La añorada “Ciudad Jardín”, “la cuna de la Aviación”, “la cantera de toreros”, la “encrucijada de todos los caminos” sigue sin encontrar salida a la grave escasez de agua y a un deficiente y añejo servicio de recolección de basura, entre otros males que la aquejan. Pese a ello, “Maracay tiene un encanto, Maracay tiene un secreto. El que llega se queda y el que se va, regresa”.

Maracay. Su ubicación es privilegiada. Por eso se le conoce como la “encrucijada de todos los caminos”. Sus 311,57 km², están rodeados por el mar Caribe, por más de 100.000 hectáreas de verdes montañas y por el segundo lago más grande del país. Tal vez por ello en el colectivo no deja de escucharse aquel adagio popular de que “Maracay tiene un encanto, Maracay tiene un secreto. El que llega se queda y el que se va, regresa”.

Quienes en ella han nacido o la adoptaron como su terruño, coinciden en que entre los encantos de Maracay, está esa mezcla de ruralidad que aún prevalece en una urbe que por años ha padecido severos problemas en sus servicios públicos, pese a las reiteradas y añejas promesas de quienes la han gobernado en las últimas décadas.

La deficiente recolección de basura sigue siendo el gran mal de Maracay, una ciudad con más de un millón de habitantes que producen más de 1000 toneladas de desechos domiciliarios y comerciales, así como de desechos vegetales, de acuerdo con las cifras del Instituto del Ambiente y el Manejo Integral de la Basura de Girardot (Iamib) para octubre de 2020.

Maracay
Promontorios de basura se observan en calles y avenidas de la ciudad. Foto: Gregoria Díaz

Para el año 2018, el alcalde de Girardot, Pedro Bastidas, elegido por tres períodos consecutivos, reconocía públicamente que “los niveles de operatividad en el servicio disminuyeron 50 %, debido a una afectación financiera en el municipio”. Dos años después, en diciembre, admitía graves limitaciones para la prestación de un servicio óptimo.

Este 5 de marzo, cuando Maracay llega a 320 años de su fundación, sus calles y avenidas se han convertido en pequeños basureros. El servicio de aseo urbano tarda hasta un mes para recoger los desechos en barrios y urbanizaciones.

“Aquí en Montaña Fresca, el aseo no pasa desde antes de Carnaval”, dice Mario Espinoza, un vecino de este urbanismo construido en la era chavista.

La queja es unísona. En el emblemático barrio 23 de Enero, la basura la acumulan en las esquinas o en las calles, pues las antiguas y destartaladas unidades de recolección no pasan por el sector desde finales de enero.

En mayo de 2018, el parque automotor del Instituto Autónomo de Recolección Ornato y Mantenimiento Municipal, además de obsoleto, registraba un déficit de unidades compactadoras superior a 60 %, mientras aumentaba el colapso del único vertedero de basura a cielo abierto que existe en Maracay de manera oficial: San Vicente.

“En quince días disminuiremos la crisis en el servicio de recolección de basura en el municipio”. La promesa fue hecha por el alcalde de Girardot, Maracay, Pedro Bastidas, en una entrevista concedida a Crónica.Uno el pasado 6 de diciembre de 2020. Para ello, la alcaldía apenas contaría con ocho unidades compactadoras reparadas y repotenciadas, las cuales retomarían las rutas de recolección establecidas.

La municipalidad ni la Gobernación de Aragua han dotado a la ciudad capital del estado de nuevas unidades de recolección.

Desearía que siempre estuviese limpia y con mejor servicio de agua y luz”, pide como regalo para la ciudad, Yesenia Bonilla, una maracayera de Las Acacias.

Una ciudad sedienta

Hacia el sur, Maracay está bordeada por el segundo lago más importante de Venezuela. Pero, irónicamente, este afluente de agua dulce ha traído momentos amargos para cientos de familias. El lago de Valencia se ha convertido en una gran cloaca que ahoga a una parte importante de Maracay.

Mientras tanto, la grave escasez de agua potable en la quinta ciudad más poblada del país se agudiza.

Foto: Gregoria Díaz.

En los últimos dos años, el suministro de agua por tuberías es más que deficiente. Hay comunidades como El Piñonal, por ejemplo, que llevan más de un año sin el servicio. Ya es común y rutinario ver a sus residentes, cargando botellones con agua que buscan en viejos pozos. De norte a sur, de este a oeste, Maracay está sedienta.

“Mañana se celebra el día de Maracay, sería muy bueno que recordaran que la urbanización Calicanto, tiene siete semanas sin servicio de agua y que es imposible para 500 familias comprar cisternas en dólares”, escribe Soraida Balza en su cuenta en Twitter @sorbal .

Mensajes como el de esta residente de Calicanto, en el norte de Maracay, son unánimes y constantes. También la queja de verse obligados a cancelar desde 30 hasta 50 dólares por un camión cisterna.

Esto es un calvario todos los días. Nadie responde, ningún organismo atiende nuestros reclamos, y si mandan una cisterna, solo nos llenan un tobo”, cuenta Nélida Monasterios, una habitante de La Cooperativa, en el norte de Maracay.

La capital de Aragua, así como el resto de sus 18 municipios, se abastecen de agua a través del Sistema Regional del Centro I y II. Pero el agua proveniente del Acueducto Regional del Centro que llega a Aragua ha experimentado una disminución de 40 %, debido en gran medida al desvío del agua hacia otras localidades, particularmente San Diego y Valencia, del estado Carabobo, advertía en el 2018 el ingeniero Carlos Lucero, miembro de la Asociación Venezolana de Ingeniería Eléctrica, Mecánica y Profesiones Afines, capítulo Aragua.

De unos cálculos realizados en marzo del 2019 por la Comisión de Agua del Colegio de Ingenieros del estado Carabobo, se desprende que el déficit de agua potable para Aragua en el 2036 será de 78 % del caudal requerido.

Los deseos para la cumpleañera

Más allá de los constantes reclamos de los maracayeros frente a unos servicios públicos deficientes, los habitantes de la capital de Aragua no dejan de desear y aspirar a una ciudad con mayor progreso y bienestar.

Que vuelva a ser la Ciudad Jardín de Venezuela. ¡Mi Maracay bonita!”, quiere Daniel Torres, un joven estudiante fanático de los Tigres de Aragua.

Otro, como Carlos Colmenares, añora la Ciudad Jardín de años atrás y con “gobernantes dolientes que verdaderamente les importe la ciudad”.

Maracay, la cuna de la Aviación, la cantera de toreros memorables, en donde reposa la primera beata venezolana, la de la plaza Bolívar más grande de Latinoamérica, la del abandonado zoológico, la tierra de los Tigres de Aragua como David Concepción y Miguel Cabrera, la ciudad rodeada por el primer parque nacional de Venezuela, en donde nació la primera aerolínea del país: Aeropostal, la de sus añejas edificaciones militares, la que en 1961 visitó John F Kennedy, para entonces presidente de Estados Unidos, la epicentro de golpes y rebeliones, cumple este 5 de marzo 320 años, sucia y sedienta.

Foto: Gregoria Díaz.


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