Usuarios y transportistas estuvieron de acuerdo en crear una comisión mixta para buscar solución a la crisis del transporte público. Los vecinos que asistieron al evento, organizado por Crónica.Uno, dijeron que ellos son víctimas del colapso y aunque entienden que el pasaje subió, piden a los choferes solidaridad con la tercera edad y los estudiantes.
Caracas. Un cambio de gobierno, una tarjeta integrada para el cobro del pasaje, que se le pague al transportista por kilometraje recorrido, crear tasas de interés preferencial para el financiamiento de nueva flota; bono de transporte para usuarios de la tercera edad y los estudiantes, promover la expansión del sistema de traslado subterráneo y crear una comisión mixta usuarios y choferes para entablar conversaciones con el Ejecutivo. Esas fueron las conclusiones más resaltantes del foro “Gente a pie por colapso del transporte”, organizado por Crónica.Uno y moderado por Julio Materano, periodistade la fuente de Ciudad del diario El Universal.
Carmen Ruiz, vocera del Comando Intergremial del Transporte; Simón Ballesteros, presidente del Instituto Metropolitano del Transporte (Inmetra); Luis Alberto Salazar, presidente del Comité de Usuarios del Transporte; Ricardo Sansone, fundador de la Asociación Familia Metro; José Gregorio Caribas, presidente de la Comisión de Transporte del Cabildo Metropolitano y Manuela Orozco, quien dio su testimonio como taxista y transportista de carga pesada, fueron los ponentes que durante tres horas explicaron el porqué de la crisis.
Hablaron ante un público compuesto por vecinos de El Valle, Caricuao, San José, 23 de Enero, La Pastora, San Bernardino, Sucre, La Vega, San Pedro, Coche y Antímano.
Carmen Ruiz destacó que como gremio están profundamente preocupados por la crisis generada, entre otras razones, por la descomunal devaluación de la moneda efectuada entre 2016 y septiembre de 2017, a un nivel de más de 25.000 %.
Además los repuestos e insumos para transporte público en más de 85 % son adquiridos en divisas extranjeras. Esta situación ha conducido a una significativa carencia de transporte”.
Carmen Ruíz: “Por la vía que llevamos, para diciembre es posible que no tengamos transporte público”.
A su juicio, por la disminución acelerada de los vehículos no es posible prestar el servicio con normalidad. “Muchas líneas están operando con menos de 70 % de su capacidad”.
Puso como ejemplo que en caracas la línea Casalta-Chacaíto, de 300 unidades inscritas inicialmente, actualmente tienen 120, pero solo trabajan 80 carros.
Mientras que Manuela Orozco habló de las penurias que pasan los taxistas, “que siempre han sido los cajeros automáticos de los delincuentes”.
En su análisis destacó que siendo el Estado venezolano el dueño de los seguros Horizontes y la Previsora, un taxista jamás ha tenido derecho a una póliza de seguro para los vehículos.
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“De manera personal se lo pregunté a Haiman El Troudi, cuando era ministro de Transporte. Eso fue hace tres años y aún nadie ha dado respuestas a las necesidades de este sector. Nunca hablan de una póliza y mucho menos de la reposición de unidades. Aquí lo que están llegando son los carros chinos, pero no se fabrica. Los que prestan el servicio tienen más de 18 años y por más que se mantengan, ya cumplieron su vida útil”.
Lo otro que señaló como un problema es que los taxistas, como prestadores de servicios, no tienen asociaciones, trabajan por su cuenta, no tienen acceso a los dólares preferenciales para la adquisición de cauchos y repuestos.
José Gregorio Caribas, concejal metropolitano, dijo que aquí se está dando un apartheid político en materia de transporte. “No se trata de subirlo o no. La gente ya está pagando 1000 bolívares y hasta 2000 bolívares para subir a Las Casitas en La Vega. Un alza afecta al ciudadano, al obrero, al trabajador. Pero aquí hay otra coyuntura. Los transportistas no pueden seguir aceptando las migajas del Gobierno, pues lo que este quiere es la paralización total de servicio”. Dijo que ahora están hablando de una paralización de casi 80 % del transporte público. “Eso no es cuento, nosotros vemos cómo la gente se monta en camiones en La Vega y cómo se caen a trancazos en las noches para poder trasladarse a Vargas incluso en unidades deterioradas, que no son nada seguras. Lo que estamos viendo es un problema muy grave, que vuelvo y repito, no es solo del aumento de la tarifa”. Por eso propuso crear una comisión usuarios-transportistas, antes de que el sector llegue al colapso total, tal como está sucediendo con el Metro de Caracas. “Pues de seguir así, en enero de 2018 estaremos enfrentando una suspensión cercana al 95 %”. Hizo un llamado a los vecinos a incorporarse a la protesta, pues no puede ser que la solución sea montarse en un camión.
Además, en su intervención cercana a los 20 minutos, hizo énfasis en el mal estado de las vías, “lo que perjudica aún más a las chatarras que estamos rodando. Para que mejore el servicio que sufre adicional por la escasez de efectivo, indudablemente tiene que haber un cambio de Gobierno”.
El público asistente estuvo conformado por cerca de 40 personas, usuarios de todas las modalidades de transporte que hacen vida en Caracas: troncales, Metro, Buscaracas, busetas, mototaxis, taxis, ferrocarril e incluso el Transmetrópoli.
Sobre ese último sistema habló Simón Ballesteros, de Inmetra, quien se refirió al descenso de la flota, como consecuencia de que no exista una política clara y definida para atender el tema social.
