La espera de Randy para una cirugía refleja la realidad de los hospitales en Venezuela. El sistema de salud público ha sido gravemente afectado por la crisis que comenzó en 2013 y derivó en emergencia humanitaria compleja en 2015, con consecuencias como falta de personal, insumos, medicamentos y equipos. Lo que ha dejado pocas opciones de atención médica a la ciudadanía.

Caracas. La cirugía que necesita Randy González debió practicarse el lunes, 23 de octubre, en el Hospital Universitario de Caracas. Pero no pasó. A las 8:00 p. m. de ese mismo día le dijeron a Randy, y a otros pacientes, que la operaciones quedaban suspendidas y que debían esperar hasta noviembre.

Randy tenía más de 24 horas sin ingerir ningún tipo de alimento. Ni siquiera había tomado agua. Él y su esposa, Viena Núñez, se sintieron burlados. El médico envió a una persona a notificar la suspensión y alegó que no podía hacer más nada. Al poco tiempo fueron desalojados del hospital.

Durante el día hubo cirugías para entre tres o cuatro pacientes. A las 6:30 p. m. yo le pregunté al médico tratante, Alexis Castillo, si seguiría operando y me dijo que sí. Pero a las 8:00 p. m. mandó a otro médico a decir que no seguiría operando. Fue una injusticia total. Mi esposo tiene dos años esperando por esa cirugía, contó Viena sobre el único día que su esposo ha estado cerca de ser operado.

Foto: Tairy Gamboa (archivo)

La espera de Randy para una cirugía refleja la realidad de los hospitales en Venezuela. El sistema de salud público ha sido gravemente afectado por la crisis que está en desarrollo desde aproximadamente 2013 y que se convirtió en emergencia humanitaria compleja a partir de 2015. Esto ha generado, entre otras cosas, falta de personal, insumos, medicamentos y equipos adecuados. Lo que ha dejado pocas opciones de atención médica a la ciudadanía.

El diagnóstico de Randy

Randy tiene una fístula perianal que comenzó como un absceso en uno de sus glúteos. Eso ocurrió a principios de 2022. En ese primer momento recibió tratamiento médico, pero al poco tiempo volvió a aparecer un nuevo absceso en el área. Durante una consulta, un médico le dijo a Randy que la solución era una cirugía para poder eliminar la fístula de forma definitiva.

Luego de saber que era necesario el tratamiento quirúrgico, Randy y su esposa acudieron al Hospital Dr. Domingo Luciani. Su esposa Viena contó que en ese centro de salud desde un primer momento les solicitaron una serie de exámenes y de insumos que ellos no podían costear, por lo que su segunda opción fue el Hospital Universitario de Caracas. Para ese momento era abril de 2022.

Allí no nos pidieron tantas cosas y en principio le aplicaron un tratamiento que alivió los síntomas. Pero mi esposo ha ido empeorando con el paso del tiempo, cada vez siente más dolor y se inflama la zona. También bota secreciones como sangre y pus. Eso a su vez le genera mal olor por lo que tiene que limpiarse a cada raro, contó Viena.

Foto: Tairy Gamboa (archivo)

Llegó octubre de 2022 y aún no había fecha para la operación de Randy. Hasta que un día, finalmente, le pidieron los exámenes preoperatorios. No pasaron tres días cuando Randy y Viena tenían todo listo. Pero a horas de la intervención, la respuesta de los médicos fue que debía esperar más y que había una lista de espera.

Esa espera ha desmejorado su vida en todos los sentidos. Lo que siempre nos dicen es que la prioridad son los pacientes oncológicos, que no hay quirófanos o que están contaminados o que el doctor está de viaje, contó Viena.

Los gastos y la prioridad son los pacientes oncológicos

A raíz de la fístula perianal, Randy no pudo seguir en su trabajo. Su oficio es la albañilería y el hecho de tener que cargar cosas pesadas, por ejemplo, le genera dolor e inflamación. Viena es quien ha asumido por completo los gastos económicos del hogar.

El dinero que Viena gana a través de la venta de pasapalos lo gasta en la compra de alimentos y en el pago de servicios. Randy y Viena tienen tres hijos que son estudiantes.

Para las medicinas, los exámenes y los insumos que hemos tenido que comprar hemos tenido que pedir dinero prestado. Para los últimos exámenes preoperatorios fueron unos 20 dólares, en los rayos x fueron 47 dólares y la resonancia magnética costó 150 dólares, y eso porque la conseguimos más económica con una ayuda gubernamental, sin contar gastos en insumos. Ha sido gasto tras gasto.

hospital universitario de caracas
Foto: Tairy Gamboa (archivo)

En la actualidad, la salud en Venezuela tiene un asignación en el Presupuesto Nacional (de 2023), de apenas 7,44 %. En 2017, Nicolás Maduro anunció la creación del Plan Quirúrgico Nacional, que supuestamente para ese mismo año había atendido ha unos 69.439 pacientes.

El retraso en las intervenciones quirúrgicas refleja la falta de quirófanos operativos. Datos de la Encuesta Nacional de Hospitales (ENH), una iniciativa de la organización Médicos por la Salud, estiman que para agosto de este año había un promedio de cuatro quirófanos activos, cuando un rango aceptable debería ser de entre 10 a 15, al tomar en cuenta la “magnitud y complejidad” de los hospitales que son monitoreados por la ENH.

El segundo intento fallido

En agosto de 2023 a Randy le pidieron una resonancia magnética. El médico Alexis Castillo lo vio y le dijo lo que ya Randy sabía: que debía ser operado. Viena y Randy comenzaron por segunda vez el proceso de exámenes preoperatorios. Ya cuando tenían todo listo, Randy volvió a consulta y, según Viena, la respuesta del doctor volvió a ser que Randy debía entrar nuevamente en lista de espera.

Luego de escuchar esas palabras Viena sintió que dentro de sí había una rabia que ya no podía controlar. Empezó a gritar y caminó hasta el pasillo del piso cinco del hospital, en donde está la unidad proctología, para todo el que pudiera la escuchara.

Cómo era posible que le tocara entrar en una “nueva” lista de espera si él está en una lista desde 2022. Yo dije que sí no aparecía en esa lista, iba a denunciar ante el Ministerio Público esa situación. Finalmente me escucharon y fue cuando le dieron fecha de cirugía para el 20 de octubre.

Foto: Tairy Gamboa (archivo)

Finalmente, el viernes, 20 de octubre, les dijeron que la cirugía quedaría para el lunes, 23 de octubre. El día domingo le mandaron a hacer un enema y se mantuvo en ayuna permanente. Llegó el día lunes y Randy seguía sin comer nada. Esa ocasión, del 23 de octubre, ha sido la única vez que Randy ha estado cerca de ser operado. Pero no pasó.

Viena entregó hace una semana un documento ante la dirección de salud del hospital. Ella junto a Randy solicitan una respuesta por tanta espera y acusan al médico tratante Alexis Castillo de negligencia. Viena teme que la salud de su esposo empeore aún más y que tengan que afrontar un diagnóstico más grave debido al retraso de la operación.


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