Con los ajustes en el gabinete económico gana más el ala militar, y el sector que prefiere mantener el modelo de controles, que ha acentuado el desabastecimiento.

Caracas. En el manejo de la economía la balanza del presidente Nicolás Maduro se inclina hacia el modelo de controles, porque el intento de cambios termina con frenos. Y mientras se opta por las regulaciones, la crisis se recrudece con lo cual a los venezolanos la plata no les alcanza y tienen que hacer horas de cola para conseguir comida, medicinas, jabón, pañales, papel higiénico, entre otros productos.

En siete meses, el Jefe de Estado ha realizado tres ajustes a su equipo económico y ha aplicado medidas desorganizadas por lo que no ha estado clara la dirección, pero esta semana el timón giró hacia el esquema radical.

Maduro comenzó el 2016 decretando una emergencia económica para tener más poderes especiales y nombró un gabinete con diferentes visiones sobre las materias: cambiaria, de precios y de producción. A la cabeza del equipo designó al sociólogo, Luis Salas, defensor del esquema de controles y apoyado por el asesor español, Alfredo Serrano.

Al mes Salas salió y su cargo de vicepresidente de Economía fue ocupado por Miguel Pérez Abad, quien había sido nombrado ministro de Industrias. Tras ese movimiento, el primer mandatario subió el precio de la gasolina, devaluó y creó un sistema con dos tasas: dólar protegido a 10 bolívares y dólar complementario a 640 bolívares, medidas que se acompañaron con un fuerte recorte de las importaciones y del gasto, lo que para analistas ha sido un ajuste desordenado y costoso.

Durante cinco meses Pérez Abad prometió una flexibilización del esquema cambiario y vías para elevar la producción y garantizar el abastecimiento, pero dichas acciones no se concretaron por las corrientes que hay en el gabinete. Está el sector militar, que tiene más poder, y cuyos representantes avalan los controles al igual que otros miembros del tren ejecutivo, quienes además apoyan al consultor español.

Este martes Maduro movió a Pérez Abad y nombró como ministro de Industrias a Carlos Faría. No aclaró si será el vicepresidente de Economía. La firma Econanalítica en su cuenta de Twitter destacó que el Presidente cede espacio al ala militar y radical: “En un gabinete económico con diferentes grupos de poder, Maduro toma los grupos con tendencia a mayor control”.

Fuentes oficiales señalan que el margen de maniobra de Faría será limitado, porque el mayor peso en la materia cambiaria y de precios la tiene el titular de Alimentación, Rodolfo Marco Torres.

Cómo se compone el equipo

Los civiles

Carlos Faría: El nuevo ministro de Industria es hermano del titular de Comercio Exterior, Jesús Faría. Es ingeniero y estudió en la extinta Unión Soviética. Maduro al nombrarlo como cabeza del despacho dijo que “viene con una visión clara, es un hombre formado, ingeniero, experto en el tema económico, productivo, experto en gestión económica y con la Gran Misión Abastecimiento Soberano necesitamos expertos en integración económica”. Desde 2011 Faría ha sido viceministro de Industrias y ha estado en la directiva de Sidor, aunque los trabajadores de la siderúrgica aseveran que en escasas oportunidades lo vieron. En enero de 2015 fue nombrado secretario de la Comisión Mixta de Alto Nivel Rusia-Venezuela.

Sobre su nuevo rol hay incertidumbre. Ecoanalítica indica que Faría tiene “un perfil logístico para una red de distribución y producción de alimentos controlada directamente por el Estado. Por lo que podemos considerarlo como lo opuesto a lo que venía adelantando Pérez Abad”. Percepción similar tiene la banca de inversión, JP Morgan, que en un reporte añade que por ahora se paraliza la agenda de Pérez Abad de flexibilización del mercado cambiario.

Jesús Faría: Este exdiputado y economista, que además fue militante del Partido Comunista, desde enero está al frente del Ministerio de Comercio Exterior e Inversión Internacional. Hace cuatro años cuestionaba la devaluación, avalaba el crecimiento del gasto público y aseguraba que el país tenía una economía sólida porque estaba dejando atrás el sistema capitalista. Desde el 2015 considera que debe haber correcciones y ha apuntado que es necesaria la “simplificación cambiaria”, aunque hace dos meses expresó que para la unificación hay que esperar a que las condiciones estén dadas. Admitió que hacen falta dólares para abastecer el mercado. Fuentes oficiales señalan que en los últimos meses ha estado moderado.

Rodolfo Medina: Es el ministro de Finanzas y el tercer economista que está el frente del despacho en 17 años. Estuvo en  la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre) y durante años ha trabajado en Finanzas. Es afín al ministro de Alimentación.

