En centros como el Jesús Yerena de Lídice el llamado se acató más de 90 %, nada más fueron a trabajar seis de 200 enfermeros que hay en la mañana; y en el Rísquez, en Cotiza un poco más de 40 %.

Caracas. La protesta del gremio Enfermería pasó a otro nivel. Esta vez no se hizo en las puertas de los hospitales con pitos y volantes, sino que se materializó con 60 % de ausentismo laboral, como medida de presión para lograr mejores condiciones salariales y de infraestructura.

La acción se llevó en Caracas, únicamente. Pero ya Vargas y Bolívar estaban analizando sumarse, como sucedió en agosto de 2018, cuando más 19 colegios de Enfermería se plegaron al paro convocado por Ana Rosario Contreras, presidenta de la sede capitalina.

Esta vez, ya cansados de las mismas medidas, Contreras apuntó a su equipo a presiones que, sin duda les traerían cola.

Desde la noche del lunes 20, denunció, muchos de sus colegas recibieron llamadas de amedrentamiento, mensajes de voz y de texto para comprarles la conciencia con una caja Clap.

Aún así, señaló, en hospitales como el Jesús Yerena de Lídice el llamado se acató 90 %, nada más fueron a trabajar seis de 200 enfermeros que hay en la mañana; y en el Rísquez, en Cotiza un poco más de 40 %.

En Caracas debería haber 25.000 enfermeros(as) y en la actualidad hay un déficit que supera 40 %.

“Ya no están trabajando porque están pasando hambre, no tienen para el pasaje, no tienen insumos, en sus centros no hay agua. Por eso, hay que activar la calle, todos los gremios, porque esto es insostenible. Yo, con todo y las primas de profesionalización y con 35 años de servicio llegó a 800.000 bolívares, y eso no me alcanza para comida y para pagar el pasaje diario de Guarenas a Caracas”.

En Lídice, denunció, estaba todo el tren directivo del hospital revisando todos los servicios para ver quién faltaba. “Ahora yo les digo a los trabajadores que se evalúen y saquen cuenta de sus salarios a ver qué están haciendo. Hay que entender de una vez por todas que la lucha política no es la lucha social y nosotros tenemos que seguir levantando nuestra voz en la calle”.

Desde el 3 de enero, contó, están recorriendo los hospitales para sensibilizar ante la crisis económica. “Vamos a ir al segundo paro y esperamos que sea nacional. E insistiremos en la renuncia masiva, porque no tiene sentido esto que estamos ganando. Fíjate que desde que anunciaron el aumento hemos tenido 200 renuncias”.

Contreras no habla de cifras netas de ausentismo laboral en el gremio. Se refiere a porcentajes, porque cada vez que actualizan las cifras hay un montón que se retiran. Puso como ejemplo el Hospital Clínico Universitario, donde en 2018 había 1500 y ahora hay 600 enfermeros.

“Por eso hay que buscar soluciones pronto y los políticos tienen que entender que aquí hay gente que no está esperando por una negociación, una mesa de diálogo y que se designe un nuevo CNE, porque la única elección que quiere es la vida”.

Llamó a los médicos, obreros, camareros, a los docentes, al Metro, a los camioneteros a reflexionar y a sumarse a la defensa de los derechos que por mandato constitucional corresponde a todos los venezolanos.

ausentismo laboral-Hospital-Niños
Contreras llamó a todos los sectores de la sociedad a defender sus derechos.

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