Jóvenes temen regresar a la Cota 905 luego de ser desplazados por la violencia

la Cota 905

A 12 días del conflicto armado en la Cota 905, que se extendió en cinco parroquias del oeste de Caracas y provocó el desplazamiento de vecinos de varios sectores, algunos habitantes decidieron volver a sus casas para evitar más destrozos que, presuntamente, han cometido funcionarios en sus viviendas durante los operativos.

Caracas. Brayan* agarró ropa de su hijo, más lo primero que encontró en el camino y salió de su casa, en la Cota 905. Él, su pareja y el niño bajaron a las 8:00 a. m., cuando ya era lo suficientemente claro, para evitar que un policía les disparara en la madrugada: el barrio estaba a oscuras porque habían cortado la luz. Desde el viernes 9 de julio no regresa a su casa porque tiene miedo. 

Hace 10 días duerme con su familia en la casa que tienen sus padres en el estado Miranda. La suegra de Bryan se quedó en la vivienda para resguardar las cosas de valor y es ella quien se encuentra con el papá de Brayan y les manda ropa. 

Brayan tiene 27 años. Por ser un hombre joven, que vive en un sector popular, tiene miedo de que la policía le dispare porque crea que es delincuente. Yo salí de mi casa por miedo, porque soy joven, y así hay muchos jóvenes sanos que salieron del barrio. Vivimos en incertidumbre, no sabemos qué pueda pasar después porque siguen buscando a los de la banda

Gonzalo* y sus primos tampoco han regresado a su casa desde el viernes 9 de julio. Sus padres temen que la policía los lleve detenidos, porque aún hay presencia de funcionarios en la zona y allanamientos a viviendas.

Los allanamientos los siguen haciendo, sobre todo en las noches y en la madrugada, y se están llevando a muchos hombres jóvenes detenidos. La familia tiene miedo y para evitar malos ratos, o que nos vaya a pasar algo, prefieren que estemos fuera mientras la cosa se termina de calmar.

Sin embargo, otras personas comenzaron a regresar a sus hogares en la Cota 905 y El Cementerio, entre el viernes 16 de julio y el sábado 17, ante las informaciones de sus vecinos de que, presuntamente, la policía estaba entrando a las viviendas, robando pertenencias y causando destrozos.

Foto: Gabriel Vera

Una vecina le contó a mi prima que se metieron a su casa, derribaron la puerta, se llevaron pertenencias y causaron destrozos. Esto sucedió en muchas casas, la policía robó y causó destrozos, por eso la gente comenzó a regresar, contó un habitante de la Cota 905, a quien por seguridad se le resguardará la identidad. 

El miércoles 7 de julio se originó una balacera en la Cota 905 que paralizó las parroquias El Paraíso, La Vega, San Juan, Santa Rosalía y El Valle. Hombres armados, supuestos miembros de la megabanda de la Cota 905, dispararon en contra de sedes policiales porque, presuntamente, habían herido a Leonardo Polanco, líder de la banda aliada del Loco Leo.

Testigos vieron a estos hombres en espacios que antes no habían tomado, como la plaza Madariaga de El Paraíso y el bulevar de El Cementerio.

La megabanda de la Cota 905 es liderada por Carlos Luis Revete, conocido como el Coqui, junto con Garbis Ochoa y Carlos Alfredo Calderón, apodado el Vampi. Según investigaciones del abogado y criminólogo, Luis Izquiel, este grupo armado tiene en sus filas a más de 200 hombres que portan armamento de guerra y operan en un extenso territorio, incluso en otros estados como Miranda (Barlovento) y Aragua. 

Infografía: Amadeo Pereiro

Civiles armados atacaron el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) en El Paraíso y Quinta Crespo, y El Helicode, en Roca Tarpeya, en venganza. El conflicto armado se extendió hasta el jueves 8 de julio y, además, los cuerpos de seguridad cerraron los principales accesos de estas parroquias al oeste de la ciudad como parte de un operativo de seguridad. 

Tras casi 48 horas de tiroteo, que se escuchó en zonas lejanas como La Pastora, San Martín y Vista Alegre, la ministra de Interior, Justicia y Paz, Carmen Meléndez, informó que desde la noche del jueves 8 de julio se había desplegado un operativo en la Cota 905, El Cementerio y zonas aledañas, donde el grupo delictivo mantiene en zozobra a los vecinos.

Por casi tres días los habitantes de los sectores afectados no durmieron bien y estuvieron bajo el sonido de ráfagas de disparos de armas largas y explosiones de granadas. Vecinos reportaron balas perdidas en apartamentos de El Paraíso durante el conflicto armado. 

Foto: Cortesía de vecinos

La violencia y la presencia policial en la Cota 905 desplazó a familias que sintieron temor a ser heridas durante los tiroteos o por miedo a ser asesinados, o detenidos, por los cuerpos de seguridad. Según el informe anual del Programa Venezolano de Educación y Acción en Derechos Humanos (Provea), durante el 2020 hubo 2853 presuntas ejecuciones extrajudiciales. La mayoría de las víctimas fueron jóvenes que vivían en sectores populares y que tenían entre 18 y 30 años.

