Las mujeres entre 25 y 36 años son las más agredidas

a tres madres/huérfanos de madre

En 2015 el Instituto Metropolitano de la Mujer recibió 970 casos de violencia de género en los cinco municipios metropolitanos .

Mabel Sarmiento Garmendia/@mabelsarmiento  

Caracas. “Se ponía bravo si llegaba a la casa y no estaba la comida lista. Me decía que él venía de trabajar y por lo menos debía tener lista las arepas. Eso lo ponía de mal humor y a mí me molestaba, porque yo también trabajaba y llegaba cuidar a los niños. Además soy yo la que va a la escuela cuando la maestra nos cita, la que los lleva al médico cuando tienen fiebre, y la que anda buscando comida por todos lados”.

Esta es la historia que Maritza Sáez cuenta con toda normalidad pues para ella, con grado universitario, lo que le sucede no lo percibe como violencia contra la mujer.

“Mi papá también era así, llegaba de trabajo y lo primero que pedía era su plato de comida. Mi mamá era ama de casa y ella pensaba que esa era una de sus obligaciones. Cuando me casé era un trabajo compartido, pero al cabo de unos cinco años se volvió una rutina para mí. Y ahora es como una tarea que no debo dejar pasar, pues ese señor (se refirió al esposo) pareciera que algún día me va a pegar”.

Maritza, de 36 años, lleva nueve  años de casada, y por lo visto no es muy feliz. El solo hecho de no hacer la cena para cuando llegue el marido la atormenta. No está tranquila y eso recae en el trato que ella misma le da a su hijo de cinco años.

En este episodio no hay golpes ni moretones visibles, pero sí agresión psicológica.

Ofelia Álvarez, directora general de Fundación para la Prevención de la Violencia Doméstica hacia la Mujer (Fundamujer), y coordinadora de Atención: Violencia contra las Mujeres del Centro de Estudio de la Mujer-UCV, lo que se ha aprendido en un poco más de 20 años es que en los primeros años de una relación (noviazgo y hasta los 4 años de la misma) algunas agresiones son tan aceptadas socialmente que pasan inadvertidas para ambos, o se consideran “normales”, en especial las más sensibles, como la manipulación o el hacer lo que no le gusta a una mujer con tal de mantener la relación, sobre todo si hay hijos de por medio.

Álvarez afirmó que la mujer es muy vulnerable porque es jefa de hogar, la que se queda con los hijos. A quien le pagan el 20% menos en su ocupación por su sexo, porque le cuesta más graduarse en cualquier profesión, y además es la cuidadora de sus padres. “Por omisión en lo legal y social también está expuesta a presenciar el homicidio de su hijo, hermano, esposo, vecino”.

Violencia en cifras

De acuerdo con cifras del Instituto Metropolitano de la Mujer, (Inmemujer), en 2015 acudieron 970 víctimas de la violencia a este organismo de los cinco municipios el Área Metropolitana. Libertador y Sucre son los se llevan municipios con mayor número de expedientes de violencia. Sucre con 408 y Libertador con 325 agredidas.

Del total 36% de las afectadas (331) tenían edades entre 26 y 35 años. Algunas de ellas estaban por finalizar estudios universitarios y con hijos pequeños; 30% (273) tenían entre 36 y 45 años y 18% (171) estaban en el rango de los 19 a 25 años.

Andreína Aguilera, directora ejecutiva de Inmemujer, dijo que es un hecho que las mujeres son víctimas de violencia machista en todas las etapas de su vida, pero sobre todo en aquellas donde están en el momento de su mayor productividad económica y de mayor fertilidad.

Aguilera dijo que las agresiones, a menos que ocurra un hecho sangriento, son invisibilizadas. Reconoció que en las últimas décadas ha habido esfuerzos para materializar la prevención, pero que en épocas de crisis es cuando se ven más expuestas.

El problema, explicó, es que la violencia contra la mujer es considerada por la sociedad como algo personal que las propias afectadas deben resolver, sin el apoyo de familiares o amistades.

“De hecho las estadísticas que manejamos evidencian que aun cuando 89% de las víctimas viven en hogares constituidos por varias familias que incluso son testigos, 100 % de ellas acuden a buscar ayuda solas. Lo otro que hemos encontrado es que 76% de los agresores son hombres que dicen amarlas o que justifican su violencia ‘por amor’. Por ello es indispensable las campañas del Estado, de entes privados, ONG’S y medios de comunicación para logar erradicar patrones culturales machistas en la sociedad”.

Foto: Cheché Díaz

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