Elvis Carreón, de 32 años, fue a hacerle una carrera a un hombre en el barrio La Pradera de Petare y recibió un tiro en la cabeza. Le robaron la moto, los zapatos y su cartera.
Caracas. Yajaira Marín lloraba recostada de una reja, afuera de la morgue de Bello Monte. Se calmaba por minutos y luego seguían cayendo las lágrimas, aunque dos mujeres permanecían a su lado para darle consuelo.
Su rostro blanco resaltaba bajo su cabello amarillo, recogido, y por sus ojos, marcadamente rojos por tanto frotarlos al llorar. Le mataron a su esposo, con quien duró 10 años y tuvo una hija.
La noche de este lunes, Elvis José Carreón, de 32 años, fue a hacer una carrera en su moto al sector El Grupo del barrio La Pradera, en Petare.
Según comentarios de vecinos que oyó Yajaira, el pasajero se lanzó de la moto al ver unos sujetos que le dispararon, pero el tiro lo recibió Elvis en la cara.
Cuando se enteró, subió hasta ese sector, próximo a su casa, y vio muerta a su pareja. Le habían robado su moto, modelo Owen color rojo, sus zapatos y su cartera.
Contó que se desempañaba como herrerero, pero como no estaba recibiendo mucho trabajo decidió rebuscarse como mototaxista, aunque no pertenecía a ninguna línea sino que le hacía carrera a conocidos.
“No sé mucho, no he tenido tiempo de averiguar qué fue lo que pasó. Nadie va a querer decir nada en el barrio. No conozco al hombre que le estaba haciendo la carrera, él solo me dijo que iba a llevar a alguien a ese sector antes de salir”, soltó poco a poco Yajaira, haciendo pausas para cercarse el llanto.
La víctima dejó huérfana a una niña de siete años.
También en Petare, pero el domingo en horas de la noche, fue asesinado Lesinller Javier Ávila, de 25 años.
Su hermano, Jesús Martínez, comentó que el joven vendía jugos en la redoma y fue atacado a tiros. Desconocen qué sucedió, pues cuando llegó al hospital Pérez de León ya no tenía signos vitales.
“Hay demasiados malandros, ahorita la delincuencia está demasiado fuerte. Espero que haya justicia, pero no creo”, expresó.
Lesinller tenía dos hijos, de cinco y siete años. Vivía en Caucagüita y trabajaba todos los días en la redoma de Petare.
Foto referencial: Angeliana Escalona
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