Aunque expresamente no ordena suspender el referendo pautado para el domingo, el juzgado con sede en La Haya considera que forma parte de una serie de acciones de Venezuela que representan un peligro para Guyana
Caracas. Por considerar que “hay un serio riesgo de que Venezuela adquiera y ejerza control y administración” de El Esequibo, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) ha ordenado a las autoridades nacionales abstenerse de tomar cualquier medida que altere el status quo imperante en la región.
La orden la giró el juzgado con sede en La Haya (Países Bajos) al responder la solicitud que el Gobierno de Guyana le presentó el mes pasado para suspender el referendo convocado por la Asamblea Nacional y el cual se celebrará este domingo.
Venezuela debe abstenerse de tomar cualquier medida que cambie la actual situación que prevalece en el territorio en disputa, donde la República Cooperativa de Guyana ejercer control y administra esa área”, declaró la presidenta de la Corte, la magistrada estadounidense Joan E. Donoghue.
Aunque expresamente no ordenó suspender la consulta, la Corte sí consideró que la quinta pregunta que figura en el tarjetón electoral es una prueba de que “Venezuela está tomando medidas para ejercer control y administrar el territorio de El Esequibo”. Y, por lo tanto, consideró que hay un “riesgo real e inminente de daño irreparable” para Guyana.
Asimismo, la instancia tomó su decisión en previsión de lo que pueda ocurrir luego de celebrada la consulta.
La afirmación de Venezuela (durante las audiencias) de que está lista para tomar cualquier acción con respecto al territorio en disputa en cualquier momento luego del referendo demuestra que hay urgencia y de que hay un riesgo real e inminente de daño irreparable”, explicó Donoghue.
Apelar a la hemeroteca
La Corte justificó sus temores en las declaraciones que altos funcionarios, empezando por Nicolás Maduro, han formulado en las últimas semanas.
“Entramos en un sexto momento histórico y el punto de partida es la consulta constitucional a nuestro pueblo (…) este referendo busca ratificar un camino, una doctrina, un mando para todos los gobiernos que puedan venir sobre la reclamación y la controversia histórica de la Guayana Esequiba”, declaró Maduro el 24 de octubre pasado.
El juzgado también tomó nota de las afirmaciones lanzadas por el ministro de la Defensa, general en jefe Vladimir Padrino López, quien el pasado 1° de noviembre afirmó:
Estamos listos para el inicio de la campaña nacional en defensa del territorio Esequibo. Estoy seguro de que será una jornada vibrante, colorida, patriótica y de gran pasión nacional. Vamos pueblo, vamos al combate”.
La palabra combate, junto a informaciones sobre la construcción de una pista de aterrizaje por parte de Venezuela, cerca del territorio en disputa le sonaron a los magistrados como una declaración de guerra.
Sin embargo, algunos gestos de Georgetown, como el izamiento de una bandera en la cima de una montaña del territorio en disputa o algunas declaraciones de funcionarios castrenses de ese país, tampoco sonaron bien en La Haya, donde llamaron a las partes a “abstenerse de agravar y extender la disputa entre ambos, haciendo sea más difícil resolverla”.
Las reacciones
El presidente de la AN, Jorge Rodríguez, aseguró que las autoridades guyanesas fueron “por lana y salieron trasquilados”, por cuanto la CIJ no aceptó sus peticiones para suspender el referendo ni excluir algunas de las preguntas. Invitó a los venezolanos a participar en la consulta.
El Gobierno también consideró que la decisión es un triunfo. “(La) CIJ rechaza medidas solicitadas por Guyana en relación a la suspensión del referendo consultivo”, celebró en la red X (antes Twitter) el ministro de Comunicación, Freddy Náñez.
Sin embargo, esta opinión no fue compartida por expertos como la abogada Rocío San Miguel, presidenta de la organización Control Ciudadano, quien consideró que el fallo supone un peligro para las pretensiones venezolanas.
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