Hasta dos días de cola hicieron en Quinta Crespo para comprar solamente tres kilos de carne

precio de la carne

“¿Sabes lo que es que uno tenga que hacer esto porque abre la nevera y no hay nada? ¿Qué le voy a dar a mi bebé? ¿La voy a mantener a punta de tetero? No, porque ya está grande”, expresó Shirley el martes al mediodía, cuando le faltaban pocos minutos para llegar al expendio. Esperaba ese momento desde el domingo. Los guardias nacionales controlaban el acceso de las personas que esperaban en las afueras. El desabastecimiento, que alcanzó 90 %, es responsabilidad del Ejecutivo, aseguran productores.

Caracas. Luego de esperar dos días para comprar apenas tres kilos de carne de res, Shirley por fin llegaba al expendio en el mercado de Quinta Crespo el martes 13 de noviembre al mediodía. Cargando a una niña en sus brazos, relató que llegó el domingo en la madrugada y se turnó con su hija. El lunes estuvo todo el día en la cola y se fue a la medianoche después de que funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) entregaron los papelitos con los números. A ella le dieron el 200. Regresó a las 5:00 a. m. del martes.

En mi casa no hay carne, por eso estoy haciendo esta cola. Somos tres personas en el hogar y lo que voy a comprar hoy solo me alcanzará para una semana, y eso porque uno varía. No todos los días vamos a comer carne, dijo. Y tengo que hacer otra odisea desde mañana miércoles para poder comprar pollo el viernes, añadió.

Detrás de ella estaba Deisy, una consumidora que escuchaba la conversación. Expresó: “Estamos cansados de estas colas, obstinados. Mi familia es grande y los tres kilos no duran ni siquiera tres días. Estoy cansada y decepcionada”.

“Esa es la palabra: decepción”, coincidió Shirley, “¿Sabes lo que es que uno tenga que hacer esto porque abre la nevera y no hay nada? ¿Qué le voy a dar a mi bebé? ¿La voy a mantener a punta de tetero? No, porque ya está grande”, agregó Shirley.

En el mercado de Quinta Crespo los comerciantes vendían a precio regulado (310 bolívares soberanos) combos que traían tres kilos de carne de res. “Nos los trajeron proveedores supervisados el domingo”, dijo una trabajadora. “Esto lo manda Maduro”, agregó un carnicero.

En las adyacencias del mercado, decenas de personas esperaban sentadas, cansadas y ansiosas, por comprar el alimento. El acceso era regulado por guardias nacionales. María llegó el lunes a las 11:00 a. m. y aproximadamente medio día después los militares le entregaron el número 482. “Lo ideal sería ir a la carnicería y comprar la carne que uno quiera”, expresó. “Esta es la necesidad que pasa el pueblo, seguimos pasando hambre”, añadió otra mujer que hacía la cola.

Pero hubo un grupo de personas que se ahorró la espera: los representantes de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap), quienes aguardaban en el estacionamiento del mercado para comprar el combo. Una vocera, que sostenía una lista, dijo:

“Esto es nada más para las estructuras de los Clap. Es una jornada que le asignaron a varios y nosotros caímos sorteados para comprar los tres kilitos de carne”. Un hombre del grupo corroboró: “Esto es solo para la gente de los Clap. A nosotros nos reunieron y nos dijeron que nos llamarían cuando esto estuviera un poco más desocupado”.

Desde comienzos de septiembre la carne prácticamente desapareció de los expendios. De manera intermitente ha aparecido en mercados municipales a precios regulados. Y en otras carnicerías ha llegado de forma irregular a precios exorbitantes.

“El Ejecutivo es el responsable”

Desde que gobernadores estatizaron el sector, el desabastecimiento de la carne de res en el país alcanzó 90 %, denunció Carlos Albornoz, presidente del Instituto Venezolano de la Leche y la Carne. El gobernador de Guárico, José Vásquez, les exige a productores agropecuarios 60 % del rebaño que es arrimado a los mataderos de beneficio. Los mandatarios regionales de los estados Apure, Barinas, Yaracuy, Portuguesa y Cojedes —que son, respectivamente, Ramón Carrizalez, Argenis Chávez, Julio León Heredia, Rafael Calles y Margaut Godoy— piden 30 % del ganado que va a matanza.

Esto es responsabilidad del Ejecutivo, tanto del presidente de la República que les dio la orden, como de esos seis gobernadores y del Insai [Instituto Nacional de Salud Agrícola Integral], que no da las guías de movilización necesarias para poder enviar la carne a los grandes centros de consumo. Los gobernadores quieren que se les entregue la carne para ellos comercializarla y venderla al precio que les da la gana. Mientras ellos hacen negocio con la carne de los productores agropecuarios del país, el precio del rubro ha aumentado más de 900 % en los últimos dos meses y medio desde que estatizaron el sector, expresó el empresario.

Armando Chacín, presidente de Fedenaga, aseguró que esos gobernadores insisten en intervenir la cadena de comercialización a precios irrisorios, que son 45 bolívares soberanos el kilo de vaca en pie y 50 bolívares soberanos el kilo de toro en pie, que no cubren los costos de producción.

Ni siquiera con un mandato del ministro de la Defensa se ha podido resolver la situación. En la Gaceta Oficial 41.325, del 22 de enero, la jefatura de la Gran Misión Abastecimiento Soberano y Seguro, presidida por el ministro Vladimir Padrino López, ordenó detener la aplicación de los decretos que obligan a los productores a vender hasta 50 % de sus productos a organismos de Guárico, Barinas, Apure y Cojedes.


Participa en la conversación