Productores: Falta de combustible encarece la carne y las verduras porque lo pagamos a precios internacionales

carne y verduras

Los productores de Táchira, Portuguesa y Barinas no solo padecen graves problemas por el desabastecimiento de gasolina, que deben pagar a contrabandistas a precios exorbitantes, la falta de semillas y agroquímicos, que compraban en Colombia, sino también, en el caso de Portuguesa, enfrentan a los “colectivos rurales” que pretenden invadir las fincas.

San Cristóbal. En grave riesgo se encuentra el abastecimiento de verduras, frutas, hortalizas, así como de productos cárnicos, especialmente en el centro del país, pues productores y ferieros no cuentan con el suficiente combustible para mover las cosechas propias de esta temporada o, en su defecto, llevar el ganado a los centros de beneficio, conocidos también como mataderos. La falta de combustible encarece la carne y las verduras, porque los productores deben pagar a contrabandistas más por la gasolina: se las venden a precios internacionales.

Y es que la gasolina en el suroeste del país, al igual que en todo el territorio nacional, se ha convertido en un lujo, pues, tras la puesta en cuarentena por parte del gobierno, no todos tienen acceso al combustible. 

Zona de montaña

La zona de montaña del estado Táchira se caracteriza por lo fértil de sus suelos. Sembradíos de tomate, papa, cebolla de cabeza, cebollín, zanahoria, pimentón, lechuga, coliflor, repollo, entre otros, son cultivados por los habitantes desde hace muchas décadas, y precisamente de estas montañas es que sale gran parte de los alimentos de origen vegetal que se consumen en el centro del país, en regiones como Carabobo, Aragua y Distrito Capital. 

Manuel Zambrano, productor de la aldea Babuquena, vía páramo El Rosal, indicó que tiene una cosecha de cebolla lista para la venta, pero lleva ya 15 días esperando sacarla de la zona. 

Fotos cortersía“La cebolla después de que se saca se empieza a enchumbar (llenar de agua), no hay venta. No hay compradores porque no tienen gasolina o gasoil para viajar”, dijo. 

Vale acotar que los productores venden sus productos a compradores que recorren todas las fincas y adquieren las diferentes verduras y vegetales para luego comercializarlas en las llamadas ferias, o bien las trasladan a otras regiones del país, donde ellos mismos ofertan al consumidor final o en mercados a cielo abierto. 

Zambrano informó que tiene unos 200 sacos de 60 kilos cada uno, lo que equivale a unas 12 toneladas de cebolla, y que tienen un gran riesgo de perderse si no se consigue el combustible necesario para moverlas a los mercados. 

Está bien que se tomen medidas por el coronavirus, pero no pueden dejar perder la cosecha, toda la inversión que hay. Es bravo perderlo todo, lamentó.

Ever Duque tiene poco más de 16 hectáreas de caña por cortar desde hace casi un mes, pero no lo ha hecho por la falta de gasolina para transportarla y procesarla para obtener el papelón. 

Ante la carencia del combustible se ha visto en la necesidad de comprar gasolina por pimpina de 20 litros, que en esa zona cuesta unos 200.000 pesos: “Lo que equivale a ocho sacos de papelón. Nos toca pagar por una sola pimpina y eso nos dura un día”. 

La cosecha de Ever supera las dos toneladas de papelón que estarían en grave riesgo de perderse si no logra llevar la caña a los trapiches, donde la muelen, procesan y empacan para comercializar. 

Y es que hay un gran problema en lo que a la cosecha de vegetales se refiere, pues si bien no se han recolectado las verduras y no se han dañado, estas siguen con su crecimiento natural. “Una zanahoria de 600 gramos o una papa de un kilo nadie la compra. Si el repollo no se cosecha se revienta, entonces así no se puede llevar a un mercado”, explicaron los productores. 

