“Si en Tumeremo llegara el dólar en sencillo, desaparece el bolívar”

Puntos o gramas de oro y dólares, son las únicas monedas que se manejan en zonas sur de Bolívar, como Tumeremo. El uso del bolívar es apenas para pagar las diferencias de precio por falta de dólares en sencillo.

Puntos o gramas de oro y dólares son las únicas monedas que se manejan en zonas del sur de Bolívar, como Tumeremo. El uso del bolívar es apenas para pagar las diferencias de precio por falta de dólares en sencillo.

Puerto Ordaz. Una grama de oro en el mercado local del sur de Bolívar cuesta a 40 dólares. Un punto de oro equivale a una milésima de grama. En Tumeremo casi todos los precios se expresan con estos valores como monedas de pago. El dólar está en segundo lugar, mientras que el bolívar es únicamente para dar vueltos o pagar diferencias de montos de compra.

El bolívar, incluso, se maneja principalmente en los abastos, donde hasta las chucherías se venden en oro. Los mineros suelen comprar combos de alimentos y artículos de higiene que varían desde ocho puntos de oro hasta una grama.

Desde hace un buen tiempo el bolívar dejó prácticamente de usarse, a menos que sea en efectivo. Las transferencias o pago móvil son escasas, en especial por falta de entidades bancarias. El oro desplazó incluso al dólar, que ocupa el segundo lugar en las opciones de pago.

“Si en Tumeremo llegara el dólar en sencillo, desaparece el bolívar”, comentó un comerciante de la zona.

Aunque esto les ha permitido una estabilidad económica en Tumeremo y zonas aledañas, les preocupa cada vez más el éxodo citadino hacia el sur de Bolívar.

Ha venido mucha gente foránea creyendo que el oro es meter la mano y sacarlo. No, tiene su trabajo, su faena. Además tienes que venir con dinero, tienes que comprar tu gasolina, tu plástico, tu cuestión”, agregó el comerciante.

Mientras tanto, según las cifras que en febrero de 2021 emitió el Banco Central de Venezuela, las reservas de oro se redujeron a 86 toneladas, cuando hace siete años había más de 360 toneladas del mineral. Además, no hay detalles del destino de estas reservas.

Puntos o gramas de oro y dólares, son las únicas monedas que se manejan en zonas sur de Bolívar, como Tumeremo. El uso del bolívar es apenas para pagar las diferencias de precio por falta de dólares en sencillo.
En el sur de Bolívar, el oro desplazó incluso al dólar, que ocupa el segundo lugar en las opciones de pago. Foto Jhoalys Siverio
Gasolina con la CVM

Los comunicados de la Zona de Defensa Integral (Zodi) en Bolívar excluye de sus anuncios a los municipios del sur, para el despacho de combustible. Sin embargo, pobladores de Tumeremo afirman que a nadie le falta gasolina. Las motos, muchas de ellas caseras, tienen su reserva en botellas de hasta 500 mililitros guindando de los retrovisores o el volante.

Aseguran que se la compran directamente a la Corporación Venezolano de Minería (CVM). Cada litro es una grama o grama y media de oro.

Todo el pueblo tiene gasolina, pero al precio en que te vende la CVM. Vas con 10 gramos de oro y te venden”, comentó un habitante de Tumeremo.

Aunque el manejo de oro y dólares pareciera peligroso en cuanto a delincuencia en estos pueblos, la gente sostiene que no es así.

Al sur del estado Bolívar existe una especie de Estado paralelo. Los habitantes a veces confían o prefieren la ley de los llamados sindicatos mineros, que la establecida por las autoridades militares. A estos últimos son a los que frecuentemente denuncian por abusos.

Aquí nadie se come la luz. La gente sale con su oro y nadie los atraca. Nadie llega con un oro chimbo tampoco, porque saben lo que les puede pasar”, agrega una de las personas consultadas por Crónica Uno.

“Nos sentimos bastante tranquilos en la parte económica. Anteriormente sentías una moto y salías corriendo, ahora no”, intervino un vendedor de oro.

Sin servicios

Pese a la fiebre del oro y estar económicamente estables, no es así en la parte social. Electricidad, agua potable y gas doméstico, en ese orden, son los principales problemas en Tumeremo.

La sobrepoblación, precisamente por el éxodo interno para el trabajo en la minería, causó una sobrecarga en el servicio eléctrico. Esto y la falta de mantenimiento hace que la distribución no se dé abasto.

“No sé cómo fue el acuerdo, pero hace unos meses se estuvo recogiendo dinero para comprar un transformador. La Alcaldía de Sifontes se comprometió a pagar la mitad, y el pueblo la otra”, indicó un habitante de la zona.


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