Vecinos de la parroquia San José tienen mucho que denunciar y poco que celebrar

Lugares emblemáticos se encuentran deteriorados, se cobran vacunas a comerciantes, hay huecos en las calles, irregularidades en la recolección de basura y falta de alumbrado público. Aunque existen importantes hospitales, no funcionan adecuadamente. Sin embargo, líderes locales, religiosos y educativos destacan el valor de la solidaridad en los parroquianos.

Caracas. Los comercios que están ubicados en la avenida Fuerzas Armadas, importante vía de acceso a la parroquia San José, fueron tomados por los colectivos [grupos de choque]. Como una manera de amedrentar, le dicen a los dueños que si no pagan no les pueden garantizar la seguridad de los locales. Por ello, semanalmente los comerciantes deben pagar cierta cantidad de dinero.

Así recibe esta parroquia caraqueña la llegada de un nuevo 19 de marzo.

La denuncia la formula el vecino Nelson Landáez, quien lamenta no tener una visión más optimista de su comunidad. “Quisiera que fuera lo contrario, pero la verdad es que son más las problemáticas que los motivos para celebrar en este día”.

“Si esa propiedad es mía, cómo me van a obligar a pagar por una supuesta seguridad, ¿por qué debo permitir que una persona extraña permanezca en la puerta de mi local?”, cuestiona.

Cuando se le pregunta por las cosas buenas de la parroquia, no titubea. “Lo mejor que tenemos es nuestro recurso humano, la calidad de nuestra gente”. Pero, acto seguido, no escatima en enumerar problema tras problema.

Comienza hablando del deterioro en el que se encuentra la emblemática Ceiba de San Luis, patrimonio de la ciudad con más de 250 años de existencia, según Anibal Isturde, del Comité de Defensa de la parroquia San José. “Antes era un sitio de encuentro, ya no lo es”, añora Landáez.

El árbol está deteriorado y en sus alrededores frecuentemente se encuentra basura, escombros, restos de animales e imágenes de santos, pues el lugar es utilizado para ritos de santería y otros rituales esotéricos.

Foto: Luis Morillo

A tan solo siete meses para que la parroquia cumpla 130 años, Landáez invita a la gente a comprobar la desidia reinante en lugares como el Mercado Las Flores, la Escuela Bolivariana Jesús María Páez o la plaza Los Liceos. “La escuela Jesús María Páez, ubicada en el sector de Cotiza, está deteriorada, su cancha y su piscina están fuera de servicio, lo que dificulta la recreación de los muchachos”.

Este centro educativo pasó por un proceso de mejoramiento entre el 2011 y el 2012, en el marco del denominado Plan Excepcional de Continuación y Culminación de Obras Educacionales.

Asimismo, la plaza Los Liceos, reinaugurada en 2016 durante la gestión de Jorge Rodríguez como alcalde del municipio Libertador, hoy es un sitio deteriorado e inseguro.

A pesar de ser una de las parroquias de Caracas con el mayor número de centros hospitalarios, en muchas ocasiones los vecinos tienen que trasladarse a otras zonas de la ciudad en busca de atención médica.

Tenemos el Hospital Francisco Antonio Risquez, el Instituto Oncológico Luis Razetti, el Hospital Vargas, el Cardiológico José Gregorio Hernández, el Banco de Sangre, la Escuela de Medicina, cuatro Centros de Diagnóstico Integral pero no cubren la necesidad de la población. ¿Por qué? Porque no funcionan, manifiesta Landáez.

La existencia de muchos huecos en las calles y avenidas, la falta de alumbrado público y la irregularidad en la recolección de basura son, para María Erazo, quien vive en la avenida Panteón, los tres problemas más fuertes que se presentan en la parroquia.

