En Coche se juramentó la Federación de Baloncesto “paralela”

El grupo que lidera Greivis Vásquez y el entrenador Bruno D’Adezzio desafió los estatutos de la FIBA y recurrió a la justicia ordinaria para participar en las elecciones.

Caracas. La cancha Festival 67 en Coche, la misma que vio lanzar los primeros balones al NBA criollo Greivis Vásquez, fue el recinto deportivo donde se juramentó la Federación Venezolana de Baloncesto “paralela” que tiene al piloto caraqueño como uno de sus principales impulsores.

Vásquez mantiene desde hace años grandes diferencias con el presidente de la Federación en ejercicio y único reconocido por el básquet internacional, Carmelo Cortez, y eso lo llevó a liderar junto con el entrenador Bruno D’Adezzio el movimiento “Somos Baloncesto” que impidió las elecciones del año pasado por supuestas irregularidades. Lo riesgoso de la acción del grupo opositor es que recurrió a la justicia ordinaria para dirimir el conflicto eleccionario, procedimiento que viola los estatutos de la Federación Internacional de Baloncesto Asociado (FIBA) por ser injerencista en la autonomía federativa. Esa falta mantiene al básquet criollo en vilo debido a la posibilidad de que derive en una desafiliación internacional.

El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), el órgano al que se dirigió el grupo de Vásquez y D’Adezzio, ordenó al Consejo Nacional Electoral (CNE) conformar una comisión electoral para las elecciones correspondientes al período 2017-2021 donde el presidente en ejercicio declinó participar. Los comicios se realizaron el sábado en la sede del Instituto Nacional de Deportes y D’Adezzio resultó electo como nuevo presidente con 59 de 62 votos. Falta saber si los opositores logran convencer a FIBA para que avale el proceso, algo que parece difícil que ocurra.

Optimista

Más allá de las sombras que se ciernen sobre el llamado Deporte de los Gigantes en Venezuela, D’Adezzio justifica la actuación de “Somos Baloncesto” sobre la base de la inexistencia de tribunales de justicia deportiva o de arbitraje independientes, lo que no dejó otro camino que acudir al fuero ordinario para impedir que se siguieran cometiendo violaciones en los procesos eleccionarios como la conformación de clubes fantasmas, la inscripción de planchas únicas o la votación de menores de edad.

A su juicio, no hay injerencia en el proceso porque “nadie se metió ni obligó a los que participaron a votar por alguien en particular” además de que en el evento participaron jugadores, árbitros, entrenadores y dirigentes de la disciplina. El estratega es optimista con respecto a recibir el aval de FIBA y en un todavía eventual mandato le apunta a la innovación gerencial, el trabajo conjunto con la Liga Profesional, la capacitación a los entrenadores y la masificación.

Foto: RR. SS.


Participa en la conversación