Los cancilleres de la región se reunieron de emergencia este martes vía teleconferencia, a petición de Colombia. Presidentes de la región apoyaron a Guaidó, mientras los aliados ideológicos de Maduro tildaron la insurrección cívico militar como un golpe de Estado.
Caracas. El Grupo de Lima se reunió de urgencia a comienzos de la tarde de este martes vía teleconferencia, a solicitud del canciller de Colombia, Carlos Holmes Trujillo y del representante de Venezuela ante el organismo, el diputado Julio Borges.
A la vista de los recientes acontecimientos ocurridos en Venezuela, donde el presidente de la Asamblea Nacional (AN) y encargado de la República, Juan Guaidó, instó al pueblo y la FANB a activar la fase definitiva de la Operación Libertad, los integrantes del Grupo de Lima acordaron en primero lugar, dar pleno respaldo “al proceso constitucional y popular” emprendido por el pueblo venezolano, para recuperar la democracia en Venezuela; y rechazaron “que dicho proceso sea calificado como golpe de Estado”.
Además, exigieron el pleno respeto a la vida, la integridad y la libertad de los venezolanos, los miembros de la Asamblea Nacional y de todos los líderes de las fuerzas democráticas venezolanas, así como la liberación inmediata de los presos políticos.
Los países de la región también renovaron su llamado a la FAN para que manifieste su lealtad a Guaidó como Comandante en Jefe y cesen “de servir como instrumentos del régimen ilegítimo” que oprime al pueblo y viola los derechos humanos.
Insistieron en conminar a Nicolás Maduro a cesar la usurpación, al tiempo que le advirtieron sobre su responsabilidad compartida con los cuerpos armados y de inteligencia al servicio de su régimen por el uso indiscriminado de la violencia para reprimir a la ciudadanía.
El pronunciamiento fue acordado por los representantes de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú y Venezuela, quienes se declararon en sesión permanente, y convocaron una nueva reunión presencial para este viernes 3 de mayo, en la ciudad de Lima.
Apoyos de lado y lado
Desde horas de la mañana diferentes gobiernos del mundo se comenzaron a pronunciar, unos en apoyo a la rebelión cívico militar y otros en apoyo a Maduro. Uno de los primeros pronunciamientos fue el del secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo quien manifestó el pleno apoyo del gobierno de Donald Trump “al pueblo venezolano en su búsqueda de la libertad y la democracia”.
La portavoz del gobierno de España, Isabel Celaá, leyó un comunicado oficial de La Moncloa en el que expresa el deseo del gobierno de Pedro Sánchez de “que no se produzca un derramamiento de sangre en Venezuela”. El comunicado reiteró el apoyo a un proceso democrático pacífico en el país y su apuesta por la “celebración inmediata de elecciones para la designación de un nuevo presidente”.
El gobierno de Costa Rica también emitió una nota oficial en la que aboga por una solución a la crisis que debe ser pacífica y “surgir de los propios venezolanos e instó a “crear las condiciones necesarias para unas elecciones libres, transparentes y creíbles”.
Los presidentes de Paraguay, Colombia, Chile y Brasil entre otros también expresaron su apoyo a la rebelión cívico militar al igual que el secretario general de la OEA, Luis Almagro, ofreció su respaldo a Guaidó a través de su cuenta Twitter: “Saludamos adhesión de militares a la Constitución y al Presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó. Es necesario el más pleno respaldo al proceso de transición democrática de forma pacífica”.
El canciller de Nicolás Maduro, Jorge Arreaza, replicó a todos estos pronunciamientos responsabilizando en primera instancia al gobierno de Estados Unidos: “Hace un alarde de diplomacia al promover y financiar un golpe de Estado violento en Venezuela. La obsesión de Washington por controlar la riqueza petrolera venezolana los lleva de torpeza en torpeza”.
Maduro recibió el apoyo de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), Cuba, Nicaragua, Bolivia, Rusia y Turquía.
Entretanto, el presidente de México, Andrés López Obrador señaló que su gobierno se mantendrá neutral. Dijo que el pronunciamiento de México en estas circunstancias sera “el mismo de siempre, apego a nuestra Constitución, no intervención, solución pacífica en los conflictos, no intervenir en estos casos”.
López Obrador dijo que su país aboga por el diálogo: “Deseamos que haya diálogo, que se respeten los derechos humanos, que no se preste a la violencia en todos los países, pero no intervenimos”.
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