En la protesta exigieron una reunión con el Ministro de ese despacho, Ricardo Molina, quien los atendió después del mediodía en la Vicepresidencia de la República en la avenida Urdaneta. Los transportistas sostuvieron que, de no tener una respuesta positiva, este jueves tampoco prestarían servicio.
Caracas. Como cada mañana, los choferes de las líneas que realizan las rutas de la Gran Caracas salieron con sus unidades de transporte, pero hoy su destino no fueron las paradas que cubren a diario.
A las 9:00 am, incontables camionetas de pasajeros se detuvieron frente a la sede del Ministerio de Transporte, ubicado en la avenida Francisco de Miranda, en el Municipio Chacao para exigirle al jefe de ese organismo, Ricardo Molina, que apruebe el aumento del pasaje a Bs. 60 y que se mantengan las mesas de diálogo con el sector transporte para elevar el costo de manera fraccionada a Bs. 80, y posteriormente en diciembre, a Bs. 100.
“Él —Molina— nos dijo que después de la Cumbre —del Movimiento de Países No Alineados—, o sea, este lunes iba a salir en Gaceta el aumento y no lo hizo, incluso lo echó para atrás. Nos dijo que tuviéramos paciencia y la tuvimos, pero ya se acabó, si hoy no nos da respuesta no nos vamos de aquí”, manifestó Hugo Ocando, presidente del Bloque de Transporte del Oeste y vocero de los cinco bloques de transporte que cubren las rutas de la capital.
La negativa de Molina de autorizar el ajuste de la tarifa el pasado 19 de septiembre provocó que los choferes efectuaran una caravana que trancó las principales calles de Chacao, incluso carros particulares quedaron atrapados en el embotellamiento. La protesta vehicular abarcaba desde la extensión de la Francisco de Miranda a la altura de la Plaza Bolívar de Chacao, hasta la entrada de Las Mercedes.
No solo los transportistas estaban presentes, también se sumaron los dueños de los jeeps que cubren rutas en las barriadas de Caracas, como Antímano, Caricuao, Carapita, Mamera, La Vega, Valle-Coche, Catia y Petare.
“Nosotros también cobramos Bs. 45 de pasaje y eso no alcanza para nada. Este carro produce al mes de ganancia con ese precio del pasaje entre 250.000 y 300.000 bolívares y cuando uno va a preguntar por un solo caucho cuesta mínimo 200.000. Es imposible mantener el transporte y más díficil a nuestras familias”, relató un chofer miembro de una línea de vehículos que sube por Carapita.
A pesar de que las calles estaban obstaculizadas y las aceras abarrotadas de personas que tuvieron que caminar para llegar a su destino, los mototaxistas no hicieron su agosto. “No hemos tenido mucho movimiento, la gente prefiere montarse en el Metro que está funcionando normal y es más barato. Llevo una hora esperando que alguien venga por una carrera”, dijo Alexis Salazar, miembro de una línea que presta ese servicio en Chacao.
Los de a pie afectados
Mientras las unidades del transporte público estaban en plena faena de protesta, para los usuarios que quedaron a pie en las paradas, la acción fue calificada como un paro.
El corneteo de las camionetas a eso de las 8:00 am anunció que algo pasaba en las principales avenidas. Las unidades pasaban con las puertas cerradas y los conductores ni se inmutaban ante las paradas repletas de pasajeros.
En el Valle, Coche, los alrededores de La Hoyada; La Vega, Antímano y Caricuao, los usuarios se quejaron porque pasaron más de 40 minutos esperando por una camionetica. Las que sí trabajaron iban colapsadas y con pasajeros guindando en las puertas. Las horas más críticas fueron de 8:00 am a 10:00 am.
Hacia el este de la ciudad hubo más contratiempos. En Las Minas de Baruta los vecinos se quedaron varados. En El Hatillo y en los Altos Mirandinos también se reportó disminución del servicio.
Los transportistas descartaron un llamado a paro. Los pocos que hablaban con los ciudadanos decían que la situación se normalizaría pasado el mediodía, sin embargo, a esa hora 12 representantes de las líneas que conforman el Bloque de la Gran Caracas se fueron con funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) que los iban a trasladar hasta la Vicepresidencia de la República, en la avenida Urdaneta, para reunirse con el jefe de ese organismo, Aristóbulo Istúriz, y con el Ministro de Transporte, Ricardo Molina.
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“Aquí los vamos a esperar. Las unidades no se van a mover de ahí hasta que ellos lleguen”, alegó un chofer de la línea de autobuses Propatia-Chacaíto-El Cafetal.
A eso de las 5:30 pm, los conductores levantaron la protesta en la avenida Francisco de Miranda, no obstante, para ese momento los voceros de las líneas todavía se mantenían en reunión con las autoridades.
El equipo de Crónica.Uno se comunicó con algunos de los miembros que estuvieron en las conversaciones en la Vicepresidencia, pero no obtuvo información acerca de la misma.
Fotos: Mariana Mendoza
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