En el sector Los Jardines los vecinos dicen que el hampa se mueve como pez en el agua y les impone el toque de queda
Mabel Sarmiento/@mabelsarmiento
Caracas. Los Jardines del Valle, sector ubicado en la parroquia que lleva el mismo nombre, durante la colonia fue una zona atractiva de haciendas externas a Caracas. Hoy en día es una de las 22 parroquias del municipio Libertador, que junto con Antímano, La Vega y Sucre, figuran como las más violentas.
Los constantes tiroteos que se desarrollan en las partes altas, los robos en las paradas, camionetas y en los alrededores de los liceos, son problemas que ponen los pelos de punta hasta al más pintado.
Aunque esta es la cruda realidad, la gente todos los días hace de tripas corazones. Sale a trabajar, a estudiar e incluso a pararse en la esquina para echar se los cuentos.
Y no es que estén acostumbrados a lo peor. “Sucede que la vida continúa y hay que saber vivirla. Uno aquí se cuida solo. La policía viene cuando hay enfrentamientos, pero no tienen puntos fijos, tanto el módulo de la GN como el de la policía desaparecieron hace años. Aquí la dificultad más grande es el agua, ya no sabemos a quién rezarle para que nos la manden más seguido”, refirió Rosa Campos, residente por más de 40 años en Los Jardines.
“Aquí los malandros se caen a tiros entre ellos, por el control de la zona y de su negocio. No se meten con uno. Hay viejitas que les cantan la zona cuando sube la Guardia. A la final uno convive con eso. Tengo toda mi vida aquí y siempre madrugué y bajé por esas calles, es como todo”, dijo Miguel Gómez, quien echó a un lado el tema de la inseguridad para hablar de los problemas viales que abundan en el barrio y del fuerte racionamiento al que está sometida la parte alta del barrio.
Señaló que las calles están carcomidas por los huecos, lo que dificulta el paso de los carros, y que los cortes de agua potable los tienen como camellos. Contó que cada 9 o 10 días es que les llega por las tuberías.
En el nivel de la calle es donde menos se siente la sequía. Según Yudith Muñoz son los martes y jueves cuando les cortan el chorro.
La recolección de la basura es otra queja constante en los testimonios recopilados. En la calle 9, cerca del módulo de salud hay casi media cuadra de desechos regados en la vía, donde además hay un parque infantil.
Los vecinos piden a las autoridades capitalinas que se enfoquen en los proyectos presentados por la comunidad, como la rehabilitación de la vía. No quieren pañitos de agua tibia, exigen un asfaltado de calidad que aguante las temporadas de lluvia.
A la par solicitan que así como el programa Barrio Tricolor pasó por la avenida Intercomunal del Valle, llegue a los tramos laterales, donde hay severos problemas de filtración en las fachadas de viviendas y comercios.
“Está bien que nos traigan el operativo de la leche todas las semanas y que pongan de vez en cuando los mercados. Pero necesitamos que el alcalde de Caracas se de una paseadita y vea que aquí se tapan las alcantarillas con la basura y que falta el agua”, señaló Luis Suárez.
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