La Casa de los Ustáriz: un espacio de encuentro literario en Guayana

Casa de los Ustáriz

Desde 2022 nació en Ciudad Guayana un punto de encuentro para la lectura. Eso era la Casa de los Ustáriz en la Venezuela del siglo XIX, y reunió a personajes como Andrés Bello, Simón Bolívar y Vicente Salias.

Puerto Ordaz. Los buenos proyectos surgen de buenas inquietudes. Esa es la historia de los encuentros en La Casa de los Ustáriz.

En febrero de 2022, entrevistaron a Alana Márquez en un live de Instagram para hablar de los microcuentos que ella publica en una cuenta en esta red social. Le preguntaron sobre sus expectativas con relación a qué hacer por y para Ciudad Guayana. Su respuesta fue tener un espacio para la lectura. Algo así como la Casa de los Ustáriz.

A esa idea también se sumaron otras personas como Otto Janssen, Eduardo Díaz Yánez, Diego Rojas Ajmad y Lucía Valdez. 

“Teníamos la inquietud de crear un espacio en el que la gente pudiera expresarse. Expresar su amor hacia los libros, hacia la literatura, en cualquiera de sus facetas, teatro, poesía, novela, ensayo, cuento, libros. Amamos los libros y queremos rescatar el amor por la lectura y que la gente tenga ese espacio”, afirmó Márquez.

Lo primero fueron reuniones entre estas personas con algo en común: el amor por la lectura. Entre ideas de qué hacer, no tener recursos, cómo hacer lo que se quiere, el 6 de agosto de ese mismo 2022 hicieron su primera actividad llamada Mis Poemas, Tus Poemas.

El encuentro era para que la gente hablara de poemas que escribieron o de su poeta favorito. Participaron unas 15 personas.

¿Por qué la Casa de los Ustáriz?

A partir de allí se pensó en darle forma a ese grupo de lectores. Una propuesta fue Tertulias Guayanesas, pero luego el profesor Diego Rojas Ajmad sugirió algo distinto. Comentó que realmente eso que hacían era como la casa de los Ustáriz.

Fue una casa del marqués Francisco de Ustáriz. Allí se reunían personajes como Andrés Bello, Simón Bolívar, algunos preindependentistas, a leer poesía, literatura, los libros que traían de Europa.

“En la Venezuela de principios del siglo XIX existió un lugar donde la poesía, la música, la filosofía y las artes eran las protagonistas. En ese lugar se reunían para recitar poemas, para escuchar música, para leer artículos, siempre a través de la conversación libre y respetuosa. Esas tertulias se realizaban en los años previos a la Guerra de Independencia, en la casa de Francisco Javier Ustáriz, mantuano y promotor de las artes”, detalla Diego Rojas Ajmad, doctor en Letras. 

Detalla que a esas reuniones asistían personajes como Andrés Bello, Simón Bolívar, Vicente Salias, entre muchos otros, todos dispuestos al desarrollo del intelecto y la sensibilidad.

Aquellas tertulias en la casa de los Ustáriz fueron el impulso para pensar una nueva realidad. Hoy, como en aquel entonces, es necesario retomar la senda de la educación y la cultura, y por ello, desde Ciudad Guayana, hemos asumido el nombre y el espíritu de aquella casa y sus tertulias para hacer realidad la sociedad que soñamos”, dice Rojas Ajmad.

Márquez explica por qué apostaron por hacer un espacio como la Casa de los Ustáriz. “Porque a través de la literatura la gente se va a liberar. Porque lo que te lleva a la lectura es a eso, a liberar tu mente, a cambiar prejuicios, a tumbar el dogma. Para eso te lleva a reflexionar sobre la vida”.

Una casa ambulante

Por ahora la Casa de los Ustáriz no tiene ese espacio físico. Pero es uno de los sueños de los habitantes de esa casa ambulante, como dice Alana Márquez.

“Nosotros siempre tenemos actividades en varios sitios”, menciona. Incluso, han ido a las escuelas, una actividad que llamaron La Poesía va a la Escuela.

Llevaron un homenaje a Andrés Eloy Blanco, para rescatar al poeta del pueblo. Esta primera actividad se hizo en una institución pública y una privada.

“Fue espectacular la experiencia, los niños entusiasmados. Es muy bonito. Eso lo queremos retomar”, señaló.

Además del grupo que hace vida en Ciudad Guayana, hay venezolanos fuera del país que también colaboran con sus encuentros. 

Otra de las actividades se llamó La Escritura es Clave. Se habló de “cómo los escritores han logrado plantear sus ideas o sus críticas sin decirlo directamente”. 

Vinieron otros eventos y ya en 2023 tuvieron el encuentro con “El libro que me cambió la vida”. Asistieron más de 30 personas entre jóvenes y adultos contando su experiencia sobre el libro que los llevó a la literatura.

Y así han logrado muchas actividades relacionadas con la literatura en diferentes ámbitos y expresiones. 

Motivar

Este año empezaron con un reto que consiste en leer diferentes libros de acuerdo con la dinámica que corresponda: un género que no hayan leído, un libro de un escritor que haya fallecido en 2023, un libro escrito por una mujer en el Mes de la Mujer. Este mes de abril corresponde a un libro de un autor joven de menos de 30 años. 

“Antes había más oportunidad de leer, parece mentira, o había mayor interés de leer, quizás porque no había redes sociales, no había mucha televisión, no había muchos agentes distractores. Entonces la gente ¿qué hacía? No tengo televisión, tengo que leer. Hay nada más tres canales y lo que dan es siempre lo mismo, me pongo a leer. Y los papás también los impulsaban. En mi caso, a mí me impulsó a leer siempre mi papá y mi mamá. Y lo mismo hice yo con mi hija”, recuerda Alana. 

Considera que lo importante es motivar a la lectura desde temprana edad con libros, géneros, que sean de su target para que se apasionen por leer y que no se vea solamente como una obligación académica.

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