Los días 20 y 21 de noviembre los empleados y obreros de las casas de estudios superiores del país elevarán su voz de protesta por las reiteradas violaciones de la contratación colectiva.

Maracay. Cada calle, avenida y esquina de una ciudad en la que funcione una universidad pública será el escenario escogido por los trabajadores universitarios de todo el país para reiterar su reclamo ante el patrono por el incumplimiento de la contratación colectiva. Es decir, anuncian un plantón nacional.

Eduardo Sánchez, presidente de la Federación de Trabajadores Universitarios, de visita en el núcleo de la UCV en Maracay, denunció la arbitraria decisión del Ejecutivo, a través del Ministerio de Educación Universitaria, de discutir la contratación colectiva con una sola federación pro oficialista.

Pretenden imponer un contrato colectivo en el que no se prevén aumentos salariales, sino que, por el contrario, se rebajan todas las reivindicaciones que se han conquistado en más de 50 años”, señaló Sánchez.

El líder sindical rechazó el favoritismo manifiesto del Ministerio de Educación Universitaria con una organización sindical que, a su juicio, “no es más que un cascarón vacío que, entre otras cosas, muestra una actitud entreguista y patronal”.

plantón nacional
Eduardo Sánchez rechazó que el gobierno quiera discutir el contrato colectivo con una sola federación Foto: Gregoria Díaz.

Además del plantón previsto para los días 20 y 21 de noviembre, los trabajadores universitarios también organizan una gran marcha de la mujer venezolana para el 25 de noviembre, con la que se suman a las distintas protestas que se están organizando para rechazar lo que califican de política hambreadora del gobierno nacional en contra de los trabajadores venezolanos.

“Los trabajadores no somos responsables de esta crisis”, dijo Sánchez.

La comunidad universitaria, de acuerdo con los cálculos de la Federación, congrega a unos 211.000 trabajadores en todo el país, incluidos docentes, empleados y obreros.

La masa profesoral, solo en la UCV, ha disminuido 20 %  debido a la diáspora, mientras que 10 % del sector administrativo también se ha ido de las universidades; es el sector obrero el que menos deserciones ha experimentado.

Lo más grave es que en la UCV, de los 39.000 estudiantes que tenía, hoy apenas quedan si acaso 20.000  jóvenes”, calculó Sánchez.

Ni qué decir del estado de abandono en que se encuentran las distintas sedes universitarias como resultado del déficit presupuestario, ya que los recursos no alcanzan ni siquiera para el alumbrado de las instalaciones.


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