“De saber que ser mocho me iba a dar beneficios, hace rato lo hubiese sido”

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Mario Fabiano, junto con otros 26 hombres que tienen algún tipo de discapacidad, integra la selección venezolana de softbol, que se ha armado con 8 títulos de campeones en 14 años

Mabel Sarmiento Garmendia/@mabelsarmiento

Caracas. “Era fanático de los fuegos artificiales y el 31 diciembre de 2009, luego del Feliz Año, me explotó un producto en la mano izquierda. Perdí tres dedos y medio. Solo me quedó el índice. Pero una vez pasó el accidente me dije tengo dos opciones: o me voy a un semáforo a pedir plata, que es el camino fácil, o demuestro que sí se puede”.

Así se expresó Mario Fabiano mientras esperaba su turno al bate. Él junto con otros 26 hombres (entre 18 y 43 años) forma parte de los Bandidos de un Solo Brazo, un equipo de softbol que ha conquistado para Venezuela, en  ocho oportunidades, el triunfo de campeón del Mundial.

Mario estuvo en la liga AA y había firmado con los Astros de Houston; el béisbol lo apasionaba. Ese diciembre de 2009 le cambió vida, pero para bien.

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Mario Fabiano se prepara para ir al mundial a celebrarse en República Dominicana. Cristian Hernández/Crónica Uno

Ahora dice mostrando una sonrisa que le abarca de oreja a oreja: “De saber que ser mocho me iba a dar beneficios, hace rato lo hubiese sido”.

En efecto la discapacidad para él no es limitación. En un momento sí lo apartó de todo. Luego alguien lo llevó de la mano a un juego amistoso y allí la espinita por el campo del diamante se le subió de nuevo a la cabeza. Ya tenía 28 años y todavía en la flor de la carrera como quien dice.

“En ese momento desperté, me propuse echarle piernas y seguir la vida. Obviamente después del accidente los sueños me cambiaron. Al rato vi algo que antes no apreciaba y fue la gran valoración que tienen las personas con discapacidad”.

En 2011 lo presentaron ante José Longa, fundador y capitán de Los Bandidos, quien  también tiene discapacidad en el brazo izquierdo. Desde entonces no se separa de la selección. Actualmente es el tercer bate y en el mundial de 2014 quedó campeón por empujadas y por anotadas.

Hoy tiene 32 años y dice que va con todo. “Estoy felizmente casado con una mujer espectacular y la vida para mí ahora es jocosa, divertida y sin límites”.

Fabiano trabaja en tres compañías propias y dedica tiempo a una fundación precisamente orientada a ayudar a las personas con algún tipo de discapacidad.

La humildad por delante

Mientras Fabiano se preparaba para ir al home de bateo, en el montículo estaba Andrés Orro, con un solo brazo desde su nacimiento. Los gritos en el dugout del estadio Luis Aparicio de Caricuao no paraban: “pónmela ahí”. Luego de dos lanzamientos salió el hit y Fabiano llegó hasta la segunda.

El resto de los jugadores aplaudieron, bromearon y en un ambiente de mucha camaradería se apoyaron uno al otro.

Cuando cambió el inning, Andrés se dispuso a contar de dónde salieron Los Bandidos. “No tiene nada que ver con algo malo, el nombre va ligado a la picardía, a la broma. El equipo nació en 1994 en Estados Unidos, fundado por Víctor Rosario, quien trabajaba en un hospital, jugaba béisbol de alto nivel y en un accidente perdió una mano”.

Luego, con esa idea en la cabeza, en 1996, Oswaldo Flores hizo un casting por el país para conformar la primera selección y comenzaron a aparecer peloteros como José Longa y el mismo Andrés Orro.

“Fue tanto el auge que sacamos una liga de béisbol menor, con niños a los que les faltaba un brazo, una mano.  Ahora no está activa por falta de recursos, por no tener la logística de un campo y porque muchos fueron creciendo y forman parte de este grupo”, contó Orro.

En el 2000 fue el primer mundial celebrado en Venezuela y en el transcurrir de estos años han ganado en ocho ocasiones, en cuatro oportunidades quedaron como subcampeones y una vez en tercer lugar, tal y como dijo.

Pero no todos dedican la vida al bate. En Los Bandidos hay profesionales, técnicos, carpinteros, de todo un poco. Fuera del campo dictan charlas motivacionales, hacen clínicas deportivas y tratan de darle la vuelta a las adversidades de la vida.

Bajo el lema “cuando los deseos son más fuertes que las limitaciones”, traspasaron las fronteras y hoy en día Venezuela, según comentó el capitán José Longa, es el único país con cuatro equipos formados por personas con algún tipo de discapacidad.

“Nos mantenemos con humildad y compañerismo, esa es la clave. Cuando salimos al campo nos subestiman, dicen que un equipo de mochos, pero esto hay que verlo para creerlo. Aquí tenemos muchas semillas y vamos a recoger buenos frutos”, comentó Longa, quien ha ganado 11 guantes de oro.

El lunes 13 de este mes la selección viajará a República Dominicana para participar en el Mundial de Softbol, a celebrarse desde el 14 al 20. “Vamos a seguir triunfando, porque estamos con Dios y esto es una bendición. A los jóvenes les digo que hagan deporte y que siempre tengan a Dios por delante. Sin él no hay una vida sana”, finalizó Longa.

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Entrenamiento del equipo de Venezuela de softbol con discapacidad en Caricuao. Cristian Hernández/Crónica Uno

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