La Dirección de Ambiente de la Alcaldía de Libertador anunció la realización de un estudio topográfico para levantar un muro de contención que evite inundaciones. Se estima que el lago de Valencia ha crecido entre 35 a 40 centímetros por año desde 1978 hasta la fecha.
Maracay. El crecimiento en el nivel de las aguas contaminadas del lago de Valencia, considerado el problema ambiental más grande del país y Latinoamérica, ha afectado no solo centros urbanos y poblados de Carabobo y Aragua, sino también grandes extensiones de tierra con vocación agrícola en ambos estados.
Aunque desde hace más de 20 años, expertos y técnicos en ingeniería y materia ambiental, advierten sobre las graves consecuencias de este crecimiento desmedido del lago, la solución más expedita que se materializó fue construir un muro de contención al sur de Maracay.
Y ahora, desde la Alcaldía de Libertador en Aragua, se adelanta un estudio topográfico para levantar otro muro en las riberas del lago que colinda con comunidades de Palo Negro.
Marcos Arraiz, adjunto a la Dirección de Ambiente de la alcaldía, explicó que la idea es “resolver momentáneamente, el problema que tienen los parceleros de la zona, con el levantamiento de un muro por todo el perímetro de las parcelas afectadas por el lago”.
Arraiz aclara que esa solución no es definitiva, pues entiende que el crecimiento del lago de Valencia es un problema de Estado que afecta varios municipios de Aragua y de Carabobo.
Somos unos 30 parceleros de La Cuarta que estamos picando adelante con un callejón, para que el lago no se termine de tragar las parcelas”, dice uno de los afectados.
Pero amurallar aún más al lago no es la solución para detener su crecimiento, que, de acuerdo con cálculos del Colegio de Ingenieros de Carabobo, ha aumentado sus niveles entre 35 a 40 centímetros por año desde 1978 hasta la fecha.
La cuenca del lago de Valencia ocupa una superficie aproximada de 3150 km 2 (0,3 % del país) y desde 1978, alcanzó su cota mínima de 401 msnm. A partir de esa fecha, el nivel del lago ha venido creciendo debido al trasvase de agua desde la cuenca del río Pao.
Se calcula que desde que comenzó el período de lluvias de 2022 –que, por cierto, ha sido el más intenso y prolongado–, el lago de Valencia ha experimentado un preocupante crecimiento que ya superó la cota 414.
El 20 de enero de 2023, un satélite de la NASA hizo una medición y ubicó la cota del lago de Valencia en la 414,26, superando la cota de seguridad de 408 msnm, decretada por el Ministerio del Ambiente en 1978.
“A medida que ha transcurrido el tiempo, la expansión del lago ha venido inundando tierras agrícolas de buena calidad. Así, más de 50 % de las tierras perdidas por la inundación en el intervalo 2000-2017 tenían un potencial agrícola alto y 57 % de las tierras inundadas en el lapso 1985-2000 correspondía a tierras de potencial agrícola bajo o muy bajo”, refiere el ingeniero Jesús Arnaldo Viloria Rendón en su estudio Expansión Urbana y del Lago y disponibilidad de Tierras para el Desarrollo Sostenible de la Cuenca del Lago de Valencia, de 2017.
El especialista en suelos e información geográfica, geoestadística y cartografía digital de suelos y paisajes, muestra el impacto causado por la expansión del lago, cuya superficie aumentó casi 8900 hectáreas entre 1976 y 2017, con una tasa promedio de crecimiento de 229 hectáreas por año.
El lago seguirá creciendo –advierte el ingeniero Nazir Richani, vicepresidente del Colegio de Ingenieros del estado Carabobo– y no hay ninguna señal de que eso vaya a revertirse, pues el lago no tiene salida.
Sin embargo, Richani insiste en la urgente necesidad de un acuerdo nacional, para que los principales protagonistas den solución y respuesta a los más de 4 millones de habitantes afectados por el crecimiento del lago.
Este problema –dice Richani– no debe abordarse de manera aislada, porque no afecta a un municipio. El crecimiento del lago de Valencia es un problema complejo que afecta a una población en el centro del país.
De allí la insistencia del gremio de ingenieros para que, finalmente, se concrete un plan rector con la participación del Ministerio de Atención a las Aguas, Hidrocentro, expertos, técnicos y las gobernaciones de Aragua y Carabobo, que garantice la solución, evite el crecimiento y se resuelva el problema hídrico, pues el crecimiento del lago está íntimamente ligado con la calidad y cantidad de agua para consumo en ambos estados.
Mientras tanto, los habitantes de municipios como Linares Alcántara y Libertador advierten desde 2022, que las aguas del lago ya han rebasado parte del muro ubicado a unos 100 metros de la avenida Los Aviadores, vía principal que conecta a ambos municipios.
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