En la décima cuarta alerta emitida por la Sociedad Venezolana de Salud Pública y la Red Defendamos la Epidemiología Nacional, se informa que el virus se ha diseminado ampliamente en 3 municipios del estado con una alta carga de mortalidad y morbilidad; mientras la red pública de servicios de salud no ha dado las respuestas de vigilancia y control esperadas.

Caracas. Los datos extraoficiales y preliminares del estado Delta Amacuro, recolectados por la Sociedad Venezolana de Salud Pública y la Red Defendamos la Epidemiología Nacional indican que el Plan de Respuesta Rápida Nacional para interrumpir la transmisión del virus del sarampión fracasó en este estado.

Este plan incluye la conformación de equipos de respuesta rápida regional y municipal, la implementación de estrategias y actividades de vacunación, vigilancia epidemiológica, búsqueda e investigación de casos y capacitación del personal de salud.

Según los investigadores, hasta este momento la epidemia de sarampión en desarrollo se ha diseminado ampliamente en 3 municipios del estado con una alta carga de mortalidad y morbilidad en población extremadamente vulnerable, y la red pública de servicios de salud no ha dado las respuestas de vigilancia y control esperadas.

En estas circunstancias, los doctores José Félix Oletta, Ana Carvajal, Carlos Walter, Ángel Orihuela, Pablo Pulido, Julio Castro, Oswaldo Godoy, Andrés Barreto y Saúl Peña estiman que resulta indispensable fortalecer con urgencia el plan de respuesta rápida con la vacunación efectiva de la población en riesgo, para lo cual es fundamental asegurar el número de vacunas de la campaña extraordinaria, que debe desarrollarse rápidamente y sin más retardo en las próximas semanas en este estado y en todo el territorio nacional. Existe inquietud en la población y en la Red de Sociedades Científicas Médicas Venezolanas por la escasez de información sobre la epidemia y de vacunas disponibles en este momento.

Los errores, las omisiones y los retardos cometidos deben ser analizados para evitar su repetición y aprender de las dolorosas lecciones que nos dejan las muertes de personas, que pudieron evitarse, si hubieran sido protegidas oportunamente mediante vacunas.

Así lo sostienen en la décima cuarta alerta emitida esta semana y donde insisten en que desde principios de noviembre de 2017 fueron identificados casos sospechosos de sarampión en el municipio Libertador, Barrancas del Orinoco, al sur este del estado Monagas.

La Representación de la Organización Panamericana de la Salud en Venezuela (OPS-OMS), había anunciado el 8 de noviembre de 2017 su apoyo en la implementación del plan de respuesta rápida del Ministerio de Salud, para la interrupción del brote de la enfermedad —que había comenzado 4 meses antes— cuyas principales áreas de acción serían: investigación, vacunación y laboratorio y contó con la asesoría de seis consultores internacionales de Inmunizaciones de la OPS/OMS, desplegados —junto con equipos locales— en Bolívar, epicentro del brote, y otros estados priorizados, como Anzoátegui, Delta Amacuro, Monagas y Sucre.

Se pensó crear una barrera para disminuir el riesgo de dispersión del virus del sarampión. En una primera fase, el plan implicó el abordaje del estado Bolívar, especialmente del municipio Caroní, con la vacunación indiscriminada de la población de 6 meses hasta 10 años de edad y la vacunación selectiva de la población de 11 años en adelante.

No obstante la planificación de estas actividades de control, su realización en el estado Delta Amacuro no fue ejecutada oportunamente ni eficientemente. A mediados de enero de 2018 ingresaron 8 niños provenientes de Capure de la Horqueta, municipio Tucupita, al centro materno [Dr. Oswaldo Brito de Tucupita]. 4 de ellos fallecieron. En Mariusa murieron 2 menores y el martes 13 de febrero falleció un niño de 1 año en la comunidad el Caigual por sarampión. Cinco de los menores fallecieron luego de haber ingresado al materno Dr. Oswaldo Brito de Tucupita, se lee en el comunicado de la red.

Otros datos que aportan es que el pasado 14 de febrero ingresaron al centro asistencial 2 menores provenientes de Mariusa, comunidad anclada en la costa del Delta del Orinoco. Los familiares de los niños reportaron la muerte de 2 infantes en dicho caserío. Para la fecha, Radio Fe y Alegría Noticias reportó 20 casos de sarampión internos en el materno de Tucupita.

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El 27 de febrero, la misma fuente reportó el aumento de casos en dicho estado y el silencio de las autoridades de salud.

En el caserío El Caigual, también el municipio Tucupita —donde los niños menores de dos años estarían siendo atacados por este mal— se contabilizaron de forma extraoficial 17 casos en un poblado que apenas supera los 35 niños, lo que significa que 49 % de la población infantil, aproximadamente, está infectado.

El 18 de marzo estimaron los investigadores que el número de fallecidos en el estado había ascendido a 17, con causa primaria en sarampión.

La Asociación Civil Kapé Kapé informó que la enfermedad se diseminó ampliamente en tres de los cuatro municipios del estado: Tucupita, Pedernales y Antonio Díaz. Al menos 44 personas habían fallecido a causa de la enfermedad y se desconoce el número de personas afectadas. Al parecer el grupo de edad más afectado son los menores de 12 años, refirió la organización.

En febrero el Ministerio de Salud informó a la OPS de solo dos fallecidos, sin mencionar su ubicación.

¿Qué inexcusable explicación puede darse ahora por el retraso de 5 meses en iniciar la aplicación de la vacunación masiva de la población del estado Delta Amacuro, cuando esta fue concebida desde noviembre de 2017, como parte de la primera fase del plan de control de la epidemia a desarrollar entre los estados priorizados?, dicen los médicos.

Priorización que estaba plenamente justificada porque los habitantes de dicho estado (187.022) —muchos de ellos pertenecientes a la etnia Warao— son particularmente susceptibles a enfermedades infecciosas como el sarampión porque no poseen inmunidad natural. Esto debido a las extremadamente precarias condiciones de la población, la desnutrición y las carencias de micronutrientes, la comorbilidad con otras enfermedades infecciosas y parasitarias; la enorme dispersión de los poblados, lo que dificulta el tránsito hacia centros de salud, y las extremas dificultades de acceso a los caseríos a la orilla de caños en un territorio de 40.200 Km2; a lo que se suma que es uno de los estados del país con menor cobertura de inmunización para sarampión y para otras enfermedades inmunoprevenibles. Información no oficial señala, además, la escasez de recursos para atender los casos complicados de sarampión con infecciones respiratorias secundarias graves, entre ellos déficit de antibióticos y de equipos de soporte vital respiratorio.

Foto referencial: Archivo Crónica.Uno


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