La luz y el agua son los servicios básicos que fallan más constantemente en Nuevo Horizonte, al oeste de Caracas. Hace dos meses estuvieron casi dos días sin luz, mientras que el último apagón fue de más de 12 horas.

Caracas. El último apagón que hubo en Nuevo Horizonte fue el domingo, 14 de agosto. Se fue la luz desde la mañana y regresó en la noche. En las últimas tres semanas Betsaida*, una vecina de la zona, ha contabilizado al menos cinco apagones en esta comunidad de la parroquia Sucre del municipio Libertador, en el extremo oeste de Caracas.

La luz se fue desde las 8:00 a. m. hasta las 9:00 p. m. que llegó, precisó Betsaida.

En esos cinco cortes de electricidad no están incluidas las constantes fluctuaciones del servicio en la zona, sobre todo durante los días lluviosos, que también han sido frecuentes en las últimas semanas.

Betsaida calcula que el servicio empezó a fallar más a menudo desde el apagón nacional, en marzo del 2019.

Los apagones en Nuevo Horizonte pueden ser de horas, pero también de días y prácticamente en toda la comunidad que está compuesta por más de 10 barriadas.

Hace aproximadamente dos meses en Nuevo Horizonte estuvieron dos días sin luz.| Foto: Gleybert Asencio

Betsaida recordó que hace dos meses estuvieron casi dos días sin luz. La versión que dieron los funcionarios de Corpoelec a los vecinos fue que no tenían la pieza requerida para arreglar la falla.

En la semana la luz va y viene constantemente. Lo que pasa es que también hay mucho vandalismo con los guayas en la zona, añadió Betsaida.

Cuando se va la luz en la comunidad también se interrumpe la conexión telefónica y los vecinos cuentan que se quedan sin señal en sus celulares. Tampoco tienen servicio de Cantv, los habitantes reportan varias líneas inactivas de la estatal de telefonía en Nuevo Horizonte, hecho que se repite en gran parte de Venezuela.

Un monitoreo de servicios realizado por el Centro de Difusión del Conocimiento Económico (Cedice) proyecta que la cantidad de fallas en el suministro eléctrico en Caracas, durante junio de 2021 junio, fue de casi 400 cortes de luz. Lo que se traduce en un promedio de al menos 12 fallas eléctricas diarias en distintos sectores.

Artefactos dañados

Betsaida trabaja en un comedor social de la comunidad, que atiende a 52 niños y cuatro mujeres en condiciones de vulnerabilidad. Cuando la organización no gubernamental Alimenta la Solidaridad –encargados de proveer al comedor– le lleva proteínas, ella trata de prepararlas lo más pronto posible, porque teme que se dañen por algún apagón inesperado.

El comedor de la comunidad atiende a 52 niños y cuatro mujeres en condiciones de vulnerabilidad.| Foto: Gleybert Asencio

Hace poco Betsaida tuvo que pagar 60 dólares (370 bolívares al cambio del 15 de agosto de 2022) con ayuda de familiares, para la reparación de su refrigerador. En este electrodoméstico guarda sus alimentos y los del comedor. Esto debido a que en noviembre del 2021 se dañó la nevera en casa de Betsaida y solo pudieron comprar un refrigerador pequeño y usado.

Por las constantes fluctuaciones eléctricas Betsaida también perdió un ventilador y el televisor está por dañarse. Todos los días le pide a Dios que “meta su mano” para que eso no pase, pues la pantalla desde un tiempo muestra unas “rayas extrañas”.

Yo digo que se dañó (el refrigerador) de tanto que la luz va y viene. Por más que sea eso quema los artefactos.

Nuevo Horizonte es una comunidad de la parroquia Sucre, en el municipio Libertador de Caracas.| Foto: Gleybert Asencio

Los ingresos económicos de Betsaida son limitados. Su trabajo dentro del comedor es netamente colaborativo y en su empleo, en una escuela pública de la comunidad, apenas gana sueldo mínimo. Es decir, su ingreso mensual equivale a 130 bolívares (menos de 30 dólares al cambio oficial).

El agua no falla igual para todos

Dentro de Nuevo Horizonte hay comunidades con casi seis meses sin agua por tubería, una de ellas es La Cedeñita, en la parte alta del cerro.

Nohelia*, hermana de Betsaida, vive en ese sector y desde que no tiene agua opta por pedirle el favor a su hermana para ir a lavar a su casa la ropa de ella, su esposo e hijo.

Para el consumo del día a día Nohelia usa el agua que su esposo lleva a la casa en pequeñas pimpinas, que llena en su sitio de trabajo. También carga agua de otras zonas de la comunidad o compra agua potable en Plaza Sucre, a unos 20 minutos del lugar donde viven.

A principios de año Betsaida participó en una reunión de vecinos en la que tocaron el tema del suministro de agua. En el encuentro plantearon que la parte alta de Nuevo Horizonte se surte de una tubería desde El Junquito, mientras que la parte baja lo hace desde La Guaira. Esto puede generar diferencias con respecto al suministro.

Hay sectores de Nuevo Horizonte donde tienen aproximadamente seis meses sin agua.| Foto: Gleybert Asencio

En febrero de 2022 la parte baja de Nuevo Horizonte sufrió cortes irregulares del servicio. En esa oportunidad Betsaida pidió agua a las madres y representantes del comedor para poder cocinar la comida de los niños. Sin embargo, muchas de ellas tampoco tenían agua en sus casas.

Era muy extraño porque había agua en una casa y en dos casas no. Teníamos que hacer cola en la parte baja del barrio de Alí Primera para cargar algo de agua, con eso fue que cocinamos la comida de los niños, fue muy fuerte, pero en los últimos meses, Gracias a Dios hemos tenido agua, explicó Betsaida.

En la medición de mayo de 2022 del Observatorio Venezolano de Servicios Públicos 25,1 % de las personas encuestadas calificó como positiva la calidad del servicio de agua por tuberías en Caracas (con una muestra 1020 entrevistados).

Sin embargo, entre enero y febrero de 2022 tuvo una mejor valoración: de 36,6 %. Quienes valoraron negativamente el servicio del agua fue por la inconsistencia del servicio (65,1 %).

(*) Los nombres de las fuentes fueron modificados por medidas de protección. 

 

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