Residentes de Tumeremo denunciaron que, debido a la falta de mantenimiento y la antigüedad de las subestaciones eléctricas, los apagones son constantes en la localidad minera del estado Bolívar. La pérdida de alimentos y daños en electrodomésticos son el pan de cada día por los constantes apagones en la zona.
Tumeremo. En los últimos días son más las horas que los habitantes de Tumeremo han estado sin energía eléctrica que con el servicio. A veces son solo dos horas de electricidad en la mañana y dos en la noche.
En Tumeremo es más frecuente que no haya electricidad. La luz se va a cada rato. Y si nos ponemos a hablar del agua, bueno, eso es otro problema. El municipio Sifontes está muy desasistido”, manifestó Ornelia Palma, residente de la zona.
Los habitantes reclamaron que los constantes apagones los hacen perder alimentos que requieren de refrigeración. Además, la mayoría ha perdido sus electrodomésticos por estas fallas.
No puedo comprar mucha comida porque cuando se va la luz no sabes cuándo llega. Hace una semana estuvimos casi 24 horas sin electricidad. Compré hielo, pero no era suficiente y se me dañó esa comida. ¿Y quién nos responde? Nadie”, denunció Rosa Manrique, otra de las afectadas.
El apagón narrado por Manrique no solo se extendió por Tumeremo, las localidades de El Callao y Guasipati también sufrieron 21 horas el corte de luz. En Santa Elena de Uairén las fallas eléctricas también son constantes.
No hubo explicación de Corpoelec por este apagón que afectó a tres municipios del sur del estado Bolívar. Sin embargo, habitantes de Tumeremo sostienen que estas fallas obedecen a la falta de inversión y mantenimiento de la subestación eléctrica.
Esos transformadores son muy antiguos, están dañados y ya no tienen capacidad para suministrarnos energía eléctrica a toda la población de Tumeremo”, manifestó otro vecino.
Actividad económica y comercial
Si bien la principal actividad económica en Tumeremo y demás poblados del sur es la minería, la población recordó que también hay quienes dependen de los pequeños comercios y restaurantes de la zona. De allí la preocupación por la conservación de alimentos.
“Yo tengo mi restaurantico. Se va la luz y, está bien, tengo cocina a gas, pero cómo mantengo la carne congelada, el repollo, la zanahoria. Todo eso uno lo mete en la nevera para que se conserve más tiempo. Ahorita compro poco, porque si se va la luz por muchas horas es pérdida para mí”, explicó una habitante que prefirió no identificarse.
Son tantos los apagones que el pasado viernes manifestaron sentirse extrañados porque tenían casi 48 horas con servicio sin interrupciones.
Junto con los problemas de servicios públicos, la tensión continúa en los campamentos mineros y parte del pueblo por las disputas de los llamados sindicatos por el control de los yacimientos, así como el desalojo y cierre de minas por parte de militares y presuntos paramilitares.
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