La joven de 18 años recibió un tiro en la cabeza la madrugada del sábado 10 de abril, en el sector La Bombilla de Petare. Testigos vieron que salió de su casa, acompañada por su novio, Yender Osuna, quien está desaparecido. Durante el primer trimestre de 2021 hubo 60 femicidios en Venezuela, según el Observatorio Digital de Femicidios de Cepaz.
Caracas. “¡Recojan a la hija de Rosa, recojan a la hija de Rosa!”, gritó una vecina, 10 minutos después de que en la casa escucharon un tiro. Dos familiares corrieron a ver qué había pasado y encontraron a Maibel Alejandra Espinoza Gamboa con una herida de bala en la cabeza. Aún estaba viva.
Eran las 5:00 a. m. del sábado 10 de abril cuando varias personas cargaron a Maibel y la montaron en un carro para llevarla hasta la Emergencia del hospital Domingo Luciani. Los doctores informaron a la mamá de la joven de 18 años que la bala, que entró por el lado derecho de su cabeza y salió por el lado izquierdo, ocasionó muerte cerebral y eran pocas las probabilidades de sobrevivir.
Maibel murió a las 10:30 p. m. del domingo 11 de abril. Le dio un paro respiratorio. El día que le dispararon celebraban el cumpleaños de una tía, en casa de Maibel, en el sector La Defensa del barrio La Bombilla, en Petare.
Testigos vieron que la joven salió de la casa, antes de las 5:00 a. m., con su novio, Yender Alberto Osuna Rojas. Un familiar de la víctima, quien por miedo a venganzas no quiso ser identificado, contó que testigos observaron cuando, presuntamente, el muchacho de 19 años le disparó a Maibel.
La pareja vivía en casa de Maibel desde hace cuatro años. Una semana antes del femicidio la mamá de la joven botó a Yender de la vivienda porque durante una pelea él agredió a su hija.
“Ellos estaban peleando en el baño, él la había metido ahí seguramente para que la mamá de Maibel no se diera cuenta porque su cuarto queda retirado del baño. En ese momento la mamá de Maibel lo botó de la casa. Ella le negó a su mamá que él le había pegado, pero al día siguiente tenía un morado en la cara”, contó el familiar.
Durante el primer trimestre de 2021 hubo 60 femicidios en Venezuela, según el Observatorio Digital de Femicidios del Centro de Justicia y Paz (Cepaz). Solo en marzo se registraron 20 y en promedio hubo un femicidio cada 27 horas en el país.
Según los casos analizados por Cepaz en marzo, al menos 30 % de las víctimas tenían o tuvieron una relación con sus agresores y en 10 % de los registros los femicidas eran miembros de la familia.
La madre de la joven denunció a Yender y se desconoce su paradero.
Durante el encuentro virtual organizado por Cecodap acerca de La violencia en el noviazgo adolescente, los educadores Óscar Misle y Fernando Pereira explicaron que las relaciones de los menores de edad deben ser observadas con cautela por los padres, especialmente si existen comportamientos tóxicos en el noviazgo, de esta forma podrán corregir acciones perjudiciales a largo plazo.
“Hay que hablar con nuestros hijos de las formas de violencia. Hay que decirles que no es normal que alguien te trate con violencia. Decirles que no es normal que te invadan, que decidan cómo te vistes y quiénes van a ser tus amigos”, recomendó Pereira en el conversatorio, según la nota publicada en el portal web de Cecodap.
Agresiones en silencio
Maibel y Yender peleaban frecuentemente, la mayoría de las veces por celos. La madre de la víctima intervino en varias ocasiones, como el día que la golpeó y ella lo botó de la casa. Para evitar que su hija volviera a ser agredida había planeado que el sábado 10 de abril se fuera a vivir con una tía, lejos de Petare, durante unos meses.
“Esa vez Maibel le negó a su mamá que él le había pegado, pero al día siguiente tenía el morado en la cara y ese mismo día ellos estaban afuera de la casa abrazados, ya no podía entrar más a la casa de ella. Maibel siempre defendió a Yender, nunca le admitió a su mamá que la agredía y la única vez que ella pensó en denunciarlo creyó que Maibel negaría todo a la policía”.
Durante el velorio de la joven un testigo contó a sus familiares que varias veces vio a la pareja discutir. Presuntamente él la tomaba por la cabeza y se la pegaba contra la puerta de la casa donde viven los padres de Yonder. Otros allegados, quienes por seguridad no se identificarán, también vieron del hombre hacia la víctima.
Ninguno de los dos trabajaba. Hace un mes Maibel Espinoza encontró empleo en una fábrica de pan en Palo Verde, pero renunció. Sus parientes presumen que Yender no quería que ella trabajara, incluso apareció varias veces en ese sitio.
La joven estudió hasta sexto grado, tenía dificultad de aprendizaje. Desde pequeña su madre la llevó a terapias y a especialistas de lenguaje. “Ella tenía 18 años pero su mente era como de una muchacha de 15”.
Según el Observatorio Digital de Femicidios de Cepaz, en 70 % de los casos documentados en marzo los agresores estaban prófugos. En enero se documentaron 18 femicidios y en febrero 22.
Los familiares de Maibel temen por su seguridad, presumen que Yonder está armado. El padre de la víctima vive fuera del país desde hace dos años, ella vivía con su mamá y sus dos hermanas.
“Pedimos a la policía que investigue y que lo detengan. Tenemos mucho miedo de que él se quiera vengar por haberlo denunciado”, contó el pariente.
Recomendó a las familias que están atravesando hechos de violencia que aconsejen a los jóvenes para que no callen por miedo. “Las muchachas por enamoradas y por miedo se callan algunos hechos de violencia, deben alejarlas de los maltratadores antes de que sea tarde”.
Violencia en el noviazgo adolescente
Una forma de prevenir la violencia en el noviazgo adolescente es evitar la violencia en la crianza, según una publicación de Cecodap. A continuación recomendaciones que ofrece la organización que vela por los Derechos Humanos de los niños, niñas y adolescentes:
Identificar qué comportamientos son violentos:
El/la adolescente prohíbe usar cierta ropa a su pareja.
El/la adolescente criticar la forma de ser del otro.
El/la adolescente descalifica o prohíbe las actividades del otro.
Hay control de las redes sociales en la relación.
Hay control sobre el celular, los mensajes de texto y llamadas.
Entender que la violencia puede ser ejercida por las adolescentes tanto como por los adolescentes.
Preguntarnos: ¿Qué pasa en la vida de mi hijo que acepta ser agredido?
Abrir canales de comunicación con los adolescentes.
Buscar ayuda en caso de que no sepamos cómo guiar a los adolescentes.
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