La película que se encuentra en Netflix fue uno de los filmes que no tuvo mucha relevancia en la temporada de premios, pero sin duda el largometraje es una joya de los hermanos Safdie
Más allá de la buena crítica recibida, Uncut Gems es una película que ha dependido del boca a boca. Adam Sandler se luce en su rol como Howard Ratner, el dueño de una joyería en Nueva York a la que suelen acudir famosos.
Su familia vive presuntamente cómoda, pero la rutina del protagonista no lo es. Desde los primeros minutos, hay tensión. Uno empieza a conocer al personaje a través de una colonoscopia, la exploración de las entrañas en la búsqueda de alguna anormalidad. En esos conductos no hay peligro, el colonoscopio avanza con sumo cuidado, y el espectador esperará lo peor, pero tan solo es un juego, una advertencia para los desmadres que vendrán.
En Uncut Gems, Howard Ratner debe dinero. Lo acechan, no está tranquilo. La panacea parece ser un ópalo negro que consiguen unos judíos de Etiopía. Él la compra y se la envían a Estados Unidos. Listo, todo parece resuelto si se vende y entrega el dinero.
Pero no. Nada más en ese momento empiezan a surgir los conflictos. Son muchos los frentes abiertos por el dueño de la joyería.
En esta trama, incluso participa el basquetbolista Kevin Garnett, quien se interpreta a sí mismo, como un jugador en el que ya pocos creen por su edad. La cancha no es un pedestal para quien tiene 36 años de edad –en la época en la que se contextualiza la historia– y ve en el ópalo también la salvación. Toda esa historia de los judíos en África y su relación con el objeto para él parece tener un significado más trascendental que lo favorecerá.
Entonces dos anhelos se entrecruzan, pero a la vez surgen las estrategias para beneficiarse de los deseos del otro. El deportista que quiere recuperar la gloria y Howard Ratner, de quien se va descubriendo que es un apostador enfermizo, con deudas que incluso afectan la dinámica familiar.
Uncut Gems pertenece a la plataforma Netflix. Es dirigida por los hermanos Benny y Josh Safdie, quienes en 2017 compitieron por la Palma de Oro en Cannes con la película Good Time, protagonizada por Robert Pattinson, una de sus actuaciones más elogiadas. Ambos cineastas son desconocidos, pero con una carrera con buenos frutos que merece mayor exposición.
La pasada temporada de premios estuvo concentrada en buenos largometrajes, y Uncut Gems pertenece a ese grupo de filmes, en el que también está Richard Jewell, que casi pasó inadvertido ante buena parte de los certámenes.
Adam Sandler sobrepasa las expectativas en un papel extenuante, en el que pareciera que nunca encontrará la calma. Una mente que solo trama cómo resolver cada aprieto.
Los hermanos Safdie, que también son guionistas del filme junto con Ronald Bronstein, son leales con cada momento y coherentes con el estilo de vida del protagonista. Con cada decisión, Howard Ratner pareciera entorpecer la resolución de los problemas, porque la apuesta siempre es a más, a ganancias mayores que no solo sacien a sus deudores, sino a otras razones que van más allá del entendimiento de quienes reconocen los peligros de sus elecciones. Incluso, un presunto momento de encuentro e intimidad, a los pocos minutos puede tornarse tenso y extenuante. Una historia psicológica, dramática y por momentos suspenso en el caos.
Adam Sandler sorprenderá a quienes solo esperan de él la común comedia a la que suele estar asociado su nombre. El actor corresponde al altibajo emocional en el que transcurre la vida del joyero, quien de la más genuina alegría pasa sutilmente a la rabia más subrayada antes de caer en la derrota de quien se ve sobrepasado. Julia Fox como Julia De Fiore es quizá lo más cercano al sosiego que puede encontrar, y sin embargo…
Uncut Gems transcurre en buena parte de su metraje en espacios cerrados, la asfixia y la agonía en pantalla, como es la vida del personaje principal de este filme, reducida a pequeños lugares, a poco margen de maniobra. Uno recuerda entonces el colonoscopio de los primeros minutos, sin saber qué habrá centímetros más allá, en el que cualquier paso en falso puede representar la peor herida. Los primeros planos que justifican la caída de quien se siente imbatible. Y la música, que parece llevar un pulso que responde al agobio del protagonista.
No se trata solo de ambición. Más bien corresponde a conductas que trascienden la simple reflexión y el juicio común, comportamientos imposibles de evitar por parte de Howard Ratner.
La histeria hecha película. El espectador ávido por conocer cada vez más, de cada entrega en cada toma, de cada provocación en cada decisión. Una ciudad casi inexistente, pero que sirve de marco para una vida minúscula, una entre millones, pero que pareciera cargar el peso de mil, no por sacrificio. Decisiones de alguien que vive en una cornisa perenne. Uncut Gems es una joya de la época del streaming, y una actuación memorable para Adam Sandler, quien muestra que sabe cómo expresar derrotas y la aparente indiferencia. Adiós a la risa.
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