Esta situación se repite en todas y cada una de las unidades de producción, lo que pone en riesgo el abastecimiento de verduras, frutas y hortalizas en zonas de Caracas, Vargas, Miranda y en gran parte del país, pues semanalmente más de 5000 toneladas salían a las grandes ciudades y ya van por la tercera semana en que la llamada Bolsa Agrícola, negociación entre productores, intermediarios y ferieros de la zona, que son los que sacan estos productos al interior del país, no se realiza, pues ante la prohibición de reuniones, los más de 1000 negociantes del campo no han podido negociar sus mercancías. 

Aseguran que los 20 o 30 litros semanales de gasolina que les dan en las estaciones de servicio no son suficientes para hacer todo el trabajo que implica sacar una cosecha del campo. Indican los productores que en las bombas les dicen que una gandola debe durar 20 días, lo que califican de absurdo, pues si no se garantiza el combustible, es inminente una severa falta de vegetales en el país.

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Manifestaron casi al unísono que no es solo un tema de esta cosecha, sino todas las que están por venir, pues en los páramos tachirenses no se trabaja con cosechas por temporada, sino que las siembras se hacen todo el año, ya que se cuenta con agua durante los 12 meses,  lo que es garantía de abastecimiento permanente de todos los rubros agrícolas. Sin embargo, temen que las siembras posteriores se vean afectadas por la falta de combustible, semillas y agroquímicos, que por lo general son traídos de Colombia. 

El llano

Otros rubros que están en grave riesgo de escasear son los ganaderos. Productores de carne de res, leche y quesos padecen del mismo mal que los que cultivan vegetales, pues la falta de gasolina también tiene mermado el trabajo en entidades llaneras como Portuguesa y Barinas. 

Carlos Terán, responsable del Movimiento Agroalimentario del estado Portuguesa, explicó a Crónica.uno que el problema con la gasolina no es de ahora, sino de vieja data, pues antes de esta crisis se pagaban unos 20 dólares por 200 litros de gasolina, necesaria para llenar los tanques de las gandolas para transportar las reses a los mataderos. 

Ahora se pagan 200 dólares por los mismos 200 litros de gasolina, es decir, la gasolina se paga a dólar por litro, a precio internacional, señaló.

Acotó que cada gandola puede consumir unos 400 litros de gasolina, lo que equivale a 400 dólares por solo el combustible, cifra que no están dispuestos a pagar: “Preferimos parar la producción”. 

Asegura Terán que esta situación hace que se encarezcan los productos cárnicos, pues hace 15 días un kilo de carne se adquiría en 180.000 bolívares y en la actualidad supera los 300.000, es decir, casi cien por ciento de incremento. 

Los lácteos también han incrementado sus costos, pues en Guanare un kilo de queso pasó de 180.000 a 400.000 bolívares en tan solo 15 días. 

Por la falta de combustible unos 1000 productores se ven afectados, pues no hay manera de llevar las reses a los mataderos o la leche a los centros de acopio, lo que afecta los mercados de regiones como Carabobo, Aragua y Distrito Capital.

Advierte Terán que, si bien esta situación es grave, lo peor es que se está a punto de perder la cosecha más importante del país, el maíz. Ante la falta de recursos para adquirir semillas, así como abono, herbicidas y demás productos, y faltando apenas mes y medio para la llegada de la temporada, los terrenos no han sido arados y preparados para lo que es la producción más grande, lo que pondría en riesgo otros alimentos que son derivados de este cereal. 

Invasiones

Mientras que unos no duermen pensando en cómo mantener sus unidades de producción a flote, otros piensan en arrebatarles a los primeros aquello por lo que han trabajado toda la vida y cuya tradición a veces data de siglos. 

En la población de San Nicolás, en Portuguesa, está surgiendo un movimiento de grupos armados dedicados a amedrentar a quienes tienen propiedades en la zona, y los despojan de cosechas enteras, aprovechando la crisis generada por la falta de combustible y la ausencia de los productores.

Terán informó que justo este fin de semana un grupo de “colectivos rurales” entraron a una de las fincas a talar árboles sin permiso de los finqueros y se robaron una cosecha entera de frijoles.

