El programa social que imparte los fundamentos básicos del beisbol en las comunidades visitó puntos tan apartados como la fronteriza población de Ureña en el estado Táchira

Cristóbal Naranjo/@cristobnaranjo

Caracas. Alexis Corro (Naiguatá, 19 de junio de 1948) no es de los nombres más recordados en el béisbol profesional venezolano. Y al repasar lo meramente estadístico parece hasta lógico. 65 partidos en seis temporadas desde la 68-69 hasta la 73-74 y un discretísimo promedio al bate de .124 repartido entre las camisetas de Tiburones, Cardenales y Águilas distan de ser números  llamativos, si bien se entiende que el infielder varguense se caracterizó por ser un pelotero de corte defensivo que solía destacar por la solvencia con su guante y no precisamente por la asiduidad de sus conexiones con el madero.

Quizás como a otros atletas, a Corro las mayores satisfacciones en la pelota le llegaron tras colgar los spikes. Como entrenador montó una escuelita en Naiguatá y se enorgullece de haber tenido entre sus alumnos a elementos con credenciales más atractivas en la LVBP que las que pudo cosechar cuando era jugador activo. Edgmer Escalona, Daniel Mayora y Mario Lissón pasaron por sus manos, lo que le genera “una gran satisfacción”, según comenta.

La buena labor de Corro como instructor lo llevó a convertirse desde el año pasado en coordinador de las Caimaneras, el programa social impulsado por Coca Cola que en este 2015 llegó hasta los rincones más apartados de Venezuela con la misión de dictar clínicas a jóvenes entre 12 y 18 años para pulir el abundante talento repartido a lo largo y ancho de la geografía nacional.

“Visitamos 14 o 15 estados. Tratamos que los participantes mejoren los fundamentos técnicos del beisbol. Los muchachos siempre piensan en llegar a las Grandes Ligas, representar a Venezuela y ser como Miguel Cabrera o José Altuve”, señala Corro, quien quedó sorprendido con la acogida del programa que ya lleva siete años ininterrumpidos.

“En algunos lados no llegaban las prácticas de béisbol. Nos daban un gran recibimiento porque además nosotros intentábamos llevarles un mensaje a los jóvenes. Siempre les inculcamos que tenían que estudiar y ser alguien en la vida”.

La fronteriza población de Ureña en el estado Táchira fue uno los puntos más apartados al que llegaron las Caimaneras. Y pese a ser una localidad donde gusta más el fútbol, Corro asegura estar impresionado por la cantidad de peloteritos con cualidades en el diamante.

Cierre en la capital

El cierre de la gira de clínicas se realizó este mes en varios escenarios de la capital y el estado Miranda, entre ellos el estadio Brisas de Petare y el Luis Sojo de La Urbina con una asistencia de cercana a los 800 participantes en esta última parada de las prácticas gratuitas.

Las sesiones tuvieron una duración aproximada de cuatro horas a dos turnos con un cupo máximo de 150 deportistas en la mañana y en la tarde. Corro estuvo al frente de los entrenamientos junto a otros seis ayudantes, entre los que estaba el hasta esta campaña jardinero de las Águilas del Zulia Freddy Parejo, otro nativo del estado Vargas.


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