En foro de Crónica.Uno expertos coinciden en que una intervención militar no es tan simple como activar el 187

El evento contó con la participación de los internacionalistas Iván Rojas y Mirna Yonis, y el politólogo Benigno Alarcón, quienes en sus ponencias no solo abordaron los temas desde sus conocimientos, sino que además respondieron dudas de los presentes.

Caracas. Este jueves Crónica.Uno realizó el foro “Negociación o Intervención Militar”, un evento en el que se abordó la temática sobre la actual crisis política venezolana y dos de las principales vías de solución que se han presentado. El mismo, contó con la presencia de expertos en la materia, quienes además respondieron preguntas y dudas de las personas presentes.

Iván Rojas, internacionalista de la Universidad Central de Venezuela (UCV), fue el primero en intervenir y lo hizo aclarando algunas nociones preconcebidas sobre lo que podría ser una intervención militar en Venezuela por parte de fuerzas de los Estados Unidos.

Iván Rojas, internacionalista. Foto: Luis Morillo

Rojas desestimó los argumentos de personas que consideran que en caso de efectuarse una intervención militar, esta sería un escenario similar a Panamá en 1989, señalando que se trata de dos posibilidades distintas.

Las FANB, según el IVSS en el 2018, tiene 350.000 personas. Entonces una operación de la escala que se necesitaría para derrocar un gobierno, en un Estado del tamaño que tiene Venezuela, es una operación mucho más parecida al tamaño de la invasión de Irak que la de Panamá, comentó.

En esa línea, Rojas, quien además es experto en materia de política interna estadounidense, comentó que se trataría de una posibilidad mucho más ligada con la política norteamericana de lo que otros creen, motivo por el que calificó como “ingenua o malintencionada” la postura de que en el país no se ha dado una intervención “porque la oposición no la ha pedido”.

“Venezuela no es prioridad. Y más allá que el mainstream de los demócratas quieran ayudar a Venezuela, posiblemente no quieran apoyar una guerra”, comentó en relación al costo político que tendría para el presidente Donald Trump una invasión en territorio venezolano.

Mirna Yonis, también internacionalista UCV y docente de la misma universidad, validó en cierta forma la postura de Rojas, pero se enfocó más en el coste y el efecto que esto tendría sobre la población venezolana. Señalando que una invasión no solo no representaría una solución a corto plazo, sino que inclusive empeoraría la ya creciente crisis humanitaria.

Si hablamos de una intervención o una negociación estamos reduciendo la complejidad del problema ¿Es que acaso la intervención militar va a resolver la crisis en el país? Es cierto que para la ayuda humanitaria se requiere apoyo de orden público ¿Pero se está pensando en el costo que esto tendría?, señaló Yonis.

La internacionalista también cuestionó abiertamente que exista un sector político en el país que trate de pensar en el artículo 187 como en una especie de solución instantánea para el problema venezolano, algo que desde su punto de vista es “irresponsable” y crea falsas expectativas sobre cómo solventar la crisis política venezolana.

“Cuando se trata de vender el [artículo] 187, me parece que es algo irresponsable, el aprobar eso no nos va a dar una solución inmediata. Es como una medida sin contenido que no solventará nada (…) El 187 pudiera llevar a otras cosas, pero de resto no cambiará nada”, dijo.

Mirna Yonis, también internacionalista UCV y docente Foto: Luis Morillo

La negociación y el precio de la libertad

El tercer y último ponente en el evento fue el profesor y politólogo Benigno Alarcón, quien puso el énfasis de la su exposición en la negociación, casos en los que esta ha tenido éxito y en la inviabilidad de una intervención militar.

Con respecto a una posible invasión, Alarcón dijo que se trata de una amenaza que poco a poco ha ido perdiendo credibilidad a medida que se ha demostrado que Estados Unidos ni quiere, ni parece estar dispuesto como país a asumir ese costo político.

Es como un padre que amenaza con dar un correazo y al final nunca lo hace. Eventualmente el niño va a retar. Eso es lo que pasa con la amenaza como recurso, explicó.

Dijo entonces que fechas como el 23 de febrero y el 30 de abril han ido paulatinamente debilitando la amenaza de una intervención militar como recurso, por lo que para él, el foco debería ponerse en la negociación entre factores políticos, algo que debería estar acompañado por la presión constante contra el gobierno de Maduro.

De igual forma, explicó que el escenario venezolano es muy completo como para pensar que Estados Unidos pudiera invadir y solventar la crisis de forma rápida, dijo que es una visión que se ha observado en otros países con malos resultados.

negociación y una intervención militar
Foto: Luis Morillo

“Se espera que por tratarse de una potencia [EE. UU.] esto es algo que va a pasar con un plan de qué hacer, pero pasan cosas como que desde un edificio te disparan a una tanqueta y entonces los soldados se vuelan el edificio entero, o se vuelan un pedazo de un barrio porque no pueden pasar por ahí. Entonces 6 meses después de la intervención, la gente la maldice, ellos se van y los grupos irregulares pican el país en 6 pedazos. Un escenario como Libia”, comentó.

Dijo entonces que es importante mantener la presión constante y forzar una negociación con el Gobierno, y citando ejemplos como Sudáfrica durante la toma de poder de Nelson Mandela, aseguró que es la vía más viable.

“Hay que ser realista con el tema de la negociación. El Gobierno no tiene intención de negociar nada. Pero en la vida, tú no vas a negociar si no quieres, sino que lo haces porque no te queda otro remedio. Hay que generar las condiciones para que se dé una negociación”, comentó.

Explicó que la mayoría de las transiciones exitosas se han hecho por la vía de la negociación y dijo que para ello es importante dar garantías que permitan que esta se dé. “La única garantía sólida para un violador de Derechos Humanos de que no va a enfrentar a la justicia es el poder. Por eso nadie lo quiere soltar”.

Ante esta afirmación, desde la audiencia preguntaron si entonces había que premiar la corrupción y la violación de Derechos Humanos. Alarcón respondió con su propio punto de vista.

No hay que verlo como un premio. Pudiera más bien ser un costo. No digo que sea así, pero pudiera ser el precio que se pague por la libertad, manifestó.


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