La Unidad Educativa Bolivariana Gran Colombia tiene materiales para mejorar su infraestructura desde 2022, cuando comenzaron las Bricomiles. Sin embargo, los obreros abandonaron los arreglos por falta de pago en diciembre de ese mismo año.
Caracas. “Los niños y niñas tienen que compartir el mismo baño porque los demás están cerrados”, cuenta Sandra*, una educadora de educación primaria de la Escuela Bolivariana Gran Colombia, ubicada en la avenida Roosevelt (parroquia Santa Rosalía). Dice que desde diciembre de 2022 los obreros de las Bricomiles asignados para reparar la estructura, abandonaron la obra por falta de pago.
Por esa razón, de ocho baños disponibles para un aproximado de 532 niños y niñas cursantes de primero a tercer grado de primaria del módulo Ecuador, solo uno está disponible. El resto no tiene pocetas, ni lavamanos.
Sandra dice que las maestras acompañan a los estudiantes al baño, pero eso implica dejar el aula sola algunas veces.
Las docentes usan el sanitario de la dirección, puesto que ellas tampoco tienen un espacio habilitado.
Solo un baño, de los ocho disponibles para el alumnado está en funcionamiento. Foto: Lucía Fernanda Ramírez
“Ellos (los obreros) vinieron y trabajaron durante tres meses, pero por falta de pago dejaron todo tirado. Ahí tenemos pocetas, lavamanos manto asfáltico, cemento y demás. No los culpo, a nadie le gusta trabajar gratis”, indica.
Mientras tanto, las filtraciones y daños mantienen salones y sanitarios cerrados. Según una educadora, hay baños clausurados desde hace años.
“Yo trabajo aquí desde hace siete años. Uno de los baños del segundo piso está cerrado desde ese entonces. Ignoro si tiene mucho más que eso“, subraya.
Pasillos de aulas están clausurados debido a las filtraciones que se extienden por paredes y techos. Foto: Lucía Fernanda Ramírez
Al inicio del año escolar 2022-2023, el mandatario Nicolás Maduro escogió como escenario esta unidad educativa que recibe a más de 5000 estudiantes de preescolar, educación básica y media general, para mostrar el funcionamiento de las Brigadas Comunitarias Militares para la Educación y la Salud (Bricomiles).
Hoy compartí con los niños, niñas, jóvenes, maestras y maestros de la Unidad Educativa Nacional “Gran Colombia”, quienes con mucha alegría al igual que los estudiantes de todo el país, iniciaron el año escolar con éxito y felicidad. ¡Viva la muchachada de la Patria! pic.twitter.com/fHbMnW25dV
Aunque en efecto, parte del trabajo se puede observar en la entrada de la institución, cuya fachada principal luce sus espacios arreglados, Crónica.Uno constató que los edificios que no están a la vista, es decir, los que están en la parte de atrás de la escuela, no tuvieron la misma suerte.
La entrada principal de la UEB Gran Colombia muestra una fachada perfectamente pintada. Foto: Lucía Fernanda Ramírez
No es suficiente
Para paliar la situación de la falta de baños disponibles, las maestras decidieron seguir bajo la modalidad adoptada en la pandemia por COVID-19, en la que asistían a clase pocos días de la semana cuando correspondía la semana presencial.
“Yo solo vengo tres días y así mismo hacen mis compañeras. No queda otra. Recibir a la totalidad del alumnado todos los días, es imposible”, sostiene.
Asegura que la falta de sanitarios no es el único problema de la escuela. La falta de agua es otra constante entre la lista de quejas del personal, que asevera que, aunque la escuela tiene tanque, el agua no es suficiente.
En los baños se observa la suciedad. Desde que los obreros abandonaron su labor, el espacio se limpia. Foto: Lucía Fernanda Ramírez
Salones pelados
En junio de 2022, cuando se anunció el funcionamiento de las Bricomiles, dirigentes sindicales advirtieron que en muchos planteles los representantes asumían la responsabilidad de la reparación de los colegios. A diferencia de la Gran Colombia, en esos planteles no les habían puesto el personal a su disposición. Sin embargo, las maestras cuentan que han tenido que hacer lo mismo.
“Aquí hay salones pintados por los representantes. Claro, de repente el color no es el adecuado para un salón de clase, pero es lo que se tiene”, expone.
Tampoco reciben material por parte de la institución para decorar los salones, por lo que algunos lucen sus paredes vacías. Otras docentes hacen uso de las actividades hechas por sus alumnos con el objetivo de llenar algunos espacios de color que sirvan como motivación de los estudiantes.
Algunos salones han sido pintados por los representantes quienes hacen recolectas para mejorar el espacio donde estudian sus hijos. Foto: Lucía Fernanda Ramírez
Pese a los esfuerzos, hay otros daños que no se tapan con brochazos.
Docentes aseguran que los materiales para arreglar los problemas de infraestructura están en el plantel. Sin embargo no cuentan con el personal para llevar a cabo los arreglos. Foto: Lucía Fernanda RamírezEn muchos salones, la decoración de las paredes es con las mismas actividades hechas por los estudiantes. Foto: Lucía Fernanda Ramírez.
Clausurados
El edificio Ecuador mantiene varios salones con candado, que por filtraciones en su interior y que se extiende por los pasillos, no están en condiciones de recibir a sus estudiantes.
Las docentes dicen que por más reclamos a través de la VenApp, una aplicación que requiere de varias quejas de distintas personas, no han recibido respuestas satisfactorias.
Otras instituciones han contado a Crónica.Uno que la aplicación es complicada para quienes no tienen buena conexión a internet.
En las aulas, hay tomacorrientes expuestos sin protector. Foto: Lucía Fernanda Ramírez
“Aquí han venido ingenieros y otras personas, pero no se ocupan. Seguimos igual”, lamenta
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