Dijo que la Alcaldía Metropolitana impuso el programa Transmetrópoli con la idea de mejorar la calidad del servicio. “Pero, obviamente, impulsar este proyecto requería de grandes recursos y eso no ocurrió luego de la creación de la Alcaldía Distrital, a la que le transfirieron todos los recursos y competencias. Ahora, tenemos más de 40 % del transporte superficial paralizado por falta de mantenimiento, hay un aproximado de 10 % de unidades que migraron a otras rutas, otro 10 % de los conductores guardó sus unidades porque no les es rentable”.
A su juicio, el servicio se está prestando, a esta fecha, con 35 % de las unidades en toda el área metropolitana y la tendencia es a que baje 3 % mensual.
“Eso lo palpas en la calle y en las paradas con la aglomeración de usuarios, porque no hay suficientes unidades. Son cerca de 4000 ó 5000 carros, que además ya vencieron su vida útil, pasan de los 18 años, incluso algunos tienen cerca de 50 años y se siguen usando. Entonces qué es lo que tenemos: unidades chatarras que cada vez más necesitan mantenimiento”.
A ello sumó, al igual que Orozco, el problema de la vialidad. Ballesteros, ingeniero de profesión, destacó que existen en la Gran Caracas 3700 kilómetros de vías que a lo largo de estos años han recibido un bajo mantenimiento. “80 % de las calles están y no tienen señalización”.
Por tanto, consideró que el incremento de la tarifa no va a solucionar todas estas fallas. “Poner un precio alto del pasaje no cubrirá la parte social del problema. El usuario no va a poder pagarlo y el transportista va a estar obligado a trasladar gratis al estudiante y a la tercera edad, pues no les cancela los subsidios. Simplemente están ahorcando”.
¿Dónde está la solución?
Se puede crear un boleto integrado para el transporte, pagar al transportista por kilómetro recorrido, crear una autoridad del transporte y cambiar al Gobierno.
Luis Alberto Salazar, del Comité de Usuarios, propuso crear una comisión mixta para enfrentar al enemigo común que es el Gobierno, esto de cara al nuevo aumento del pasaje. “Acordemos entre ambos sectores, porque lo queremos es calidad del servicio, que se respete la tercera edad y el pasaje estudiantil. Cobremos por kilometraje y no por persona cargada, eso es más equitativo, porque el transportista no puede poner él solo el pasaje. Si el Gobierno no atiende las quejas, entonces lo ponemos en conjunto, pero que sea un acuerdo y que se tome en cuenta la petición del usuario, que es una víctima más en todo esto”.
Luis ALberto Salazar
“Hay 26 proyectos para el transporte y todos están engavetados”
No solo del colapso del transporte superficial se habló en el foro. Ricardo Sansone hizo una exposición minuciosa de cómo el Metro de Caracas y sus vertientes se han venido a menos y hoy en día el sistema no es capaz de soportar la alta demanda.
Empezó su ponencia dejando claro que el Metro es un sistema altamente soportado por el Gobierno, que no da ni para pagar la nómina ni a los proveedores.
“El Metro tiene tres caminos para recibir dinero: la boletería, los alquileres de los locales comerciales y la publicidad que, dicho sea de paso, ha bajado mucho y ahora en esos espacios colocan propaganda que no deja ganancias”.
Lo otro que puso sobre el tapete es que está inmerso en un proceso de partidización y de apego ideológico, con lo cual hoy en día se ha abandonado el profesionalismo a la hora de reclutar y de hacer la selección del personal. “El adiestramiento ha dejado de ser técnico para ser ideologizado. De 4560 trabajadores que había en 2003 —2000 fuimos despedidos en esa fecha— pasó a tener una nómina de 10.500 cuando en todo este tiempo lo que se ha construido son ocho estaciones. Por eso el Metro no está respondiendo a la demanda de la ciudad, aunque estemos conectados con el ferrocarril y el subterráneo de Los Teques. Lo que no se hace ahora es mantenimiento”.
Y el dato más evidente que ofreció fue el de la flota superficial que de tener 208 autobuses, para la fecha solo están operativos 111. “Solo 21 % de la flota presta servicio”.
Y si se trata del Buscaracas, mencionó que la página oficial dice que mueve 120.000 usuarios, cuando no llega a 30.000. Además, no cobra el servicio, nunca terminaron las instalaciones y se maneja el sistema como uno más de autobuses y no como uno integrado e inteligente.
Del Cabletren, indicó que era un proyecto que iba desde al barrio 5 de Julio hasta el Waraira Repano y que lo prometieron para 2014. “Todavía estamos esperando”.
Los asistentes, al final de las ponencias, tuvieron oportunidad de participar con preguntas y opiniones. Nelly Carmona, socióloga y habitante de la parroquia El Valle, consciente del colapso pidió a los conductores solidaridad con la tercera edad, que no puede pagar las altas tarifas y Eulogio Figueras, de la parroquia San José, aplaudió que los transportistas estén despertando y haciendo pública su crisis, pues a su entender estuvieron muy rezagados en las luchas y protestas realizadas por el pueblo.
Finalmente, se hicieron preguntas como por qué no se llama a un paro, a lo que Carmen Ruíz respondió que ya lo hay, es un paro técnico. Otra de las interrogantes fue ¿cómo solucionar el caos? Y la conclusión global de los ponentes es que urge un cambio de Gobierno.
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