La parroquia Coche exhibe ramillete de problemas en sus 25 años de fundada

Buhonería, indigencia, tráfico de drogas, racionamiento de agua y un mercado municipal que estrangula a los vecinos con los precios, son las quejas que sobresalen frente a las cosas buenas que tiene esta zona ubicada en el suroeste capitalino.

Caracas. Inseguridad, buhoneros, basura, indigencia y pésimos servicios públicos, son algunos de los problemas a los que residentes de Coche prenderán velitas esta semana en el marco del 25 aniversario de la parroquia.

Coche es una comunidad relativamente joven que data de los años 40. Para ese entonces era un conjunto de haciendas cañeras y cafetaleras entre las cuales se encuentran Conejo Blanco, Sosa, Rincón.

A partir del 1949, el Banco Obrero compró terrenos y edificó una serie de urbanismos, entre los que destacan la urbanización Carlos Delgado Chalbaud.

Su corta vida como parroquia data de 1992, cuando fue designada como Parroquia de Paz debido a que en sus terrenos se firmó el Tratado de Coche entre José Antonio Páez y Antonio Guzmán Blanco, el cual puso fin a la Guerra Federal venezolana entre 1859 y 1863.

A pesar de la historia que envuelven sus calles, muy pocos conocen la Hacienda Coche donde se firmó ese tratado.

Esos espacios hoy no son ni la sombra de una antigua casa colonial. Otrora funcionó allí el Club Inavi, y desde 2008 el Gobierno cedió los espacios, sin remodelarlos, al Núcleo Endógeno de Desarrollo Humano y Cultural Simón Bolívar de la Misión Negra Hipólita.

En la actualidad, el portón permanece cerrado y solo acceden las personas vinculadas al núcleo. Nadie sabe qué pasó con el inmueble patrimonial.

Pero ese es solo uno de los problemas que está presente en la parroquia que abre las puertas a Caracas desde el occidente del país.

Y quizás es el que menos carga la gente en sus hombros debido a que no es el más visible, como sí lo es el tema de la basura, la inseguridad, la indigencia, la buhonería, el microtráfico de drogas y los servicios públicos que cada día sacan lágrimas en vez de sonrisas.

Alenid Tovar, vecina, en el marco de la celebración que para muchos pasa por debajo de la mesa, señaló que, así como los cochenses se unieron para un bien político “y tuvimos una participación cívica este domingo 16, deberíamos trabajar todos juntos en la reconstrucción de nuestra hermosa pero desatendida parroquia”.

Tovar reclamó por la inseguridad reinante en toda la comunidad y la falta de alumbrado público, y pidió que se conforme una mesa de trabajo para mejorar los sectores más vulnerables, recuperar el gimnasio del liceo Pedro Emilio Coll, reparar la piscina del Festival 67, mejorar las aceras y lograr que existan más actividades deportivas para recreación de los jóvenes.

Otra de las cosas que criticó es el racionamiento de agua tan severo que padecen los habitantes: quitan el servicio los miércoles y lo colocan el domingo, “sin motivo alguno”.

A la lista de penas, Luis Zambrano sumó el microtráfico de drogas. “Antes no teníamos problemas en las urbanizaciones. Ahora vemos grupos de chamos consumiendo sustancias ilícitas y a pesar de que uno llama a la policía, los funcionarios no hacen rondas ni trabajan en la prevención”. Esta situación, dijo, favorece el robo a mano armada a cualquier hora del día, y en especial en los alrededores de las estaciones del Metro de Coche y Mercado, donde creció sin control la economía informal.

“Los pichacheros que sacaron del mercado mayor de Coche están en las aceras, venden lo que sea, dejan todo sucio, arman peleas, se mezclan con los borrachitos y la policía bien gracias”, comentó Zambrano.

El transporte público es otro foco perturbador, según los vecinos. En las mañanas son cada vez menos las camionetas y en las tardes hay rutas que solo quieren llegar hasta La Bandera.

“Los choferes dejan subir a los vendedores, los atracos dentro de las unidades son cada vez más frecuentes. Luego de las 6:00 p. m. se hace engorroso salir de la parroquia porque es cuando más escasea el transporte”, denunció Isabel López, con más de 40 años en la parroquia, y quien además se quejó de la especulación con los precios dentro del mercado municipal que controla la Alcaldía de Caracas.

La falta de alumbrado público, principalmente en los alrededores de la sede del 911, ubicado en la avenida Guzmán Blanco, es una constante. “Son más los días que estamos a oscuras que bien iluminados”, indicó Carla Díaz Segura, quien pidió a las autoridades —en especial al alcalde Jorge Rodríguez— que pongan más atención a los problemas de la comunidad, para que se puedan resaltar las cosas buenas que hay, como su clima, las áreas verdes y el que todavía existan buenos vecinos.

En Coche, los de a pie no recuerdan cuándo fue la última vez que le vieron la cara al alcalde Rodríguez. Desde que intentara hacer un recorrido por El Valle tras los saqueos ocurridos en abril no ha vuelto a pisar la parroquia.

Antes de eso, el 16 de noviembre de 2016, inauguró la Plaza las Fuentes en Jardín de los Primeros Pasos, del Parque Hugo Chávez, ubicado en La Rinconada.

“Más allá de esos encuentros no hacen nada por la parroquia, puros pañitos de agua tibia. Limpian las aceras y cortan los árboles [como están haciendo ahora en la escuela Carlos Delgado Chalbaud]. Recientemente, inauguraron el distribuidor Valle-Coche, que tardaron en construir más de tres años, pues fue una de las promesas de Haiman El Troudi cuando fue ministro de Transporte, pero aquí no tapan los huecos, no hay grandes obras para la comunidad y el hospital se cae a pedazos”, comentó Luis Díaz.

Qué hay en Coche En Coche, que está separada por la autopista Valle-Coche de Fuerte Tiuna, funcionan dos grandes liceos pilotos: el Pedro Emilio Coll y la Técnica MacGregor. Además, hay núcleos de la red Fe y Alegría, del sistema de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, está el museo Alejandro Otero, el periférico de Coche, el mercado mayor de víveres. En esta parroquia hay rutas del transporte para todos los rincones de la capital, para Los Teques y Valles del Tuy, además de que está la estación principal del Ferrocarril del Tuy. También se encuentran aquí el Hipódromo, El Poliedro y El Poliedrito. Cerca de 60.000 personas viven en esta parroquia que tiene fronteras con los Altos Mirandinos, La Vega, Caricuao y El Valle.

Fotos: Luis Miguel Cáceres / Archivo Crónica.Uno