En un proceso comicial en el que reinó la abstención, el triunfo del PSUV Monagas no fue contundente como años atrás. En menos de cinco años, la disminución de su aceptación en el estado, se ve reflejada al comparar los resultados de las elecciones regionales del 2017 con los comicios recientes. Min Unidad se ubicó como la tercera fuerza en la entidad.
Maturín. Los resultados del PSUV Monagas en las elecciones del pasado 21 de noviembre sorprendieron a la colectividad que han mostrado un rechazo a los líderes del partido de gobierno en la entidad. Descontento que no fue suficiente para arrebatarles el poder que han tenido en los últimos 17 años.
Para algunos los resultados son “extraños” si se toma en cuenta que se dan en un país donde la pobreza alcanza a 94% de los hogares venezolanos y 74% se encuentra en pobreza extrema, de acuerdo con la encuesta de condiciones de vida, Encovi, de la Universidad Católica Andrés Bello 2021. Y que dentro de esas cifras están incorporados esos votantes que el pasado 21-N sufragaron por opciones contrarias al oficialismo, pero la “atomización” de candidatos conspiró en contra del triunfo opositor.
Aunque el PSUV Monagas resultó ganador en las elecciones regionales, los números no le atribuyen una victoria arrasadora e incluso en cuatro años la tolda roja ha perdido ocho puntos, que se refleja en una merma en la aceptación en el estado.
En 2017 en las elecciones , Yelitza Santaella candidata del PSUV para ese año, obtuvo la victoria con 54,07% de los votos (222.643) con una abstención de 34,17% sin embargo en los recientes comicios regionales el candidato del partido de gobierno, Ernesto Luna, ganó con 46,16% (149.531) en unas elecciones en las que la participación fue de 41,80% del padrón electoral, es decir la abstención se unicó en casi 60%.
La oposición, si se suman todos los factores que concurrieron resguardados bajo ese paraguas, obtuvo más votos que el chavismo, pero la falta de un candidato único tuvo su impacto negativo y quedó desplazada ante el partido oficialista que se presentó unido y que hizo una campaña en la que no escatimo gastos de propaganda en un despliegue fastuoso de afiches por toda la ciudad. El segundo lugar, lo ocupó la MUD.
Dentro de las divisiones y grietas de la oposición en Monagas aparece la tarjeta de MIN UNIDAD representada por la candidata Belia Benitez, pero quien sin hacer ningún tipo de campaña e incluso ninguna presentación a los medios de comunicación obtuvo más de 15.000 votos y quedó en tercera posición como el partido más votado.
Esta situación ha dado mucho de qué hablar en la población votante y quienes aseguran que la tarjeta de MIN UNIDAD es muy parecida a la tarjeta de la Mesa de la Unidad Democrática lo que a juicio de los electores y políticos pudo generar confusión. Sin embargo el equipo de Crónica.Uno intentó contactar a los representantes de la tarjeta de MIN UNIDAD en Monagas pero esto no fue posible.
Casi un mes y todavía no entendemos cómo una persona que no es conocida en Monagas y que tampoco hizo campaña, porque nosotros nunca escuchamos un camión con una corneta que dijera su nombre, pudo llegar tan lejos en las elecciones. Otros candidatos si sonaron y estuvieron por debajo. La gente se confundió porque las tarjetas se parecen mucho”, comenta Bertha Acosta.
El excandidato de la MUD, Piero Maroun, opinó que se trató de una “trampa” para quienes salieron a votar por la tarjeta de la manito.
“15.000 ciudadanos votaron por una tarjeta tramposa que se colocó para hacerle juego al gobierno. Esas 15.000 personas salieron a votar por nosotros, esa tarjeta de MIN UNIDAD les hizo juego a los hijos de Yelitza porque descubrimos que esa candidata tenía conocimiento de todo y le hizo daño a los monaguenses”, dijo Maroun en rueda de prensa el 24 de noviembre de 2021.
Pese a los comentarios del colectivo y el descontento no se pudo frenar la victoria chavista que se hizo con la mayoría de las alcaldías, de concejales, diputados y la gobernación de Monagas. La oposición en la entidad obtuvo dos alcaldías (Acosta y Uracoa), tres diputados y 29 concejales distribuidos en las cámaras municipales.
Sin alineación con el electorado
El Fondo Monetario Internacional calcula que la caída del PIB en Venezuela es de 79% entre 2013-2021, lo que la convierte en el tercer descenso más grande del mundo. El país pasó de tener el Producto Interno Bruto per capita más alto de América Latina (1997) a tener uno más bajo que el de Haití (2021).
Visto de esta forma Venezuela, un Estado socialista, podría ser paradójicamente el sexto país más desigual del mundo de acuerdo con el índice de Gini- mide la concentración de ingresos entre habitantes de una región, incluido en la encuesta Encovi. Los diversos sondeos de opinión pública divulgados por empresas reconocidas del país también revelan que los niveles de rechazo al gobierno van desde 80% a 85%.
Ya nosotros estamos cansados de los malos gobernantes, Maturín ahorita es la tierra de nadie, sin semáforos, las calles oscuras, no tenemos ni gas ni agua. Entonces esa misma gente que nos tiene así es la que nos promete que esto va a cambiar y esperemos que así sea. Ya por lo menos vemos que le están haciendo un cariñito al centro”, expresa Zulma Bellorín.
La oposición no logró alinearse con los intereses del electorado quienes exigían una representación unitaria y hoy en día, la gran mayoría no se ve representada en el ámbito político.
“No creo ni en oposición ni en chavismo, parece que todos son iguales. Si yo no salgo a trabajar no como, entonces no voy a estar peleando ni por uno ni por otro porque a mí nadie me da nada. Hacen falta personas en la política en las que uno pueda confiar, pero cada quien está por lo suyo”, puntualiza Egle Meza.
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