Las escuelas municipales de El Hatillo contaron con la dotación de material de bioseguridad, como mascarillas KN95, gel y guantes, así como productos de limpieza para garantizar la desinfección de las aulas.
Caracas. Este 25 de octubre, la escuela municipal Juan Manuel Cajigal, de educación primaria, ubicada en el municipio El Hatillo, recibió a sus estudiantes luego de casi dos años, debido a las medidas de prevención contra la COVID-19. Había carteles de bienvenida, hechos por los niños, con mensajes que hablan sobre la alegría de regresar a la escuela.
Los representantes se quedaron en la entrada, para evitar aglomeraciones en el plantel, mientras que los alumnos se dirigieron al patio y se sintieron extraños de volver a escuchar el himno nacional, después de tanto tiempo.
Posteriormente, ingresaron a los salones con sus maestras. Las ventanas estaban abiertas al igual que las puertas, para que circulara el aire. Los estudiantes se sentaron en sus puestos y la distancia entre ellos era de dos a tres pupitres.
En este nuevo año escolar 2021-2022, no existirán los recreos habituales. Ahora, deberán merendar primero en el salón y luego podrán salir al patio con su profesora. Los niños quieren abrazar a sus compañeros, pero las docentes les dicen que no se puede, porque deben cumplir las medidas de bioseguridad.
A pesar de que estaba pautado el regreso de las clases presenciales, no se logró la asistencia total, de acuerdo a la nueva distribución. En tercer grado solo hay dos alumnos, mientras que cuarto grado tiene tres. La mayoría de estudiantes que asistieron eran de quinto y primer grado.
Carolina* tiene seis años de edad, está en primer grado y su maestra le dio permiso a Crónica.Uno para conversar con ella. Su rostro estaba cubierto por el tapabocas, sus ojos brillaban para decir lo contenta que estaba de conocer su nueva escuela.
Mi mamá me dijo que tengo guardar distancia, que no debo compartir mi termo de agua con nadie y no quitarme la mascarilla si no era necesario, porque hay mucho coronavirus”, dijo la pequeña.
La directora del plantel, Hanitzia Arvelo indicó que la matrícula de este año es de 407 alumnos, por grado hay dos secciones y son 34 estudiantes por aula, que fueron divididos en dos grupos por orden de lista, unos verán clases lunes y miércoles, mientras que otros asisten los martes y jueves.
Se asignó el viernes como el día en el que los representantes entregan las tareas de los estudiantes.
A las 8:41 a. m. se fue la luz en la escuela. Las fallas del servicio eléctrico son frecuentes en el casco histórico de El Hatillo. Los cortes pueden variar desde leve bajones, hasta pasar más de tres horas sin electricidad. Con respecto al agua, cada dos días deben recurrir a los camiones cisterna para surtir los tanques.
Las maestras del plantel identificaron que los estudiantes de primer y segundo grado tienen dificultades para leer y escribir, debido a la falta de práctica. Por eso, la directora Arvelo señaló que durante el primer lapso se le dará prioridad a las asignaturas de lenguaje y matemáticas.
Del mismo modo, detectaron que los alumnos de cuarto a sexto grado tienen fallas de compresión lectora y de resolución de operaciones matemáticas como las multiplicaciones y divisiones.
Planificarse ante los cambios
En la comunidad de El Calvario –ubicado en El Hatillo- está la Escuela Municipal María May. El próximo 28 de octubre se cumplirá un mes de su reinauguración. “Antes este lugar era un cementerio, de no haber sido por las reparaciones, no hubiéramos podido recibir a los alumnos”, expresó Sandy Ortega, directora del plantel.
La escuela tiene particularidad que, debido a su ubicación, sufre de mucha humedad, por lo tanto la falta de mantenimiento perjudica la infraestructura. Antes de que la alcaldía hiciera las reparaciones, los techos tenían filtraciones, los pisos estaban en malas condiciones, había exceso de material inservible en el plantel.
La docente, mientras daba el recorrido en la institución, explicó que debido a la escasa conectividad de internet en la zona, los profesores debían enviar el material de apoyo a sus estudiantes a través de WhatsApp, ya que la mayoría no puede asistir a una clase online a través de Zoom.
Admitió que ha sido un gran reto lograr la planificación y garantizar que se cumplieran con los objetivos de los periodos académicos 2019-2020 y 2020-2021. Las clases iniciaron el pasado 4 de octubre y se llevaron a cabo de manera remota, y este 25 de octubre, comenzaron las clases presenciales.
No nos podemos confiar en que se mantendrá esta dinámica (semipresencial), hay que estar prevenidos ante cualquier cambio, es indispensable la planificación”, acotó la profesora. Por eso, se desarrollaron tres planes de contingencia, para aplicar cualquiera de las modalidades: presencial, online o híbrida.
La matrícula de esta escuela es de 260 alumnos y han logrado mantenerla a pesar de las dificultades.
Urdaneta comentó que fue emocionante recibir a los estudiantes de educación inicial y primaria. Pero, a pesar de la alegría por parte de los docentes y personal administrativo, solo asistió menos de una cuarta parte de la población estudiantil del turno matutino.
“Niños, recuerden levantarse y saludar cuando entra alguien al salón”, dijo la maestra de 5° grado a sus estudiantes, cuando entró la profesora Sandy.
Los salones de la escuela María May al igual que el Juan Manuel Cajigal, tiene las puertas abiertas y también cuenta con ventanales.
Uno de los retos que tienen los docentes este año es interactuar con los niños de educación inicial, ya que el proceso de separación de sus madres les está costando más. Sin embargo, gracias a las medidas de bioseguridad, las maestras pueden darles la atención especializada que necesitan.
Por otra parte, la directora señaló que las clases presenciales hasta los momentos se mantendrán bajo el esquema 7+7, a pesar de que a partir del 1° de noviembre iniciarán un período de flexibilización hasta diciembre. “No hemos sido informados si ese cambio también aplica con nosotros”.
La docente enfatizó que los padres deben estar conscientes sobre la importancia de enviar a sus hijos a las escuelas, ya que la interacción social como el proceso de aprendizaje se verá afectada y que el plantel, gracias a la reinauguración, está en condiciones de recibir a los estudiantes.
Estas escuelas municipales contaron con la dotación de material de bioseguridad, como mascarillas KN95, gel antibacterial, guantes, así como productos de limpieza para garantizar la desinfección de las aulas.
Tanto Arvelo como Urdaneta, indicaron que gracias a la Alcaldía de El Hatillo, han podido brindar un ajuste salarial que incluye una bonificación mensual o trimestral. Asimismo, afirmaron que sus docentes como personal administrativo están vacunados.
De acuerdo con las cifras del Plan Victoria Bicentenaria del Ministerio de Educación, la matrícula escolar del año 2021-2022 en Venezuela es de 8.789.356. El instructivo indica que el retorno progresivo de las clases incluye a estudiantes de educación inicial (1.902.775), primaria (3.527.346) y media general (2.398.285).
*Carolina es un nombre ficticio, para proteger la identidad de la menor edad que fue entrevistada.
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