Aura Flores: “Siento mucha impotencia, llevo meses sin comprar carne porque no hay”

Violaciones a la propiedad privada, robos, matanzas, precios regulados y decretos gubernamentales que obligan a los productores a vender hasta 50% de sus productos a organismos de algunos estados son algunos de los principales males que padecen los ganaderos y por los cuales cada día se profundiza el desabastecimiento del alimento en los mercados del país.

Caracas. Apenas un par de bolsas de plástico llenas de patas de pollo era lo que cargaba Aura Flores, quien salía del mercado municipal de Quinta Crespo. “Siento mucha impotencia, llevo meses sin comprar pollo y carne porque no hay. En cualquier momento puedo colapsar. El otro día consumí un poquito de carne porque me la consiguió mi yerno, quién sabe dónde”, dijo.

Expresó que siente desesperación después de desayunar porque no sabe qué cocinará para el almuerzo. Además, recientemente le hicieron unos exámenes debido a que tenía las defensas bajas y le mandaron a comer proteína animal, pero no ha podido consumirla porque no la encuentra por ningún lado.

El detonante para que se profundizara el desabastecimiento fue la publicación, en la Gaceta Oficial 6397, de fecha 22 de agosto de 2018, de la lista de los 25 productos alimenticios cuyos precios fueron regulados. Uno de los rubros que prácticamente desapareció del mercado luego del ajuste fue la carne de res. El viernes de la semana pasada los consumidores que ansiaban comprar el producto en el mercado municipal de Quinta Crespo se encontraron con las neveras de todos los puestos vacías. Al mediodía tampoco había pollo.

Adentro del mercado los puestos que expenden carne solo vendían cochino y a precios inalcanzables para el poder adquisitivo de algunos consumidores. “Si yo compro un kilo de chuleta, me gasto la mitad de la pensión. No sabría qué hacer con el dinero que me queda”, afirmó una mujer de la tercera edad, que prefirió no identificarse.

“En la Gran Caracas no hay carne por los precios regulados”, afirmó un vendedor del producto, una opinión unánime entre los trabajadores del mercado, no solamente de los que ofrecen ese rubro. “Todos los días hay inspecciones de la Sundde y de la Guardia Nacional Bolivariana, pero si no hay mercancía…”, añadió.

El 11 de septiembre el vicepresidente del Área Económica, Tarek El Aissami, dijo que el sector ganadero del país está llevando a cabo un “boicot” en contra del pueblo de Venezuela al “esconder” los productos cárnicos. Sin embargo, no es el único rubro de la lista de los 25 productos de primera necesidad que escasean. En Quinta Crespo tampoco había mantequilla, arroz, azúcar, harina de maíz precocida, aceite ni mayonesa. También desaparecieron de los anaqueles de supermercados, abastos y otros mercados municipales luego de que el gobierno ajustara los precios.

El martes el presidente Nicolás Maduro calificó al presidente de Fedenaga, Armando Chacín, como “irresponsable”. En rueda de prensa el mandatario dijo: “Es un delincuente, quiere cobrar en dólares la carne del ganado venezolano, que come pasto venezolano y es criado en Venezuela”.

En respuesta, el titular del gremio ganadero publicó un video en el que sostiene que no se debe satanizar a quien trabaja y aporta al país.

“Los productores no somos delincuentes, somos trabajadores rurales dignos que tenemos deberes y derechos, nos mantenemos como siempre con el espíritu inquebrantable de servir al país. Tenemos amenazas de que el gobierno tomará la comercialización y decidirá dónde se sacrificarán nuestros animales, su distribución, perjudicando la cadena cárnica”, afirmó Chacín.

Añadió que el compromiso del sector es con todo el país y con 100.000 productores, 53 mataderos, 180 salas de matanza, 2.500 mayoristas, 6.000 supermercados y más de 10.000 carniceros que hay en Venezuela, con los que han mantenido alimentado al pueblo venezolano.

Controles y ataques al sector ganadero propician la escasez

Carlos Albornoz, presidente del Instituto Venezolano de la Leche y la Carne y ex presidente de Fedenaga, advirtió que el desabastecimiento no solo en carne, sino en todos los rubros, será algo histórico, sin precedentes, a pesar de las advertencias que han hecho los productores agropecuarios.

“Advertimos que en los campos no había más de 18% de las necesidades del país. Hemos advertido de manera reiterada todo lo que iba a pasar, desde que no teníamos fertilizantes, las consecuencias de los abusos en las tierras, y ya estamos llegando al punto en el que todo es tangible y palpable para la población. Hemos sido francos, responsables y serios al advertir la ruta que había que transitar para evitar todo esto, pero lamentablemente solo se nos ha atacado y perseguido”, aseguró.

El sábado pasado un grupo de invasores irrumpieron en la finca La Unión, ubicada en el kilómetro 93 de la vía La Fría-Orope, en el estado Táchira, perteneciente a la familia Roa. A los propietarios les robaron recientemente 339 reses del hato y luego 80 más. “Esto es todos los días en todas partes del país. A mí me robaron tres reses, y así podría enumerar infinidades de situaciones”, dijo Albornoz.

Informó que lo sucedido en la finca se controló gracias a la acción “decidida y determinada” de los productores agropecuarios, que no permitieron “el abuso” de algunas autoridades locales y de la región que “pretendieron pasarle por encima y desconocer 60 años de trabajo de la familia Roa”. Dijo que se volvió a demostrar que cuando existe cohesión, se defiende la razón y se lucha con convicción, no hay invencibles.

“Hemos aguantado 20 años de lucha de ataques indiscriminados. Los gobernadores de Barinas y Apure, dos de los principales estados productores de carne en Venezuela, todavía cobran un porcentaje que no ha habido manera, ni siquiera por un mandato del ministro de la Defensa ni del Insai, que también dijo que no se le podía pechar con impuestos a la carne, de resolverlo”, dijo.

El productor hace referencia a la Gaceta Oficial 41325, del 22 de enero, en la que la jefatura de la Gran Misión Abastecimiento Soberano y Seguro, presidida por el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, ordenó detener la aplicación de los decretos que obligan a los productores a vender hasta 50% de sus productos a organismos de Guárico, Barinas, Apure y Cojedes.

Foto: Archivo


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