Médicos y pacientes trancaron la autopista Caracas–La Guaira para denunciar la falta de insumos y las malas condiciones en los servicios. Piden la presencia de la ministra de la Salud, Luisana Melo, para que verifique las condiciones del hospital.
Caracas. Sin insumos y sin medicamentos está el hospital Dr. Ricardo Baquero González, mejor conocido como Periférico de Catia. Por tal motivo la sociedad de médicos, internos, residentes y pacientes trancaron la autopista Caracas-La Guaira, a la altura de Catia, como medida de presión. Durante la manifestación dijeron que trabajan a 4 % de su capacidad. Prácticamente un cierre técnico.
El doctor Jorge Ortiz, representante del equipo de Cirugía General, indicó que están cansados de ver cómo mueren sus pacientes. “Los médicos estamos protestando no con un tinte político, solamente queremos trabajar, queremos insumos”, dijo.
“Actualmente trabajamos con 4 % de los insumos de todo lo que requiere el centro. Además tenemos pésimas condiciones en áreas críticas como: la unidad cuidados intensivos, los quirófanos, la morgue. Por eso invitamos a la ministra Luisana Melo a que se apersone y verifique —por sí misma— la mala situación en la que se encuentra el periférico de Catia, también llamado Pepo”, recalcó.
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Asimismo, denunció que la morgue se halla en un estado de contaminación importante: la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) solo cuenta con dos camas en funcionamiento de las seis que posee el nosocomio; tiene dos quirófanos activos y existe una condición grave en cuanto a la recolección de desechos médicos, que se apilan en el estacionamiento ubicado al frente del área de hospitalización de los pacientes.
Los médicos llevarán un documento a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), para declarar el caso de una mujer de 22 años que falleció en el hospital como consecuencia de la falta de recursos para poder atenderle, expresó Ortiz.
En la protesta también participó el doctor Daniel Bruces, residente de terapia intensiva, quien indicó que la Sociedad Médica se declaró en situación de alerta: “Estamos cansados de los paños de agua tibia sobre lo que es una bomba de tiempo”.
“Ya no podemos ver las caras de los familiares cuando les pedimos que vayan a procesar las muestras simples de laboratorios, o cuando no los podemos atender porque no hay insumos. Las personas que frecuentan el hospital son de pocos recursos, por lo tanto no tienen el dinero necesario para pagar esos exámenes”, agregó.
Edgar Salgado —paciente de 72 años y quien se dedica a la artesanía— también participó en la movilización y contó que lo tienen “como un perro abandonado”. Fue asaltado por cuatro sujetos que le propinaron una golpiza en el mercado de Catia, el pasado sábado. Le quitaron todo, su cartera y hasta los documentos.
El señor Salgado debe ser operado porque le fracturaron el brazo y la pierna. Para completar su calvario, dijo que está solo, pues sus familiares son del interior del país y no tiene quien lo ayude.
Igualmente, Virgilio Martínez, que trabaja en el Ministerio de Salud desde hace 32 años —y padre de una paciente que está a la espera de una intervención— estimó que “los trabajadores y familiares de empleados del Gobierno nos vamos a morir de mengua, no tenemos seguro y el sistema de salud público se está cayendo”.
La manifestación fue dispersada por los funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y la Guardia Nacional Bolivariana (GNB). Sin embargo médicos, pacientes y familiares acordaron que seguirán con las protestas hasta que la situación sea solventada.
Foto: Mariana Mendoza
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