gámez.

La exfuncionaria llevaba 11 años de labor en la empresa de transporte y dice que nunca se sintió identificada con el chavismo, contrario a muchos de sus compañeros.

Yo sé que me botaron porque no estoy con el ‘proceso’ como aquí le dicen, porque estoy en contra del sindicato actual [Sitrameca], porque me quejaba de las cosas que no están bien. En todo este tiempo nunca me habían dicho nada al respecto. En febrero fueron las elecciones, y con el nuevo presidente del sindicato [Edinson Alvarado], todo cambió, y ya han botado a muchos más, detalló.

Gámez desconoce la cifra exacta de empleados que han sido despedidos de su trabajo de la misma manera que ella. Dice que son muchas gerencias, y que sí sabe de otros casos, que los ha visto más repetidos desde octubre del año pasado y durante este año los han botado pero poco a poco, de a tres y así, para que no hagan mucha bulla, explicó.

Jesús Castañeda también fue despedido de su trabajo “por razones políticas”. Trabajaba en la empresa hace 8 años.

Fotos: Luis Miguel Cáceres


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