Falta de aumento salarial muestra que el Gobierno tiene poca capacidad para mejorar la economía

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“Nos hemos arropado hasta donde alcanza la cobija”, dijo el ministro del Trabajo, Francisco Torrealba, al ser cuestionado por no haber aumento salarial este 1° de mayo. Para el vocero, las prestaciones sociales y otros beneficios están en segundo plano ante la prioridad de que “llegue más dinero al bolsillo” con los bonos.

Caracas. Para un gobierno que se jactaba de la cantidad de aumentos salariales que hizo durante parte de su gestión, y que no reconoció el impacto inflacionario que tuvieron esas medidas, puede resultar contradictorio que su ministro de Trabajo, ahora, reconozca que “la recuperación económica no surge por decreto, pasa por elevar los niveles de producción”. 

Las expectativas de los trabajadores, jubilados y pensionados de mejorar, medianamente, sus ingresos se vieron truncadas cuando Nicolás Maduro decidió “ajustar” el bono de guerra económica (que reciben quienes están inscritos en el sistema Patria) y el de alimentación, que solo perciben los trabajadores activos. 

Hay que mantener la salud financiera del Estado. Estos incrementos que se hacen están sustentados en dinero orgánico, dinero del cual se dispone, no dinero que se va a fabricar. Nos hemos arropado hasta donde alcanza la cobija, dijo, en entrevista para La Romántica, el ministro de Trabajo, Francisco Torrealba.

Reconocimiento de las reducciones

Durante años, expertos aseguraron que parte de la crisis inflacionaria que ha vivido Venezuela en las últimas dos décadas se debió al gasto excesivo, aparentemente sin respaldo, por parte del Gobierno para pagar las nóminas públicas.

Esa política comenzó a frenarse en 2018. Desde entonces se desconocieron las contrataciones colectivas y se fijaron tablas salariales únicas para todo el sector público, y continuó este 1° de mayo.

Al congelar el salario mínimo, como en efecto ha hecho Maduro, se han inventado una fórmula que minimiza el impacto en prestaciones sociales, pagos de utilidades y otros beneficios laborales vinculados al salario mínimo. Minimizan el impacto fiscal, explicó, en su cuenta de Twitter, el economista y profesor universitario, Leonardo Vera.

El ministro Torrealba, al consultársele por el impacto en las prestaciones sociales, le restó importancia. Para resolver la coyuntura, es más importante tener dinero disponible que tener acumulado algún tipo de ahorros”, dijo al ser cuestionado por la pérdida de retroactividad de las prestaciones.

¿Hay o no hay dinero para pagar?

En entrevista con el Circuito Éxitos, el economista y director de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, dijo que la capacidad del Estado de “incidir” en la economía del país “hoy está disminuida, por no decir ausente”, debido a sus limitaciones para su generación de ingresos y para gastar. 

El Gobierno insiste en que “el bloqueo y las sanciones estadounidenses” son la causa principal de porqué no pueden hacer ajustes mayores, y si bien el factor externo sí ha mermado sus ingresos, el deterioro de la industria petrolera, y la corrupción interna, siguen siendo factores clave detrás del estancamiento de la producción. 

Según estimaciones de Ecoanalítica, la nómina pública se ha reducido de entre cinco y seis millones de empleados públicos a alrededor de tres millones en los últimos años. Mientras que entre jubilados y pensionados, se culculan otras cinco millones de personas.

Pero, sin presupuesto claro de ingresos y egresos, ni cifras de producción petrolera, mercado laboral u otros indicadores económicos, es difícil determinar, hasta qué punto, la decisión de no aumentar los salarios responde a causas económicas o a causas políticas.

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