Eulogio Del Pino: Está en el Ministerio de Petróleo y en la presidencia de Pdvsa desde el segundo semestre de 2014. En esta etapa le ha tocado enfrentar la caída de los precios del crudo y el descenso de la producción petrolera que tiene a la industria, que genera 96 de cada 100 dólares que entran al país, en una coyuntura. Hace algunas semanas consideró un error la nacionalización de las empresas de servicios en el Lago de Maracaibo. Posición que fue criticada por el sector radical. El diputado Elías Jaua en su cuenta de Twitter escribió: “¿será que olvida que hay un Plan de la Patria aprobado por el voto popular y hecho ley de la República?”. JP Morgan en su reporte detalla que el Gobierno prefirió sacrificar a Pérez Abad, quien proponía devolver empresas tomadas, que a Del Pino. La banca de inversión agrega que el presidente de Pdvsa goza de la confianza de los socios internacionales como los chinos y los rusos.

Juan Arias: Es economista y en abril asumió el Ministerio para las Industrias Básicas, Socialistas y Estratégicas. Forma parte del sector que avala los controles y ha señalado que “hay empresas que hacen creer que es el Estado quien quiebra las empresas en el país”.

Lorena Freitez. Es psicóloga social y desde febrero es la ministra de Agricultura Urbana. Forma parte del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag) cuya cabeza es Alfredo Serrano. Freitez también es del equipo que apoya el sistema socialista. Durante su gestión ha señalado que “la ruta correcta es radicalizar la transferencia de poder a las comunas y fortalecer el núcleo duro del chavismo. Avanzar hacia el socialismo transfiriendo más y más poder al pueblo”.

Ricardo Menéndez: Tiene dos años como vicepresidente de Planificación y es parte del Celag. Anteriormente fue ministro de Industrias y de Educación Superior. En su etapa de titular de Industrias decía que el Estado debía tener más peso en la economía. Presentó varios planes que tuvieron pobres resultados. En 2007 fue el promotor de la “nueva geometría del poder”, que da pie al poder comunal. En momentos en que el desabastecimiento supera el 80%, Menéndez dijo en días pasados que 94% de los venezolanos come 3 veces al día o más. Bajo su mando está el Instituto Nacional de Estadísticas, que tiene un retraso en la publicación de las cifras de pobreza, canasta alimentaria, entre otros indicadores. Está vinculado con el ministro Jorge Arreaza.

Ricardo Molina. El ahora ex diputado asume el Ministerio de Transporte y Obras Públicas. Hasta mediados de 2015 estuvo en el Ministerio de la Vivienda. Llegó a ese despacho cuando se lanzó la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV) y de sus cuatro años como titular, solamente en 2012 cumplió con la meta de construcción de casas. Tiene un discurso radical y ante la recolección de firmas para solicitar el referendo revocatorio cuestionó a los empleados públicos. Dijo que “quien no apoya al gobierno revolucionario y trabaja en una institución del Gobierno revolucionario, es un indigno”.  También está relacionado con el ministro Arreaza. El despacho en el cual está Molina controla los puertos, pero desde hace semanas el dominio de esos espacios está a cargo del ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López.

Los militares

Vladimir Padrino López. El ministro de la Defensa y general en jefe se incorpora al área económica con su designación como jefe de la Gran Misión Abastecimiento Soberano. Tiene amplios poderes para regular la producción, distribución y comercialización de productos y además dictar medidas especiales. De hecho, actualmente tiene el control en los puertos. Luego de su nombramiento, apuntó que “no me gusta el militarismo, se trata de poner disciplina. Hemos ocupado algunos puertos y comenzado a visitar algunos sitios, almacenes, empresas privadas. No es intervención, pero si hiciera falta el Estado tiene todos los mecanismos para hacerlo”. Fuentes oficiales indican que tiene extensos poderes, aunque algunos puntos claves de la política económica los tienen otros funcionarios.

Rodolfo Marco Torres. “Al ministro no lo remueve nadie”, dijo Nicolás Maduro el día que la AN aprobó la remoción del funcionario por no comparecer al Parlamento. Este general de división desde enero está en el Ministerio de Alimentación. Hasta diciembre del pasado año fue vicepresidente de Economía y ministro de Finanzas. A lo largo de su gestión no se presentaron medidas para corregir los desequilibrios de la economía, lo que profundizó la crisis. Hace algunos años estuvo en el Banco del Tesoro, la Oficina Nacional del Tesoro, Suvinca y CASA, el ente que se encarga de las compras de productos básicos para la red Mercal, Pdval y Bicentenario. Ha sido el encargado de apoyar los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP). Fuentes del oficialismo y del sector público aseveran que es él quien lleva las riendas de la política cambiaria y de precios.

Wilmar Castro. El ministro de Producción Agrícola y Tierras es teniente coronel y en años anteriores estuvo al frente de los despachos de Producción y Comercio y de Turismo. Al igual que otros miembros del oficialismo, señala que se tiene que reforzar “la organización del pueblo para combatir el acaparamiento y especulación”. Hace algunas semanas, declaró que la Misión Abastecimiento Soberano busca corregir las fallas derivadas de la “precaria articulación” entre todos los actores del sistema productivo. “La misión se crea porque hay una anormalidad”.

Angel Belisario.  El ministro de Pesca es Almirante. El día de su nombramiento Maduro dijo que “es un hombre mar”. Está en línea con el resto del sector militar del gabinete y en días pasados comentó que “la Fuerza Armada va a cumplir una función de acompañamiento en los puertos y en la distribución para que no exista desviación de los productos”.

Foto: AVN


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