Una bailarina, una ama de casa y una estudiante de cuarto grado de liceo. Todas fueron abusadas y asesinadas en sus hogares por hombres cercanos a ellas. Estos son solo tres casos de feminicidios que fueron denunciados durante el mes de septiembre en Caracas.

Caracas. Mayell Hernández era una bailarina y estudiante de la Universidad Nacional Experimental de Las Artes (Unearte). Tenía 29 años y una hija de dos. El pasado 3 de septiembre fue asesinada en su hogar, ubicado en Charallave, estado Miranda, por su expareja, William Enrique Infante Borjes, de 35 años. El director del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), Doulgas Rico, anunció la captura del victimario la mañana de este primero de octubre.

Fue en 2014 cuando los feminicidios, entendidos como muertes violentas de mujeres por razones de género, se registraron bajo tal denominación como un delito en el artículo 57 en la reforma de la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.

Incurre en el delito de feminicidio “el que intencionalmente cause la muerte de una mujer motivado por odio o desprecio a la condición de mujer”, se lee en la ley. Se considera odio o desprecio cuando la víctima presenta signos de violencia sexual, lesiones o mutilaciones “degradantes o infamantes” previas o posteriores a su muerte; también, si la víctima fue expuesta en un lugar público y, por último, cuando “el autor se haya aprovechado de las condiciones de riesgo o vulnerabilidad física o psicológica en que se encontraba la mujer”.

Hernández fue agredida por su pareja tras una discusión. El golpe fue contra la cabecera de la cama: el agresor empujó a la mujer a este mueble, lo que afectó su región cefálica. Según investigaciones del Cicpc, la estudiante y bailarina le suplicaba a Infante que se fuera de la casa, que no la maltratara más. Temía por su vida y no se equivocó. El victimario no solo se negó a irse, sino que la obligó a a tener relaciones sexuales. Infante se abalanzó sobre ella y la ahorcó tan fuerte que logró asfixiarla.

Junto a Hernández, fueron víctimas de feminicidio, durante el mes de septiembre, Ingrid Sequera de 40 años y su hija de ocho, Yadbel Sofía Sequera. En este caso, el victimario fue un pariente adolescente. Era el sobrino de Ingrid Sequera y primo de Yadbel Sequera, identificado por el Cicpc como Leonardo Andrés Vargas Miranda, de 17 años, apodado “amarillo”. Abusó sexualmente de ambas y las degolló. La niña cursaba cuarto grado en el colegio Corazón de María de San Agustín del Sur. Siempre vivieron en esa parroquia del municipio Libertador, específicamente, en el sector La Ceiba. Para ese hogar se mudó el victimario desde Los Teques, a principios de este año, luego de que su padre emigrara a Perú.

Los vecinos denuncian que el hecho ocurrió la madrugada del pasado sábado 22 de septiembre. Pero el Cicpc detectó que fue el lunes 24 de septiembre a las ocho de la mañana. El suceso ocurrió luego de que Vargas fuera sorprendido por su tía mientras este consumía estupefacientes. Al momento de que ella le reclama y explica que esa era una conducta inapropiada, el agresor respondió con un cuchillo. Ingrid Sequera fue asesinada a puñaladas, al igual que la niña. Quedaron sin signos vitales y el victimario abusó sexualmente de ellas. Rico anunció que la captura del agresor fue en la avenida principal de Bello Monte, calle Caroní, diagonal al automercado Unicasa.

La ley estipula que quien cometa un feminicidio será sancionado con penas de veinte a veinticinco años de prisión. Sin embargo, distintas organizaciones han denunciado la alta impunidad ante este delito y, además, el ocultamiento de las cifras por parte de las instituciones públicas. La ONG Centro de Justicia y Paz (Cepaz) calcula 96 % de impunidad en las denuncias que se hacen en estos casos. Y, a pesar de que la Fiscalía General denunciara que el feminicidio es la segunda causa de muerte violenta en el país, el presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Maikel Moreno, dijo a principios de 2017 que las cifras habían disminuido en 90 %.

No obstante, el Instituto Metropolitano para la Mujer (Inmemujer) observó un incremento en este tipo de delitos. Entre el primero de enero y el 17 de agosto de 2017 registraron un total de 254 mujeres asesinadas en el país, lo que, comparado con cifras de años anteriores, representa casi el doble. De acuerdo con los informes de Gestión del Ministerio Público, en 2015 hubo 121 víctimas de feminicidio y122 en 2016.

Datos de la Organización de Naciones Unidas indican que mientras la media mundial de casos es de tres por cada 10 mujeres, en Venezuela la proporción está 10 % por encima. Por su parte, en el informe de Mujeres el Límite, publicado el año pasado por cuatro organizaciones para denunciar la violación de los derechos hacia mujeres, se hace un llamado de atención al Estado para reconsiderar la definición de feminicidio en la reforma de la Ley, ya que, a su criterio, le denominación adoptada deja por fuera expresamente la noción de la responsabilidad del Estado, bien sea por acción o por omisión.

“Todas estas debilidades en la implementación de la Ley, unidas a la falta de acceso, inconsistencia y opacidad en el manejo de las cifras oficiales, entorpecen el trabajo para prevenir, sancionar y eliminar la violencia contra las mujeres. Desconocer la magnitud real del feminicidio en Venezuela hace que la construcción de diagnósticos objetivos y el diseño de políticas y programas para hacerle frente sigan siendo una tarea pendiente ante la cual el Estado venezolano sigue sin dar respuestas efectivas”, denuncia el informe.

Las mujeres no están calladas

A pesar de la lluvia, distintos grupos feministas y estudiantes de la Unearte marcharon el pasado 24 de septiembre desde Bellas Artes para concentrarse a las afueras del Ministerio Público. La mayoría llevó panfletos y consignas en que se se leía: “No estamos todas. Nos falta Mayell”, “Justicia para Mayell. Bailarina eterna”, “Mayell eres un camino para la defensa de la vida”.

El agresor de Hernández contaba con una denuncia previa ante Fiscalía, y Hernández tenía una medida de protección. La presión ha tenido efecto. El acusado había sido puesto en libertad el pasado 25 de septiembre, ya que el Ministerio Público aseveró que no había suficientes indicios para presentarlo ante un tribunal. Las mujeres no se quedaron calladas y continuaron exigiendo justicia. Seguidamente, el viernes 28 de septiembre, el ministro de Interior y Justicia, Néstor Luis Reverol, anunció que Infante había sido arrestado nuevamente y Rico corroboró la información este lunes primero de octubre, aseverando que el crimen no quedaría impune.

Foto: Hirsaid Gómez / El Pitazo


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