Persiste la inundación de viviendas en el sur de Maracay debido al crecimiento del Lago de Valencia

Lago de Valencia

Mientras algunos aragüeños intentan reponerse de las tragedias de Las Tejerías y El Castaño, miles de familias al sur de Maracay, permanecen en zozobra por las inundaciones que ocasiona el crecimiento Lago de Valencia, el segundo más importante de Venezuela.

Maracay. Las lluvias que caen en Aragua, llegan a las cabeceras de El Limón, Turmero, Delicias y Aragua los cuatro principales ríos del estado. Todas esas aguas de lluvia van a descargar al Lago de Valencia. Además, de los aportes de agua de ríos como El Güigüe, Los Guayos, Río Güey y El Cabriales. Este último fue desviado por el Ministerio del Ambiente hacia el Lago de Valencia en 1979, lo que contribuyó al aumento de su nivel en unos 30 centímetros por año.

Si a ello se le suma que más de 80 % de las aguas cloacales de Maracay y 20 % de las de Carabobo caen sin ningún tipo de tratamiento al segundo lago más importante del país, es predecible que los cientos de viviendas establecidas en las riberas del afluente, permanezcan inundadas.

Desde el inicio del periodo de lluvias del 2022, que por cierto ha sido el más intenso y prolongado, el Lago de Valencia ha experimentado un preocupante crecimiento, que a decir del ingeniero Alfonso Herrera, ya alcanzó la cota 414, muy cerca de la 415, “justamente en donde se encuentra el sistema de rebombeo de La Punta y Mata Redonda y en donde se instalaron cuatro bombas de las cuales solo dos están operativas y que son insuficientes”.

Lago de Valencia
Foto: Cortesía.

Significa, según el ingeniero Herrera, que ya no se puede seguir bombeando hacia el Lago de Valencia, porque este reservorio ya no tiene capacidad para más volumen de agua.

En el 2005, el entonces presidente Hugo Chávez dictó el decreto 3498, que declaraba en emergencia el Lago de Valencia y estableció la construcción del muro de contención que se levantó con una altura inicial de 412 metros sobre el nivel del mar, mientras la cota máxima de seguridad del lago era de 408 msnm.

El proyectista del referido dique, el geólogo José Vicente Heredia, aseguró en su momento que el muro de contención solo tendría una vida útil de tres años.

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Foto: Cortesía

La solución se suponía temporal, pero entre 2011 y 2012 al muro se le agregaron 2,40 metros y se colocaron sacos repletos de arena y granzón para detener nuevas amenazas de inundación.

Pero el lago sigue aumentando su nivel y, en consecuencia, los cientos de kilómetros de colectores de aguas servidas seguirán sumergidos y las viviendas se inundarán con aguas residuales y del lago”, explica el ingeniero Herrera.

Y eso es lo que precisamente se está repitiendo en comunidades del sur de Maracay y del municipio Linares Alcántara, en donde dentro de muchas casas las aguas contaminadas circulan libremente, lo que genera, además, un grave problema de salud pública.

En Brisas del Lago, por ejemplo, llevan varias semanas de inundaciones, lo que ha desatado la preocupación y angustia de sus habitantes.

El 4 de noviembre, una amplia comitiva gubernamental encabezada por el ministro de Interior y Justicia, Remigio Ceballos, recorrió el muro de contención en La Punta, al sur de Maracay. De esa visita, se desconocen los resultados, porque ni siquiera los propios afectados fueron convocados.

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Por su parte, el alcalde de Maracay, Rafael Morales, junto al general de división, Pedro Álvarez Bellorín, secretario de Gobierno, recorrió las calles 13, Perú, Lara con Girardot, Negro Primero y el parcelamiento 108 de Brisas del Lago, y constató las precarias e insalubres condiciones en las que viven al menos 16 familias, debido al avance en el crecimiento de las aguas del Lago de Valencia y al colapso de las aguas servidas.

Ambos funcionarios prometieron la reubicación hacia a algún refugio, de las familias con situaciones extremas, “mientras en un período muy corto se les adjudica una vivienda digna y segura”.

Mientras tanto, el ingeniero Jesús Castillo, presidente de la Fundación Aguas sin Fronteras, una vez más advierte los riesgos que corren las miles de familias que aún residen en las riberas del lago.

Estamos hablando de una cuenca que tiene 13 % de la población y como ya se dicho en reiteradas ocasiones, es urgente trasvasar esas aguas porque el lago no tiene salida al mar “, refiere Castillo.

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Foto: Cortesía.

Se trata de unas 4000 familias ubicadas en comunidades como Mata Redonda, La Punta, La Esmeralda, Brisas del Lago, Paraparal, Palma Real, Aguacatal, entre otras, que cohabitan con las aguas del lago y residuales, pues las descargas ya no funcionan.

“El 31 de octubre, un satélite de la Nasa hizo una medida y ubicó la cota del Lago de Valencia en la 414,26, lo que significa que esas personas viven a 6 metros por debajo de la cota de seguridad decretada en 408”, detalla Castillo.

Debe recordarse, que el propio Estado reconoció los efectos que produce el Lago de Valencia, cuando emitió el decreto número 8.844 de la Gaceta Oficial número 39.882 del 13 de marzo de 2012 y en el que se declaran como zona de peligro potencial, ZOPO, los municipios Girardot y Francisco Linares Alcántara, del estado Aragua y los municipios San Joaquín y Diego Ibarra, del estado Carabobo.

Este decreto ordena la creación de un área de emergencia habitacional, Areha, en esos cuatro municipios “a fin de salvaguardar la integridad de sus habitantes, por los daños ocasionados por inundaciones que han ocasionado cuantiosas pérdidas materiales en cuanto a viviendas, bienes muebles, actividad productiva, infraestructura social, entre otros”.

Los afectados esperan la ejecución de las sentencias 1752 y 1632, dictadas por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia el 11 de agosto de 2006 y el 13 de agosto de 2007, respectivamente y en las que se ordena el desalojo y el pago de indemnizaciones.

“Seguimos en nuestras viviendas porque no tenemos otro lugar a dónde ir”, declaran.

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A ambas sentencias, se suma el fallo número 868 del 2012, según el cual el Ministerio del Ambiente, mediante la autoridad única designada para ocuparse de la zona, debía pagar a los propietarios el valor de las casas de La Punta y Mata Redonda.

Pero ninguna de estas sentencias se ha cumplido.

Solo en 2017, el gobierno, a través de un comando unificado, realizó un diagnóstico para llevar a cabo la evacuación de al menos 250 familias ubicadas en los municipios Girardot y Linares Alcántara del estado Aragua, en riesgo inminente por el acelerado crecimiento de las aguas del Lago de Valencia.

Cinco años después, estas familias siguen en riesgo inminente. Mientras tanto, el Lago de Valencia sigue creciendo como la angustia y la zozobra en la que permanecen cientos de familias al sur de Maracay.

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