En la vivienda de Inés* se refugiaron al menos 23 personas, entre ellos menores de edad, que bajaron desde las zonas más altas de la Cota 905 el viernes 8 de julio después de las 3:30 a. m., antes de que entraran las fuerzas de seguridad.

Todo estaba oscuro, no teníamos luz desde el miércoles. A las 3:00 a. m. comenzó el alboroto, pasaban gritando por la calle que saliéramos, porque iba a subir la policía. En mi familia hay personas mayores, con problemas de salud y no podíamos salir, por eso decidimos quedarnos.

Pasadas las 6:00 a. m. a la casa de Inés entraron los funcionarios. Todos estaban en la sala, el lugar más seguro para refugiarse de las balas perdidas. Los apuntaron con su armamento, vieron a los adultos y niños y siguieron sin decir palabra alguna. Los adultos no pararon de rezar desde la madrugada. 

“Nosotros dejamos la puerta de la casa abierta para evitar que nos la tumbaran. En casas cerca de la mía sí hubo destrozos, se metieron y robaron cosas. De mi casa tuvieron que irse mi sobrino y mi hijo, que son jóvenes, por miedo a que los matara la policía, son unos muchachos preparados, ser de la Cota 905 no es ser malandro”, dijo. 

Este lunes 19 de julio, el segundo comandante de la Policía Nacional Bolivariana, coronel Rubén Santiago, informó que la Operación Gran Cacique Indio Guaicaipuro seguirá en la Cota 905 y en El Paraíso.

Muchos pensaron que íbamos a la Cota 905 a desarrollar un dispositivo más y no es así, tenemos instrucciones de quedarnos hoy, mañana y siempre en esos espacios, porque se trata de una operación continuada en protección a todas las familias que residen en esa zona, dijo durante el programa Seguridad en Acción transmitido en la página web del Ministerio de Interior, Justicia y Paz. 

Operativo con cifras rojas 

Según cifras del Monitor de Víctimas, 37 personas fueron asesinadas durante el conflicto armado que inició el miércoles 7 de julio. Cuatro de estas víctimas eran funcionarios de los cuerpos de seguridad, seis eran presuntos integrantes del grupo delictivo y tres no están identificados hasta el momento. 

Sin embargo, las cifras oficiales son otras, según la vicepresidenta Delcy Rodríguez y la ministra de Interior, Justicia y Paz, Carmen Meléndez, quienes informaron que la operación Gran Cacique Indio Guaicaipuro dejó 22 presuntos delincuentes muertos y 28 heridos

En una rueda de prensa, el sábado 10 de julio, aseguraron que rescataron a nueve ciudadanos que estaban secuestrados y recuperaron 39 casas que fueron abandonadas por sus habitantes en el barrio El Naranjal de la Cota 905.

Los operativos policiales continuaron durante toda la semana, de acuerdo con los vecinos, y por eso los jóvenes temían regresar al barrio. Por otros habitantes o familiares se enteraron de que la policía entraba a las casas, destrozaba y robaba.

La operación Gran Cacique Guaicaipuro se extendió hasta Petare, donde este sábado 17 de julio se desplegaron los cuerpos de seguridad. El viceministro de Prevención y Seguridad Ciudadana, Endes Palencia, informó que fueron asesinadas nueve personas, presuntos delincuentes que se enfrentaron a las fuerzas de seguridad; dos pertenecían a la megabanda de la Cota 905 y siete a la banda del Wilexis, que opera en esa parroquia. 

Delincuentes tomaron espacios de otras comunidades

A finales de diciembre de 2020 los vecinos de La Vega denunciaron que hombres armados, presuntamente aliados de la megabanda de la Cota 905, tomaron la zona montañosa de la parroquia en los sectores El Carmen, Valle Alegre y calle Zulia. 

violencia
El Carmen, La Vega. Foto: Cortesía vecinos

Entre el 8 y 9 de enero de 2021 se desplegó un operativo de seguridad para capturar a los miembros de esta megabanda y fueron asesinadas 23 personas, según cifras de Provea. Desde entonces los niveles de violencia en la zona incrementaron paulatinamente. 

A finales de mayo los tiroteos entre delincuentes y policías eran cada vez más frecuentes y paralizaban la parroquia La Vega y El Paraíso. Solo entre el 24 de mayo y el 29 de junio murieron ocho personas en balaceras. 

Estos episodios de violencia ya estaban desplazando a vecinos de La Vega. Según testimonios recogidos por Crónica.Uno, hubo vecinos que se fueron temporalmente a casa de familiares. En el sector Las Torres, parte más alta de la comunidad, hubo casas que fueron abandonadas y los dueños las pusieron en venta, pues quedaban en la línea de fuego cuando se enfrentaban los delincuentes y la Policía Nacional Bolivariana (PNB) que tiene un módulo en las torres de electricidad. 

También se conoció de habitantes de El Paraíso que pusieron sus apartamentos en venta y de personas que sacaron temporalmente a sus familiares, adultos mayores, para evitar complicaciones de salud por el estrés. Se conoció que los policías se movilizaron por temor. 

(*) Los nombres fueron cambiados por medidas de seguridad.

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