No escuchamos sobre robos en la zona, aunque últimamente esto ha estado muy solo. Tampoco hay presencia policial. Pero el problema de los huecos de verdad que hay que resolverlo pronto, afirma Erazo, quien pide a la autoridades, en este día de San José, mejorar las calles, las señalizaciones, los semáforos, las aceras. “Ojalá pudieran embellecer el sector”.

Celebración en la antigua Abadía de San José del Ávila

La iglesia San Benito, antigua Abadía de San José del Ávila, se suma a la celebración de la fiesta del santo. Aunque depende específicamente del arciprestazgo de Altagracia, este recinto atiende a creyentes de tres parroquias civiles de Caracas: San José y La Pastora, además de la propia Altagracia.

Antigua Abadía de San José del Ávila. Foto: Luis Morillo

Este 19 de marzo la iglesia ofrecerá nueve misas en honor al santo, entre las 7:30 a. m. y las 5:30 a. m., sin embargo, el párroco del lugar, sacerdote José Clemente, asegura que la participación de feligreses es baja considerando que la parroquia está constituida por unas 18 comunidades. “Un domingo, sumando las tres eucaristías, pueden asistir unas 250 personas máximo”.

El líder religioso cree que, espiritualmente, la parroquia afronta una realidad compleja: aproximadamente 80 % de sus habitantes practica la santería. Además, muy personalmente, el padre observa que los devotos a San José no han encontrado el modo de trasmitir su fe a las generaciones más jóvenes.

Por otro lado, un elemento que el representante de la iglesia católica destaca como muy positivo es la participación de los fieles en actividades de la pastoral social.

A pesar de la pobreza que existe en esta zona, la gente responde de manera solidaria ante las necesidades del otro. La olla solidaria, que hemos estado realizando cada tres semanas, y en la que atendemos a unas 130 personas aproximadamente, convoca a mucha gente, son muchos los que se suman para trabajar en esto.

El presbítero explica que en la mayoría de los sectores de la parroquia “hay pobreza, hay comunidades que tienen dos o tres años sin servicio de agua permanente, actualmente solo cuentan con las pocas unidades de transporte de la línea de Mecedores, las otras líneas ya no existen”.

En su diálogo con los vecinos, el padre Clemente percibe que el tema de la inseguridad no predomina, y que el servicio de recolección de basura actualmente está funcionando con normalidad. No ocurre lo mismo con el servicio de gas, el cual puede tardar hasta mes y medio en llegar.

Sacerdote José Clemente, párroco de la iglesia San Benito, antigua Abadía de San José. Foto: Luis Morillo

Misa y deporte para los jóvenes del Colegio San José del Ávila

Era costumbre hacer, en esta fecha, una verbena en la que todas las familias colaboraban. Pero los altos precios de los productos han ocasionado la suspensión de la actividad en los últimos dos años, pues, como comenta Gustavo Estanga, director del Colegio San José del Ávila, muchas veces lo que las familias consiguen es para su sustento diario.

De ahí que, en esta oportunidad, los jóvenes participarán en sus actividades académicas durante las primeras horas de la mañana, luego celebrarán la misa de 11:30 a. m. y posteriormente llevarán a cabo juegos y actividades deportivas para celebrar al patrón del colegio.

Si yo pudiera pedir un regalo para la parroquia, pediría a las autoridades recuperar los espacios recreativos y deportivos, que es fundamental para nuestros jóvenes, y también mejorar la iluminación del sector, pues en las noches es muy oscuro”, expresó el profesor Estanga, quien tiene 14 años dirigiendo la institución en la que actualmente se forman 484 estudiantes desde preescolar hasta quinto año de bachillerato.

Profesor Gustavo Estanga, director del Colegio San José del Ávila. Foto: Gleybert Asencio

Estanga reconoce y agradece el cuidado y la valoración que la comunidad brinda al colegio en todo momento. Cuando hemos tenido problemas con el gas, el colegio ha contado con la comunidad; cuando hemos necesitado algo para el comedor, igualmente. De verdad que hay muy buenas relaciones entre los vecinos y la institución.


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