Según el Banco Mundial, en los países de bajos ingresos se considera que una persona es pobre cuando sus ingresos se encuentren por debajo de los $1.90 diarios. El salario mínimo mensual en Venezuela equivale a un poco más de 5 dólares y, de acuerdo con la Encovi 2018, 48 % de la población venezolana vive en pobreza multidimensional.
Caracas. Luego de que el precio entre el dólar oficial y el mercado negro prácticamente se igualara, el salario mínimo venezolano se ubica en un poco más de 5 dólares y, pese a todos los hechos de fuerza, la economía no se ha dolarizado. El diputado José Guerra, miembro de la comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, aclara que lo que se encuentra dolarizado es el gasto y las estructuras de costos, pero el rector manejo de las transacciones financieras y el ingreso mínimo sigue siendo el mismo: bolívares soberanos.
Y pese a que el artículo 91 de la Consitución Venezolana dicta que el salario mínimo debe tomar como referencia al costo de la canasta básica, actualmente, con un salario mínimo solo se comprar entre tres y cuatro productos de cara rubro: tres alimentos (una botella de agua de 1,5 litros, un kilo de carne, un kilo de arroz) o cuatro artículos de higiene personal (dos rollos de papel de baño, una crema dental de 100 miligramos, una panela de jabón de 200 gramos, un desodorante) o dos prendas de ropa en oferta (una toalla de baño, una camisa de caballero).
Así, los Bs. S. 18.000 del salario mínimo se convierten en una referencia de lo insuficiente: con este monto no se pueden cubrir las necesidades consideradas como básicas —alimento, vestido, vivienda— ni mucho menos tener un mínimo de esparcimiento.
De este modo, la pobreza de ingresos se hace evidente. Según el Banco Mundial, en los países de bajos ingresos se considera que una persona es pobre cuando deviene menos de $1.90 diarios para asumir dichas necesidades. No obstante, de acuerdo con el economista Ronald Balza, es más fácil revertir la pobreza de ingresos que tratar de revertir la pobreza estructural, la cual evalua el acceso a servicios públicos como la educación, el transporte, los alimentos, entre otros y no solo el nivel de ingresos. Esta última medición se profundiza en el contexto venezolano.
Los datos preliminares de la Encovi 2018, 48 % de la población venezolana vive en pobreza multidimensional al carecer de empleos dignos y protección social, acceso a la educación, servicios y vivienda.
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