Les decimos colectivos rurales a aquellas personas que andan de franela roja, que se sienten apoyados por el gobierno y consejos comunales para invadir nuestras tierras productivas, simplemente porque pensamos distinto, denunció Terán.

Hizo un llamado a la unión de productores para “combatir a quienes nos quieren invadir nuestras tierras”, razón por la cual han elevado las denuncias y han hecho público y notorio el problema, pues el ataque a los ganaderos de San Nicolás es sistemático.

Álvaro García, propietario de la finca El Caño, fue uno de los perjudicados. Indicó que campesinos que viven en las adyacencias de su finca, aprovechando esta crisis y que no ha podido ir a su unidad de producción, entre otras razones por la falta de gasolina, decidieron ingresar a los predios y robarle una cosecha de frijol, así como un lote de madera que se encontraba en el lugar. 

Además de esto, denunció que estas personas, unas 40, no dejan que ingrese a su propiedad a preparar la tierra para la siembra de caña de azúcar, precisamente ante la próxima llegada de la temporada de lluvias, y que es el momento adecuado para hacer el movimiento de maquinaria. 

“En 2002 nos expropiaron un lote de tierras y ahora nos quieren quitar la finca completa. Lo triste es que hay personas que incluso trabajaron de tractoristas con mi papá en esos terrenos”, lamentó García. Aseguró que ha ido a diversas instancias, pues sabe que estos sujetos no tienen nada en su contra, ya que sus tierras han sido productoras de maíz, yuca, arroz, caña y hasta girasoles. 

Advirtió que esta situación afecta la productividad de las tierras, pues al apoderarse grupos armados al margen de la ley de las fincas, no se hace el preparado de las mismas para nuevas siembras. 

Reuniones estériles

Barinas, a pesar de ser el principal productor de carne y leche del país, del cual depende gran parte del territorio nacional para alimentarse, no escapa del grave problema del combustible, pues a estos sí se les cerró la llave definitivamente. 

José Espinoza, miembro de la Asociación de Productores Rurales del estado Barinas, informó que se han llevado a cabo reuniones con las autoridades militares, les han entregado un listado de más de 600 productores agremiados que necesitan abastecerse de gasolina para poder trabajar, pero no han obtenido respuesta. 

Aseguró que hay un grupo de ganaderos que por tener influencias o pagar los 40 o 60 dólares que piden en las estaciones de servicio para llenar los tanques pueden seguir operando, acción que critica, pues incluso él no ha podido ir a su finca por no disponer de gasolina para su vehículo. 

Consideró que el sector ganadero en estos momentos está deprimido, pues el abigeato, las invasiones, las extorsiones y la sequía han mermado la producción de carne en la entidad, lo que ha encarecido el producto final. 

Lo que a nosotros nos cuesta hacer tres años, los carniceros lo hacen en unos días…Nosotros no somos los que encarecemos los productos, señaló Espinoza.

Aseguró que en todo el estado hay más de 400.000 productores de carne y leche, y solo en el municipio Barinas hay unos 5000, afectados todos por el desabastecimiento de combustible. 

Agregó que, de toda la producción ganadera del estado, 70 % se va hacia el centro y el oriente del país, mientras que el 30 % restante queda en el mismo estado, va a zonas andinas y a Apure, pero advirtió que, de ese cien por ciento, apenas se produce la mitad en estos momentos. 

Como productor de arroz lamentó que en estos momentos no se cuente con preparación para la temporada de lluvias. Incluso se ha visto en la necesidad de llevar sus cargas de arroz a Portuguesa, con la asociación de ese estado para que allá la procesen, pues no tienen cómo hacerlo ante la falta de combustible. 

Al igual que en las demás regiones, no cuentan con agroinsumos ni agroquímicos para esta temporada, pues al no poder viajar a Colombia para adquirirlos, se encuentran “desarmados” para cuando empiecen las precipitaciones. 

 


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