En una de las ferias de verduras que surten a Caracas, estiman que esta semana perderán unos tres millones de bolívares, debido a mercancía que no pudieron vender a causa de las dificultades que provocó el segundo gran apagón que vive la nación.
Caracas. Si Gerson Ramírez hubiera sabido que en la tarde del lunes ocurriría un apagón en casi toda Venezuela, no compraba las frutas, verduras y hortalizas que pretendía vender esta semana en Caracas. “Lo que vine fue a perder plata”, dice a Crónica.Uno, mientras observa cómo la mercancía al final de la tarde seguía casi entera. El miércoles 27 de marzo trabajaron, sin embargo, la falta de electricidad los dejó sin puntos de venta.
El martes en la noche el camión salió de Táchira cargado de víveres para atravesar un camino donde los ferieros se enfrentan a la inseguridad, la falta de gasolina y gasoil, así como a funcionarios que hacen constantes alcabalas y que, en ocasiones, también les piden “algo para comer”. El 26 de marzo Gerson y sus empleados se cruzaron con un hombre que se les atravesó con un arma larga, en una vía donde no había luz, como se encontraba la mayoría de los estados del país. El incidente ocurrió en Arapuey. Ramírez agradece que el sujeto no abriera fuego, por esa razón siguieron el viaje hasta Caracas.
En un primer cálculo Ramírez estima que esta semana perderán unos tres millones de bolívares en mercancía que no se vendió. En dólares equivale a casi $1000, si se calcula a la tasa oficial Dicom en Bs. 3300, según la página del Banco Central de Venezuela.
Hace 15 días esta feria ubicada en Los Símbolos no pudo instalarse, motivado al megapagón del 7 de marzo, no obstante, explican que las jornadas en Caracas son constantes. El viaje de esta semana también se vio afectado por la falta de gasolina. El comerciante relata que desde el estado Táchira no hallaron combustible hasta llegar a Lara, allí les regalaron algo de verduras a unos bomberos para que les vendieran gasoil.
El presidente de Fedecámaras Táchira, Daniel Aguilar, asegura que en los últimos años salían desde La Grita unos 5600 camiones con víveres hacia varios estados del país, hoy esa cifra se ubica en 1380, sin embargo, añade que por la escasez de combustible en este momento estarían cargando solo unos 700 ferieros.
Para Aguilar, la situación en la zona fronteriza es crítica. La falta de electricidad asevera que es recurrente, igual que de agua. “Estamos sin internet desde el 7 de marzo. Las plantas de reserva no funcionan porque no consiguen gasolina o gasoil. En la zona Sur del Lago se han perdido miles de millones de bolívares por la leche que se dañó, también por los productos cárnicos“, dice.
Los días 24 y 25 de este mes hubo conatos de saqueo en San Antonio y Ureña, cuenta Aguilar. Antisociales habrían entrado a una clínica de la zona e intimidaron durante varios días a los vecinos y declararon un toque de queda. “Desde el 23 los tienen castigados y no les envían gasolina porque estas personas exigían la entrada de ayuda humanitaria”.
En zonas aledañas se vieron otras ferias operativas con poca afluencia. Desde que en el país arrecia la falta de energía, la compra de productos se vuelve cuesta arriba para los venezolanos. Los puntos electrónicos dejan de funcionar, por lo que el pago solo se acepta en bolívares en efectivo o en divisas. El megapagón del 25 de marzo se prolongó por casi cuatro días. Hasta ahora los gremios no han informado cuántas son las pérdidas materiales que deja este último evento en una economía contraída desde hace cinco años.
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