Los críticos indicadores de la economía en el primer semestre

En la primera mitad del año la inflación fue de 176 %. Continuó el retroceso de la producción y persistió la ausencia de productos en los anaqueles.

Caracas. En la primera mitad del 2017 se profundizaron las distorsiones de la economía. La producción siguió desplomándose por los controles y, en consecuencia, los venezolanos continuaron padeciendo la escasez de artículos básicos y la pulverización de sus ingresos por la elevada inflación.

El Banco Central de Venezuela (BCV) continúa sin divulgar la información sobre las variables, pero los datos y estimaciones de las firmas económicas apuntan a un mayor deterioro.

En 2016 se prolongó la crisis y frente al deterioro, la administración de Nicolás Maduro ejecutó acciones desordenadas que acentuaron los desequilibrios. En la primera mitad de 2017 las políticas para recuperar la producción fueron nulas.

Así fueron los indicadores del semestre:

Inflación. En la primera mitad del año en curso, la inflación acumulada fue 176 %, según los cálculos de la Asamblea Nacional. Frente a una baja oferta de bienes, el instituto emisor siguió fabricando bolívares para financiar el déficit de las empresas públicas, y esa inyección de dinero a la economía presionó los precios.

Salarios. El salto en los precios impacta en el poder adquisitivo de los venezolanos. Y con una elevada inflación, a las familias no les rinde el dinero. La firma Ecoanalítica estima que en el segundo trimestre la pérdida del poder adquisitivo fue de 19,2 %.

Producción. La actividad manufacturera siguió palo abajo. La última encuesta coyuntura de Conindustria reveló que las empresas operan a 32 % de su capacidad. Todos los sectores bajaron la producción por las regulaciones, la restricción en la asignación de las divisas que limita la compra de materia prima y equipos, y la incertidumbre. En el caso de alimentos, esta semana Cadivea informó que en mayo la producción bajó 20,11 %.

Importaciones. Por el menor flujo de ingresos y los pagos de deuda, las importaciones siguieron recortándose. En junio las liquidaciones de dólares para las adquisiciones de insumos fueron 123,4 millones de dólares, 14,8 % menos que en igual período de 2016, estima Ecoanalítica. Aunque en mayo arrancó el nuevo Dicom, las asignaciones diarias pasaron a subastas semanales, lo que apunta a más restricciones. Los datos de las firmas evidencian que de las compras externas que se hicieron, el grueso fue por parte del Estado.

Escasez. Ante el retroceso de la producción y la menor cantidad de importaciones, persistió la ausencia de productos en los anaqueles. La escasez en mayo fue 51,9 %, calcula Econométrica.

Precios del petróleo. El precio del crudo en el semestre promedió 43,60 dólares y si bien la cotización fue mayor que en igual lapso de 2016, cuando estuvo en 30,38 dólares, ese barril es insuficiente para los requerimientos del Gobierno. A ese nivel de precio, se añade el descenso de la producción petrolera, por lo cual el flujo de ingresos es reducido e impide que las reservas internacionales —que se utilizan para cancelar importaciones y pagos de deuda pública— se recuperen.

Reservas: En los primeros seis meses de este periodo, los activos del BCV continuaron su descenso y cerraron en 10 millardos de dólares, lo que no se registraba desde mediados de 2002. Esa disminución en parte obedeció a los compromisos en materia de deuda de la República. De hecho, para garantizar más fondos, el instituto emisor entregó bonos en garantía y hasta vendió títulos valores con un alto descuento.

Gasto público. La inflación impacta en las cuentas fiscales y el gasto ya no motoriza la economía. El gasto primario del Gobierno central en junio tuvo una caída de 40,3%, calcula Torino Capital. La firma detalla que en los últimos dos años el gasto ha tenido un recorte de 20 puntos del PIB, la “mayor contracción en la historia fiscal del país”.

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